Capitulo 14:

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-No, chicos, por favor, ella está bien, solo está dormida – escucho la voz de Carol

Lentamente intento abrir mis ojos, paso mi mano derecha por mi rostro y es cuando escucho un “ya despertó”. Saco lentamente mis manos de mi rostro, abro mis ojos, y me encuentro a todos a mí alrededor.

Rayos, son muchos ojos puestos en mí. Nerviosa me intento levantar, pero soy detenida por Carol.

-hey, tranquila. No tan rápido. Déjame ayudarte. – ella pasa su mano izquierda por mi espalda, mientras que con la derecha toma mi brazo derecho, dejándome sentada. Paso mi vista por el lugar, es una especie de cabaña. Carol le hace una seña al grupo para que salgan del lugar, a lo cual todos obedecen.

-qué ocurrió? – dirijo mi mirada a mi hombro que fue baleado y ahora se encuentra cubierto por una venda limpia. El dolor que sentía antes ya no está, o al menos ya no tiene la misma intensidad de antes, ya casi no duele nada.

-te desmayaste. Ya te desinfectamos y suturamos, ya estás bien. Creo que fue mucho tiempo el que estuviste herida y se te estuvo infectando un poco. Por eso el dolor se hacía cada vez más intenso. Perdiste mucha sangre, pero por suerte no fue lo suficiente para que ocurriera lo inevitable, pero te recomiendo que comas algo para que te repongas. Ah, y hay un montón de gente preocupada por ti allá afuera, y con un montón de gente me refiero al grupo completo. – dice con una sonrisa mientras iba a salir de por la puerta de esta especie de cabaña en la que nos entrabamos.

-Caro! – ella vuelve a entrar - gracias… por todo – Ella posa una mano en mi mejilla y me da una dulce sonrisa.

-no hay por qué.

Solo le sonrío como respuesta.

-Lena!! – una dulce voz se hace presente en el lugar.

-linda! – ella me abraza fuertemente.

-creí que ibas a morir.

-no vuelvas a decir eso. Te prometo que nunca dejaré de hostigarlos. Seguiré viva solamente para molestarlos por la eternidad – digo a lo que ella ríe

-quisiera ser como tu… así de fuerte, y difícil de vencer. Yo soy tan débil… - dice con una voz como si estuviera triste. Sus palabras me retuercen el corazón. Ella me está tomando como un ejemplo a seguir?. Creo que esa no es una muy buena idea. Si supiera todas las cosas que he hecho, creo que ni siquiera se atrevería a acerarse. Espero que nunca llegue a ser como yo. Que no pierda su esencia dulce. O al menos hasta que sea mayor. Que siga siendo la misma niña dulce de la que me encariñé en tan poco tiempo.

Beso su cabello y ella se separa de mí. Me regala una de sus dulces sonrisas y se va con el resto del grupo. Pero no me quedo sola, ya que mientras ella se iba, también entran Nick y Evan.

-cómo estás – dice Evan mientras se posiciona a mi derecha y Nick a mi izquierda

-mucho mejor, gracias… como está tu brazo Nick?

-mm… ya no tengo mano – dice con una mueca- …estoy bien. – me da una sonrisa de lado

-Ven, vamos afuera. Carol ya avisó que estás mejor, pero de todas maneras no dejan de molestarla. –Dice Evan a lo que río, mientras bajo de la mesa en donde estaba sentada. Pero antes de salir le doy una mirada a la cabaña. Hay un hombre tirado en  el piso, con golpes por todas partes, su rostro está inflamado y tiene moretones y sangre. Quizás que hizo para recibir semejante paliza.

Un momento, su brazo se movió. Iba a decirle a Evan, ya que lo más probable era que se estuviera convirtiendo y tendríamos que rematarlo, o si no sería un problema. Pero extrañamente el hombre solo hizo es movimiento, no se volvió a mover. Podría jurar que ese hombre está vivo.

No es una típica historia de amor (Carl Grimes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora