𝟘𝟙

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El palacio de los reyes Todoroki es tan amplio que en los doce años que lleva Kirishima viviendo en él todavía no ha conseguido conocer cada rincón de este. Hay zonas prohibidas para él como son los cuartos de la familia real o esa extraña puerta al final del quinto pasillo de la segunda planta. Aún descontando esas zonas hay muchas otras que todavía no ha explorado bien por tiempo o porque no desea hacerlo solo, al fin y al cabo las exploraciones son mucho más divertidas cuando alguno de los príncipes lo acompañan.

Kirishima no puede decir que es feliz en palacio más que nada porque sería mentir descaradamente. Es verdad que se lleva medianamente bien con los herederos, después de doce años no podría odiarlos a todos para siempre, pero no puede evitar tener cierto enfado hacia parte de la familia Todoroki por haberlo separado de sus padres y hermanos. Desea poder ser libre algún día, aunque sabe que será complicado desde que hace diez años Shoto declaró que se casaría con él cuando fueran adultos. No quiere casarse con él, no ama a Shoto como este lo ama a él, no siente esas supuestas mariposas en el estómago, tampoco desea pasar todo el tiempo posible con él, ni siquiera puede confiar en él porque la espina de que en parte es su culpa que esté ahí encerrado sigue clavada en su corazón. Kirishima no quiere a Shoto, pero eso no parece interesar al de cabellos bicolor y heterocromía.

Lo que más le gusta a Kirishima de la vida que está obligado a llevar son los sirvientes de palacio, con los que suele hablar mucho desde que el menor de los Todoroki cumplió los doce años y su padre le ordenó comenzar a hacerse cargo de ciertos asuntos— en un caso normal, al ser el cuarto heredero, no tendría demasiado que hacer pero con las expectativas de Enji de conquistar los tres reinos que los rodean desea poner al mando de cada uno de ellos a uno de sus hijos para así conceder poder a todos ellos—. Con los que más habla son Sero Hanta y Kaminari Denki, los cuales llevan sirviendo a la familia real desde los ocho años debido a que son hijos de las criadas particulares de la reina. Ambos niños se criaron también obligados en ese palacio por lo que los tres se entienden maravillosamente y pueden pasarse horas hablando, hasta que llegue Shoto para llevarse al pelirrojo a una "cita" por el jardín de palacio. A Kirishima no le molestan esas "citas" ya que simplemente se dedican a charlar sobre cómo ha sido el día del príncipe o de lo que ha hecho el pelirrojo para no aburrirse durante su ausencia. Aunque normalmente no le molestan esos momentos, sí se enfada cuando el bicolor intenta sobrepasar los límites que Eijirō trata tan desesperadamente de mantener. Se molesta cuando trata de besarlo, de rozar su cintura, cuando le susurra que está deseando su boda, cuando su mano trata de apoyarse en su mejilla como si fuera frágil. Lo molesta demasiado, pero tampoco está en posición de quejarse si es que desea continuar teniendo la cabeza en su lugar.

El día de hoy Kirishima ha decidido explorar el tercer pasillo del primer piso del palacio. Si hubiera llevado un mejor orden de investigación desde el principio seguramente ya conocería todos los rincones del primer, segundo y tercer piso— el cuarto es en el que se encuentran los cuartos de los príncipes y el quinto el de los reyes. Aún así el joven pelirrojo lo prefiere de esa manera, muchas veces se olvida de qué zona exploró hace dos semanas y se siente como si siempre encontrara algo nuevo aunque sabe que no en todas las ocasiones es así. La sensación de adrenalina al explorar es lo máximo que puede sentir en ese palacio debido a la prohibición de salir de este por parte del rey Enji Todoroki.

Las paredes de ese pasillo son del mismo tono claro que las del resto del primer piso, sin ninguna novedad aparente. En el pasillo hay un total de seis puertas de las cuales seguramente mínimo una da a un gigantesco baño. No sabe exactamente cuántos cuartos de baño ha encontrado ya en sus exploraciones, pero está seguro que mínimo ha visto diez diferentes. Las seis puertas son altas y de una sencilla madera, lo cual sorprende al joven tras saber que el resto de palacio siempre tiene puertas dobles pintadas de algún tono suave y con decoraciones de tonos dorados o rojos.

El príncipe [Bakushima]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora