2018

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Arriba les dejo un video de nuestra cantante en sus tiempos de The Voice ;) 

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Arriba les dejo un video de nuestra cantante en sus tiempos de The Voice ;) 



















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EN MODO OSCURO






















—El ajedrez no es lo que más me gusta —movió un peón—. Pero me será de ayuda en esta ocasión —desvió la mirada del tablero, para centrarse en mí—. Tú eres una reina cry baby, ¿Viste el peón que acabo de mover? Esas son las chicas que le escriben a tu novio —inclinó su cuerpo en la silla, mirando el cielo—. Pero como tu novio es tremendo caballo —agarró el caballo y quitó a un peón-. Prefiere comerse al peón en vez de a la reina.

—Yo tenía un camino —miro a los demás campistas pasar de un lado a otro—. Entonces lo perdí por mi propia cuenta —empujé el tablero hacia él, formando una mueca en mis labios.

—Como si no lo supieras —insinuó, mofándose con ironía—. Lo bueno de este viaje es que al menos te despegaras del chicle que llamas emociones.

Tendió su mano hacía mí, y la acepté, levantándome tan rápido que me mareó por un milisegundo. El aire puro y limpio del bosque impregna mis sentidos de paz, no hay humo de carros ni ruidos escandalizando la zona, solo pisadas, risas y quizás uno que otro grito por aquellos que odian perder en el monopolio. Inhalo el olor a Pino y la tierra mojada por la noche de tormenta. Esto sí que es vida.

Mi hermano me guía con sus pasos, caminando más allá del círculo de reglas por los animadores del campo. Unas pequeñas piedras se encarnan en las suelas de mis botas e incomodan mi paso al andar, pataleo y solo consigo lodo con hojas y ramas en mis botas. Genial, esto va para la colección de otoño. El se encuentra a unos dos paraguas de distancia de mí, ¿Cómo es que yo heredé toda la parte mala y el la buena? Adoptado tenía que ser... Ja, ya quisiera.

Nos detenemos en un acantilado y nos sentamos a unos pocos metros, admirando el distanciamiento del suelo, tan lejano... Y peligroso.

—Yo tenía un corazón, pero la reina ha sido derrocada. —apoyo mí mentón entre mis manos. Se me ha caído la corona.

—¿Perdón? —lanzó su mochila hacia mí—. ¡No! ¿Así te sientes, cry baby? —bajé la cabeza, escondiendola en su mochila—. ¡Las reinas no se sienten derrocadas, ellas luchan, derrumban enemigos, ganan! -levanta sus brazos, queriendo animarme con su discurso de Edna moda.

Suelto un grito en el interior de la mochila, sacando la pena, la ira, la decepción. No sé cómo pasó esto, es como si el tren del amor pasará frente a mí y lo perdiera en última momento, y ahora no duermo pensando en su sonrisa, en esa dentadura cautivando con su carisma. Alzo la cabeza y abrazo la mochila.

MELANIE MARTÍNEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora