𝑆𝑡𝑜𝑟𝑦 0|Donde todo comenzó|

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━━━━━━ • PARTE 2 • ━━━━━━

--Uhhm, últimamente Shiro-sama* está solicitando seguidamente los servicios de Emi --piensa madre mientras analiza las ventas semanales.

Mientras ella revisaba de manera meticulosa los recibos, Emi tocó la puerta para traerle una bebida energizante de media tarde.

--Madre, he traído tu té. Esta tarde es Gyokuro --Okaasan lo llevó a su boca dando un ligero pero delicioso sorbo.

--El natural y esquicito rocío de jade. Los brotes son escogidos del más joven árbol, aquellos tiernos y delicados que son resguardados de los rayos solares para evitar su mal sabor --lleva otro sorbo a su paladar--. Perfecto. Sí que has tomado mis consejos.

-- ¿Cómo no ignorarlos?, si desde pequeña me has entrenado para ser esto.

Madre estaba orgullosa de la mujer que había creado, esa bebé que había sido desechada de la vida de su madre, ahora era una mujer perfecta, con una buena educación, los hombres pedían a gritos el tenerla, solo que era imposible.

Las geishas pueden tener relaciones sexuales con sus clientes, solo si es consentido. Pueden estar con el hombre que quieran, incluso juguetear con ellos.

Esta noche Shiro-sama había pedido a Emi en una habitación privada. Al ser una geisha de élite estaba en la mira de muchos hombres poderosos. En especial de uno, Shiro Yoshida, uno de los mejores socios económicos del emperador de Kioto.

--Los últimos días ha estado visitando a la hija del emperador, se cree que pronto se casarán para que ambas herencias sean de lo más exquisitas en dinero. Pero últimamente, Shiro-sama visita con frecuencia a Emi. En sus visitas anteriores no había gastado tanto dinero en ella, pero se cree que una noche quedó flechado por su belleza.

--Vamos Rei, ¿Qué hombre en su sano juicio no se enamora de nuestra queridísima niña? Es pecado el no hacerlo, muchos hombres visitan el Okiya por Emi.

--Gracias a sus ventas podemos sostener aún el lugar. Por lo menos de algo nos sirvió tantas canas verdes.

--Reconozco que no fue fácil criarla. Al principio tenía una actitud muy rebelde. Fue gracias a que observó a Okaasan tocando el shamisen*, de lo contrario seguiría siendo una niña tan malcriada --las damas estaban tan metidas en su conversación que no se percataron de que alguien las estaba escuchando.

--Si el perder el tiempo hablando espaldas de las personas, fuese un oficio. Ustedes harían millonario a este lugar --irrumpió madre.

-- ¡AHHHHH! --Gritaron ambas.

Después de tranquilizarse un poco, ambas regresaron a sus empleos. Esta noche estaba saturada de trabajo. Muchos extranjeros estaban tan curiosos por conocer cosas nuevas, querían comprobar si era cierto lo que se especulaba de las geishas.

Mientras tanto, en la habitación privada. Emi estaba ofreciendo sus servicios al hombre, como primer espectáculo inició su presentación con una exquisita melodía de su auditoría.

Las dulces melodías que se transferían por cada caricia dada a las finas cuerdas del shamisen*, provocaban un placentero sonido al oído. El ver tan suaves manos acariciando al instrumento, ocasionaba un deseo por estar en su lugar. La mirada de placer de la dama, dejaba mucho a la imaginación del espectador.

Una vez la melodía terminó, los aplausos del hombre se dieron de forma repentina; era su forma de agradecimiento por tan grandioso espectáculo. Emi bajó del escenario acercándose al hombre que había pagado por su presencia esta noche.

El Peligro detrás del Kimono©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora