Capítulo 9

47 5 0
                                    

Me arreglé lo más rápido posible, no sabía dónde me llevaría así que decidí vestirme con unos pantalones de mezclilla, una camiseta negra, un blazer beige y una botas también negras para dale un toque informal a mi atuendo. Salí de mi cuarto y me dirigí hacia Thomas quien se encontraba de nuevo junto al estante sosteniendo la misma foto de la otra vez, la observaba con seriedad frunciendo el ceño, parecía pensativo.

—¿Todo bien?  —pregunte, al escuchar mi voz devolvió la foto a su lugar.

—Si, gracias, creo que deberíamos irnos -miro su reloj

Ibamos en su carro y no tenía una idea de dónde me llevaba, nos alejamos cada vez más de la ciudad.

—¿Que tal estuvo tu semana? —cuestionó

—Mmm, nada fuera de lo común

—¿Fuera de lo común? Iluminame

—Universidad, trabajo, libros —sonreí— nada interesante, a propósito ¿cómo sigue tu abuela?

—Mejor, se le olvida que esta delicada del corazón y cuesta mucho cuidarla.

—¿uh?

—Tiene alzheimer —Respondio al verme confundida

—Lo siento ¿Cuanto tiempo?

—Cuatro años, se encuentra en la etapa media. Suele ser difícil.

Asenti —Se nota que la quieres mucho.

—Así es, mi tiempo con ella es increíble, siempre estuvo para mi, no es que ahora no lo este pero es distinto, olvida todo o confunde el tiempo eh intentado no abandonarla y pasar todo el tiempo posible con ella.

Le sonreí cálidamente en señal de comprensión —Eres incrible —musite.

—Te interesará saber que la carta que te envie fue idea de ella.

—¡Como te atreves! En ella decía que te gustaban las cosas a la antigua ¿¡en qué más me mentiste!?

Una carcajada salió de su boca —y lo hago, solo que no imagine que te gustaran, estaba hablándole a Nona de mi día y pues le dije que había vuelto a ver a la chica más hermosa que existía —Sus palabras se me hacían super ñoñas pero aún así mis mejillas se tiñeron de de rojo— entonces dijo que los hombres solo encontramos a la mujer más hermosa una vez en nuestra vida y eso amerita el mejor detalle.

—Bueno creo que te has equivocado porque...

—No arruine el momento solo di gracias —me interrumpió— ante los ojos correctos eres más que hermosa y es lo que eres para mi, ojalá te vieras como te veo yo así no dudarías de nada.

No supe que decir así que me quede ensilencion con mi vista hacia la ventana. En mi opinión no sabía que creerle y que no, se notaba que era muy labioso y los hombres así casi nunca dicen la verdad.

Después de varios minutos llegamos a la entrada de un edificio bastante grande, tenía una fachada antigua y se encontraba al centro de un enorme terreno.

—Exactamente que hacemos aquí —cuestione.

—Recuerdo lo mucho que te gustaban los niños. Yo solía venir aquí una vez al mes, dejé de hacerlo hace unos meses y pensé que sería bueno traerte.

—Cada vez me das más miedo ¿qué tanto sabes de mi?

—No mucho como me gustaría, no te había visto desde hace cuatro años, creo, y por lo visto has cambiado demasiado.

Me removí incomoda en el asiento —Todos cambiamos en cuatro años ¿Que es este lugar?

—Una casa hogar —sentí mis mejillas arder, como el aire comenzaba a faltar, esto debía ser una broma.

Ama, Perdona, Cree Y Atrévete (Escribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora