Capítulo 4

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Muy buenas a todos, aquí vuelvo con el cuarto capítulo de esta historia. Finalmente un nuevo capítulo para los que siguen está historia desde mi otro fic xD. Perdón por la demora, pero he tenido algunos contratiempos con mi universidad y eso no me permitía escribir :"c . Sin más que decir, los dejo con la historia, espero les guste.

Shinobu no despertó de la mejor manera, en sus ojos se notaban las ojeras, producto de lo poco que había dormido por pensar en cierto molesto jefe

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Shinobu no despertó de la mejor manera, en sus ojos se notaban las ojeras, producto de lo poco que había dormido por pensar en cierto molesto jefe.

— Y pensar que ni en sueños me dejas de dar trabajo Tomioka-san— Pensó para si misma entre divertida y triste.

La anterior noche intentó hablar con él, tocó su puerta muchas veces, pero sólo le respondió el silencio. Normalmente ella no se quedaría tranquila con ello; sin embargo, los recuerdos de su discusión menguaron su insistencia en seguir tocando. Él necesitaba tranquilidad, y ella sentía que era lo mínimo que podía ofrecerle, ya luego habría tiempo para disculpas.

Se dirigió a su baño para lavarse el rostro, necesitaba enfocarse en intentar volver a colocar su máscara, o sino sólo lograría ser tragada por su "alegre" nuevo mundo.

Practicó en el espejo un sinfín de veces, hasta que por fin volvió a colocar esa eterna sonrisa en su rostro. Sin embargo, por alguna razón, sentía que ahora le pesaba más.

Ignoró esa molesta sensación, y se alistó para tomar rumbo a la universidad.

Llegó a la estación de siempre y se dispuso a esperar su tren. La primera vez que estuvo ahí, se sintió asombrada por lo moderno que se veía la estación en comparación al lugar de donde ella provenía.

Ella no había nacido en cuna de oro, su familia era de un pueblo pobre alejado de la capital. Sin embargo, eso no la molestaba para nada, lo que pudo faltarle en dinero, le sobraba en el amor que su familia le daba. Y aunque sus padres ya no estaban con ella, siempre guardará sus enseñanzas y su afecto en lo profundo de su ser.

Shinobu sonrió algo melancólica, pero "algo", o mejor dicho "alguien", la sacó de sus pensamientos.

Pudo distinguir a lo lejos una inconfundible cabellera negra, Tomioka Giyuu se encontraba caminando a unos metros de la estación.

Shinobu se quedó sorprendida, no esperaba para nada verlo tan pronto, y menos en un lugar así. Tal parecía que hoy era su día de suerte.

El sonido del motor de un tren le hizo refutar este último pensamiento.

— De todos los momentos posibles, ¿tenías que llegar justo ahora? ¡Ah no! Esta vez no huíras de mí Tomioka-san — Shinobu salió corriendo de la estación, y se dirigió hacia donde su jefe había ido.

Lo siguió por unas cuadras, hasta que finalmente llegaron a un lugar muy lúgubre, según ella. Aunque todo tomó sentido cuando vió el letrero colgado en la entrada.

Mi "alegre" nuevo mundo (giyushino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora