Capitulo 1: El funeral.

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2027:

- Estamos aquí para despedirnos de Christian Evans...

Ese día cuando hicieron el funeral, decidieron no decir nada, de lo contrario, ese pequeño pedazo de cementerio estaría lleno de camarógrafos y periodistas.

Todos estaban esperando que eso fuera un sueño, aunque todos sabían que ese día iba a llegar, un día que era inminente con Christian, pero ese era un día para el que ninguno estaba preparado.

- Ahora escucharemos unas palabras de sus amigos más cercanos...

Noah se levantó de su asiento y fue a dónde estaba el ataúd. Se sacó una hoja del bolsillo, la desdobló lentamente y la miro por unos segundos, suspiro y volvió a guardarla.

- Había escrito unas palabras para cuando esté día llegará pero... Ahora que lo vuelvo a leer me parece un poco infantil, aunque en ese entonces tenía 17 años. No puedo decir mucho de él, no como el acosador que tenía detrás.- dijo y miro a Lucas.- Ah por si no lo saben, ese acosador era Lucas. Parecias una garrapatita detrás de él.

Aunque trató de mantenerse fuerte, con cada palabra se le sumaba una lágrima más que salía de sus ojos. Respiro profundo.

- Una persona ultra grosera. Que decía una cada cinco segundos. Conocer a Chris fue una mierda. Casi me mata, literal, casi me atropella la primera vez que lo ví.- dijo pasándose las manos por los ojos.- Pero creo que le debo mucho por sacarme de mis estúpidos padres y pues fue mi familia por más de ocho años. Así que... Espero verlo en el infierno.

Pocas personas sabían porque Noah decía eso. Colocó una mano en el ataúd.

- Descansa amigo.- susurro y fue a su lugar. El siguiente en levantarse fue Sam fue hasta el ataúd y lo miro. Sacó una hoja del bolsillo de su chaqueta.

- Chris nos dijo escribieramos unas palabras, porque el idiota ese dijo que estaría aquí como fantasma y que iba a escuchar las tonterías que dijéramos, pero lo que escribimos en ese entonces es un asco, al menos lo mío. Y no tenía la intención de "renovar" eso. Por eso ahora solo voy a improvisar. No soy una persona que sea muy sentimental. Chris decía que yo era la persona más fría claro después de Nate, y que Noah solo vivía del sarcasmo, y claro que Lucas era el mariquita del grupo, que lloraba por todo...

- Pudiste dejarlo pasar ¿No?- reclamó Lucas. Sam lo miro por unos segundos para después sonreír.

- Nop.- dijo.- Chris era una persona... interesante. Le debo mucho a él, me saco del fondo y me ayudó todos estos años. Así que... Le debo mucho. Y espero verlo en el infierno.

Dijo por último y se fue a sentar. El siguiente en levantarse fue Nate. Se acercó al ataúd y lo miro por unos segundos y miro al frente.

- ¿Que? ¿Esperaban verme llorar?- pregunto riendo.- Nop. Eso no será hoy. Aunque por dentro me veo como una niñita llorando, ninguno de los presentes me a visto llorar y quiero que siga así. Así que... Lloraré cuando esté en mi casa, solo, con una mantita y un peluche.

Varios recuerdos con Christian llegaron a su mente de golpe, amenazando la promesa que se había hecho de no llorar en público. Respiro profundo y apretó las manos.

- Todos en este lugar conocimos a Chris de una manera muy extraña. Al mariquita de Lucas lo conoció en un instituto mental, que de por si, eso ya es raro. A Noah casi lo atropella, a Sam lo sacó de una bar a las tres de la mañana, porque el niño de 18 años se había escapado de su casa y estaba bien pobre. Cómo todos. Y yo... Lo conocí en un aeropuerto en Rusia. Un chico de dieciocho años que acababa de dejar a sus drogadictos padres. Y que por alguna extraña razón, me encontré con un millonario, en un avión de Rusia a Londres. Así que le debo mucho...

"A la única persona que de verdad ame con el corazón, y mi amor morirá con él sin que tuviera el valor de decírselo." Hubiera querido decir pero al final solo lo pensó.

- Así que...- repitió.- Le debo mucho, por sacarme del fondo, no se que hubiera Sido de mi sin él. Quizás ahora estuviera igual que mis padres. Quizás estén por aquí cerca unos huecos más allá. Muertos. Espero verlo en el infierno.- puso una mano en el ataúd y lo miro.

Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo. Quito la mano y fue a sentarse. Lucas se levantó y fue hasta el ataúd lentamente con las manos en los bolsillos.

- Bien... Cómo han recalcado mis queridos amigos. Soy un jodido llorón, que la última vez que llore por una estupidez fue cuando me partió una uña. Pero eso era algo que a él le encantaba. Le decía creo que era...

- Mariques extrema.- dijo Noah. Lucas lo miro sonriendo.

- Si eso. Podría decir muchas cosas, una larga, larga lista de cosas que a él le encantaban.- se detuvo. Aunque trató de contenerse no lo logró. Se puso las manos en la cara.- Lo siento, ya voy a llorar.

- Te estabas tardando.- dijo Nate.

- Bien... Se que no podré decir más cosas porque me echaré a llorar, así que solo diré que fue la persona que más ame y que espero con todo mi corazón encontrarlo en el infierno.

Fue a sentarse. El sacerdote volvió a acercarse mirando de manera extraña a esos cuatro chicos al escuchar esa misma frase por parte de ellos.

- Christian Evans fue un padre, un hermano, un amigo, y vivirá en nuestros corazones para siempre.- terminó de decir el sacerdote.

Después de tú muerte...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora