𝟘𝟜

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El reciente descubrimiento de la biblioteca de palacio ha sido como aire fresco para Kirishima. No es que esté harto de siempre leer los mismos diez libros, aunque en parte sí, pero desea descubrir mucho más del mundo que se esconde tras las murallas de palacio. Se encuentra enfrascado en la lectura acerca de animales fantásticos, las hojas desgastadas y las letras estilizadas captando su completa atención durante horas. Lee acerca de dragones, sirenas, fénix e incluso grifos, descubre curiosidades sobre ellos y lee sobre diferentes mitos que los envuelven. No está seguro de la existencia de tales criaturas, obviamente, pero eso no quita la parte de interés y felicidad que le produce sumergirse en esas historias. Cuentos sobre princesas encerradas en torres, del poder de las lágrimas de fénix o de como las sirenas engañan a los marineros. El mar.. ¿Cómo sería verlo en persona? ¿A qué sabría esa agua tan diferente pero a la vez semejante a aquella que lo limpia y lo hidrata?

Cierra el libro titulado "Los misterios del fénix" una vez termina su lectura. Nuevos conocimientos abordando su pequeña y desordenada mente, haciéndose un lugar en sus recuerdos. Debe admitir que nunca ha sido una persona demasiado inteligente, siempre le ha costado demasiado aprender cosas nuevas y adaptarse a ellas, pero hay ciertas excepciones a esto desde hace algunos años. La lectura es una de ellas. Cuando un libro se posa entre sus manos y realmente logra cautivarlo no hay quien le haga olvidar nada de lo que ha leído. Recuerda cada diálogo de la historia, cada emoción de los personajes, cada escenario y cada miembro que conforma ese libro. En su opinión la lectura es uno de los únicos placeres que logran transportarlo fuera de ese asqueroso palacio.

Se levanta del pequeño sillón de la biblioteca con el interesante libro en sus manos, agarrado con delicadeza para no dañar ninguna parte de este. Se desliza entre las estanterías de madera, rozando con las yemas de sus dedos a los poseedores de las futuras historias que, en un futuro, tendrá la dicha de leer. Lo fascina la clasificación exacta del lugar, tan amena e intuitiva que hasta un niño de cinco años podría saber en que zona debe buscar para encontrar su libro favorito. Llega sin problema alguno a la sección de criaturas fantásticas, tan llena y colorida que es realmente una bendición para los ojos de cualquiera. Solo un pequeño vacío en ella, el generado por el libro entre sus manos.

Escucha unos sigilosos pasos aproximarse hasta él mientras rellena el hueco generado por el objeto entre sus manos. Supone que se tratará de Kaminari o de Sero trayendo alguna noticia o algo de comer, y sabe que no se equivoca en la suposición cuando un brazo le envuelve el hombro sin fuerza.

–Traigo noticias frescas– avisa Kaminari con una melodiosa voz al lado de su oído.

–Espero que no sea ningún truco sobre como hacer crecer el pelo o como verme más atractivo para las chicas– contesta burlonamente Kirishima con una pequeña sonrisa.

–Esta vez es algo interesante– asegura el rubio separándose con rapidez del pelirrojo– Puede que haya escuchado una conversación del consejo de guerra.

–¿Se puede saber qué hacías por allí?– pregunta curioso Eijirō, volviendo su mirada de nuevo a las estanterías– Supuestamente tienes prohibido estar por esa zona.

–Tú lo has dicho, "supuestamente". Pero eso es lo de menos, lo importante es lo que escuché.

Kirishima le hace un pequeño gesto con la cabeza, invitándolo a hablar mientras busca algún libro acerca de dragones.

–Resulta que el ejército del reino va a marchar en dos semanas. ¿Sabes lo que significa?– la pequeña preocupación haciéndose presente en su voz– Seguramente haya una guerra.

–Eso es horrible..– susurra Kirishima con un rostro preocupado, no quiere ni imaginar lo que podría pasar si realmente se sumergen en una guerra– ¿Sabes contra qué reino pretenden luchar?

El príncipe [Bakushima]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora