Capítulo 8: No puede ser.

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2026: Hospital Dustand.

   Ya había pasado un mes desde que Christian había comenzado la quimio. Todo parecía estar yendo de mal en peor. Cada vez se sentía más cansado, si comía una vez al día era mucho. Se la pasaba todo el día en la casa, durmiendo, no podía hacer nada, se cansaba demasiado de solo ir del cuarto a la cocina.

- No funcionó la quimio. Subió a 86%, tendremos que aumentar las dosis en la quimio y ver si debes comenzar a administrarte esteroides y más nada... Esperar...- desde ese momento Christian dejo de escuchar. Bajo la mirada.

   ¿Aumentar? Demonios. ¿Por qué no disminuye? Así hace algo útil. ¿Esteroides? ¿Que es eso? Ni idea.

   Esa era una lección que le estaba dando el universo, trataste de matarte millones de veces sin conseguirlo. Bueno yo me encargo de que mueras. Cuando debes morir, mueres y ya. No puedes ni adelantarle, ni atrasarlo. Aunque... Cáncer es algo que no se lo deseo a nadie.

   Rato después salieron de la oficina, fueron al auto. En todo el camino de regreso a la casa, ninguno dijo nada, todo se había sumido en un silencio doloroso. Christian no quería hablar, no tenía ganas de hablar ni de hacer nada. Y Lucas, él conocía lo suficiente a Christian como para darse cuenta y saber que no quería hablar.

   Cuando llegaron a la casa fue igual, pasó directo al cuarto y cerró la puerta sin dejar entrar a Lucas.

- Chris.- tocó la puerta.

- ¡Déjame solo!- le gritó desde adentro.

- Christian abre la puerta.- escuchó como caminó hasta la puerta y la abrió. Lo miró, él mantenía la mirada baja con lo ojos llenos de lágrimas. Se daba cuenta que estaba punto de echarse a llorar, solo se estaba conteniendo.- ¿Estás bien?- susurró. Christian nego con la cabeza.- Quédate tranquilo, saldrás de esto. Y lo haremos juntos, ¿Ok?- él asintió. Lucas se acercó y lo abrazó.

...

2027: Hospital Dustand.

- ¿Me puedes decir que pasa, Lucas?- le dijo Noah apenas llegó.

- No es nada.

- ¿Y entonces que? ¿Sabías que estaban esas cosas hay por
casualidad?

- No es que... No sé.

- ¿O te lo dijo el fantasma de Chris?- le dijo. Lucas levantó la mirada hacia él. Noah lo miró.- No te lo dijo el fantasma de Chris. ¿O si?

- ¿De que hablas, Noah?

- ¿Entonces?

- Solo fue un sueño. ¿Creo?

- ¿Sueño?

- No sé, siento... Que Chris no se suicidó.- dijo. Noah volteo los ojos y suspiró.

- Lucas ya hablamos de eso. No te culpes, no pudiste hacer nada. Tuvo una crisis y se disparó. Debes dejarlo ir.

- No le hagas caso.- Lucas desvío los ojos hacia la ventana y vio a Christian.- No le hagas caso, Lucas.

   ¿No quería dejarlo ir? ¿Su mente se estaba alterando? ¿Estaba volviéndose loco? ¿Su imaginación le hacía creer cosas? ¿Qué pasaba? Noah un poco extrañado, volteo hacia la ventana y volvió a Lucas.

- ¿Que pasa? ¿Que estás mirando?- le preguntó. Lucas miró a Noah.

- No nada.

   "Ok ya entiendo lo de mantenerlo vigilado." Pensó Noah. Lo miró fijamente. Estaba raro.

- Lucas, ¿Enserio estás bien?

- Si estoy bien.

- Bien. El doctor dijo que ya estabas bien. Que podías irte. ¿Quieres que te lleve?

- No.- respondió enseguida.- Quiero caminar.

- Vale. Entonces... Llámame si me necesitas...

- Bien.- dijo. Noah se fue.

   Rato después, Lucas decidió irse dale hospital. Agarró las cosas. Dos anillos, uno se lo había dado él cuando salió del instituto y el otro era de cuando se habían casado. Anillos que nunca se quitaba. Una cadena que él le había comprado. Y los teléfonos. Era extraño. Algo no le cuadraba. Todo le parecía que fueran pistas.

   Cuando llegó a su casa, limpió los teléfonos y los conecto para ver si se encendían y se cargarán. Encendió el suyo primero. Que por suerte estaba bien. Tenía varias llamadas perdidas de Christian y varios mensajes. Él no sabía que no tenía teléfono. También tenía un mensaje de voz. Después de un rato decidió escucharlo.

- Hola Lucas.- le entró un escalofrío al volver a escuchar su voz.- No quería decirte esto por teléfono pero... Fui al hospital y el doctor me dijo que ya no tenía cáncer.- Lucas se quedó en blanco.- Dijo que tendría que hacerme otros exámenes pero que ya estaba bien. Llámame.

   El teléfono cayó de su mano, impactando en el suelo, Lucas se quedó en shock aún con la mano en la oreja. Eso no lo sabía. Las intensas ganas de llorar no se hicieron esperar y en menos de unos segundos no se pudo contener y comenzó a llorar.

Después de tú muerte...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora