V de Vendetta: Secondo Mundus

Escapando

Noviembre 5, 08:30 hrs.

Me encuentro sentada en el piso del departamento al lado de la ventana. Al lado sobre mi cama esta la mochila donde tengo mi pertenencias lista para irme. No pude dormir toda la noche pensando que en cualquier momento podrían entrar agentes de "The Finger" y llevarme tal y como lo hicieron con mis amigos y padres. 

La noche transcurrió en absoluto silencio, deje abierta una ventana en caso de que vinieran por mí, salir disparada por ella y huir. Pensé toda la noche en que debería hacer o adonde debería de ir y como hacerlo. Desaparecer seria la opción más sensata en ese momento. Pero con Fuego Nórdico en cada entrada y salida del país, sería bastante difícil, y no quiero esconderme en casa de mis amigos pensando en que a ellos también podrían hacerles algo por ser cómplices. No puedo involucrar a nadie en esto, es mi problema, solo mio.

Miro hacia mi cama y al lado de ella esta la flor blanca que V me dio. También me planteé eso, pedirle ayuda, pero estaba en la misma situación que yo, no hay a donde escapar, es un milagro que allá podido ver el amanecer.

Repentinamente escucho como tocan a la puerta de mi departamento con fuerza. Estoy a punto de tomar mi mochila y huir, cuando, escucho su voz.

-Ann, ¡Ann!- escucho detrás de la puerta, es la voz de Nick -abre la puerta mujer, vamos tarde-

Frunzo el ceño extrañada, ¿De que habla?, La entrada al San Bartolome es a las 10:00 hrs.

-Es tú culpa por dejarme plantado ¿sabes?, hoy tenemos la entrevista acerca de los nuevos contrastes y el apoyo para los resonadores que recibimos el otro día de Fuego Nórdico- 

Abro los ojos como platos, y enseguida recuerdo todo lo concerniente a ese asunto. Se brindo el apoyo al hospital para nuevos resonadores debido a la baja calidad con la que percibíamos anomalías en las imágenes. Fueron gestionados por la BTN desde un principio, con la condición de salir en las noticias agradeciendo al canciller Sutler por su apoyo incondicional a la salud. Pura mierda, pero...

-¡¿Es hoy?!- grite desesperada hiendo a abrir la puerta -¡¿Porque no me dijiste nada imbécil?!- 

Al abrir la puerta, un hombre bien visto, alto de tez pálida, cabello negro peinado hacia atrás y ojos azules portando un elegante traje con bata blanca colgada en su brazo entro de inmediato con expresión exasperada.

-Te lo hubiera dicho si no me hubieras dejado plantado por quinta vez- replico a manera de excusa y no enojo -además, no contestas tu celular, genio-

Upps, lo había apagado por miedo a que me rastrearan por miedo de que me rastrearan si llegaba a idear una manera de escapar.

-¿Porque te quedas ahí parada?, Ve y cámbiate, traigo el auto llegaremos en 5 minutos si te apresuras- espeta cerrando la puerta y sentándose en un sillón cerca de mi escritorio, toma un libro de mi estante y con total confianza comienza a leer esperándome. Este tipo no tenía ni la más mínima idea de lo que estaba ocurriendo, tan solo me estaba dando más problemas de los que ya tenía. 

¿Que debería hacer? No podía salir en las noticias después de lo de ayer, irían por mí al instante, sin mencionar que también interrogarían a Nick, pero tampoco seria sensato contárselo. Mientras menos supiera, menos sospechoso seria, y menores problemas tendría.

Cerré la puerta y fui directamente a mi armario a escoger las prendas que me pondría, tendría que seguirle el juego mientras ideaba algo. Varias ideas recorren mi mente, pero en todas Nick queda enredado en este embrollo. Golpearlo, dejarlo aturdido y huir, era la más útil y simple de todas en ese momento.

-Ponte esa blusa negra pegada con el pantalón holgado de tela lisa, se ve elegante y cómodo- dice sin prestarme atención mirando aún su celular.