2015

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EN MODO OSCURO




















—Tu piel es cálida como un horno —mi respiración se aceleró—. Tu beso es dulce y azucarado —mordí sus labios, saboreando la suavidad de éstos—. Tus dedos se sienten como algodón cuando pones tus brazos alrededor de mí —él me apretó más contra sí, acariciando con ternura mi cintura.

Esto es como tocar la traición. Beso sus labios, admiro su cuerpo... ¿Por qué a de ser tan candente la traición?

—Siento como si solo me faltará algo cada vez que te vas. —depositó un beso en mi cuello, pasando la lengua.

Jadeo. Que insolencia que me tengas a tus pies, pecador.

—Tienes todos los ingredientes, excepto, que me ames —ronroneé, ocultando el rostro en el pecho de mi amado—. Con respeto... —con el índice comencé a dibujar círculos imaginarios en su pecho—... Yo no soy un trozo de pastel, para que solo me desheches.

—No entiendo a qué te refieres.

¿Te refrescaria la memoria la palabra "infidelidad"?

—Si... Seguro.

Escupi con evidente ironía.

—Yo me quedo helada en mi habitación, mientras te marchas con el glaseado de mi corazón.

Alcé el rostro para mirarlo a los ojos.

—Así que tomaré de vuelta lo que es mío —besé su pálido pecho—. Te perderás de aquella rebanada de cielo que te di anoche.

Me bajé de encima de él, levantándome.

—Admitir un error no es lo mío —confesó—. Sin embargo, hueles como la vainilla —relamió sus labios—. Sabes a crema de mantequilla. Estás llenando mis sentidos con calorías vacías, así que no vas a abandonarme —ordenó.

Enarqué una ceja, pensando. ¿Es en serio? ¿A qué punto quiere llegar con mi paciencia?

—Tienes todos los ingredientes, excepto, que me necesites. No me amas, no me necesitas, ¿Lo comprendes, babi?

Agarré su teléfono de la cómoda y lo estrellé contra la pared, los pedazos de vidrio caen y la pantalla se enciende evidenciando las líneas de cortes. Incomunicado, querido babi.

—Si yo solo soy un trozo de pastel, entonces, eres solo un trozo de carne —gateé hacia el, como un minino en la cama, acorralando a su ratoncito—. Tu eres solo un trozo de carne para mí.

El ego en mi crece a números elevados. Con solo un par de palabras logré que mi hombre, se redujera de tamaño. Mi ego es más superior que el suyo. ¿A dónde se fue el chico que pretendía joder mi cu!#?

—Ve por tu rebanada de pastel a dónde siempre lo haz buscado, estoy segura que te a de estar esperando.

Su enojo, tristeza, decepción, miedo me lo transmitió en un parpadeo de ojos. Su iris dilata por mí presencia.

—Nos vemos en otra vida, babi.

Cogí mi perro de peluche y caminé hacia la puerta. El no se inmuta en lo absoluto, solo se dedica a verme marchar. Tragué la saliva que se acumuló en mi boca.

Rezo que la chica que él vaya a ver aún esté en el contenedor de basura. No quiero tener que preocuparme que babi se coma un pastel contaminado.





















¡Espero que se encuentren todos bien! Nos vemos en el próximo💛

¡Espero que se encuentren todos bien! Nos vemos en el próximo💛

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MELANIE MARTÍNEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora