¿Tú vida es miserable?
Dímelo a mí que tuve que reencarnar como demonio de los deseos y ahora debo controlar los cuerpos de las personas para que sean capaces de cumplirlos. Todo mediante un pacto de sangre.
¿Por qué lo hago?
Quiero recuperar mi ant...
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━━━━━━ • PARTE 1 • ━━━━━━
Ouchijuku, Asia Oriental. Finales del siglo XV.
La llegada del primer integrante de la familia Suzuki era la gran maravilla para todos los socios importantes, el gran inicio de una nueva generación donde los negocios no se detendrían.
Un varón que fue bendecido con la mejor salud, la próxima cabeza principal del gran imperio de Ouchijuku. El padre de la bendición, el Emperador Tenma, era uno de los mejores hombres entre los más poderosos de la nación.
Su historia comienza como muchas en los pueblos, durante esta época los países se enfrentaban entre distintos periodos, esos que marcaron la historia dentro de muchos siglos después.
Nuestro caballero peleó durante muchos años, arriesgando el cuello por su en ese entonces Emperador Ikari, un hombre de avanzada edad que no se rendía fácilmente. Se dedicaba completamente al proteger a su familia, buscaba un mundo mejor para que sus nietos no conocieran la guerra.
En uno de los ataques contra el enemigo, nuestro caballero fue el escudo del Emperador Ikari, un descuido de uno de sus escoltas le costó la vida a su amo. Como forma de agradecimiento, Ikari lo nombró como maestro y samurái personal, aquel que lo protegería en las próximas guerrilleras.
Como costumbre, el varón se ganó el respeto y reconocimiento del Emperador, obteniendo así, la mano de una de sus hijas. Un compromiso que dio inicio a la nueva cabeza principal, ese que lo sustituiría en los combates próximos.
Para suerte de Tenma, su primogénito fue varón. Aquel que seguiría con el linaje de los Suzuki, el siguiente en portar con orgullo la espada real que les es entregada una vez que ascienden al trono, aquella que jurarían usar solo para proteger a sus súbditos.
Su nombre era Akio, al ser el primero debía tener una educación estricta. Más tarde, Tenma decidió procrear a más hijos, cada uno con diferentes propósitos. Esta vez, la suerte no estaba de su lado, engendró una doncella preciosa, Tenma no se iba a rendir, deseaba con muchas ansias el tener un segundo varón.
Después de la segunda hija, le dio tiempo a su esposa de recuperarse, ya que los médicos le informaban que su salud podía estar en juego.
Una vez nació el segundo hijo, su capricho duró muy poco, Tenma estaba volviéndose cada vez más viejo y sus intereses por criar a un recién nacido estaban por debajo de sus planes. Pero a Saya, esposa y Emperatriz de Ouchijuku, no le importaba cuan vieja se volviera, amaría a sus hijos sin importar que.
Por su propia decisión llamó al pequeño brote, Gaara. Un dulce bebé de grandes mejillas y ojos oscuros, un pequeño que pese a la edad de la madame, había nacido completo.
Saya se encargó de darle el doble de amor, ese que su padre no le había dado como sus hermanos. Estaba tan ocupado con la educación de su hijo mayor que se estaba empezando a alejar de los demás.
