Capitulo 19:

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Levanto mi cabeza, adolorida. Dirijo la mano a mi frente y, ¡RAYOS!, estaba sangrando.

-chicos! – intenté hacerlos reaccionar.

-Lena!, estas bien?!?! – escuché la voz de Glenn.

-si, todo en orden! – dije para no alarmarlo demasiado. Solo es un raspón, no es nada grave.

-Eugene – dije moviéndolo – estas bien?!?

-si, estoy… estoy bien…

-ABRAHAM!!

-tranquila!, aquí estoy!

-Tara, Rosita, Maggie?!?!

-aquí – se escucharon las voces de las tres.

Uf!!! Todos están bien.

Me comencé a mover, intentando salir de ahí.

Qué pasó?, creo que chocó con algo, la cosa es que ahora el autobús está vuelto.

Si!, logré salir del asiento.

Iba pasando por una ventana, pero de la nada esta se rompe, dejando ver unos muy deteriorados brazos. Un caminante!, MIERDA!

Me lancé como pude al otro extremo del autobús, pero la ventana de este también es rota por uno de ellos, intentado comer.

-el motor se prendió fuego – habla una agitada Rosita – debemos salir de aquí.

Saqué mi cuchillo y se lo enterraba en la cabeza a los dos caminantes, pero en cuanto ellos cayeron otros más aparecen por las rotas ventanas.

-vamos Eugene, levántate – dice Tara mientras ayuda a Eugene a levantarse.

-bien, primero saldremos tu y yo y los derribaremos – se refiere Glenn a Abraham. - … luego Maggie y Rosita saldrán… luego todos empezamos a derribarlos, entendido?

Todos asentimos.

-Chicas, ustedes cubran a Eugene – nos dice Abraham, refiriéndose a Tara y a mí.

-bien

-a mi señal!!... AHORA!!! – grita y abre de una patada las puertas traseras dl autobús.

Y ahí estaba lleno de caminantes. Todos salen y comienzan a combatirlos, y yo fui la última en salir.

Ah, no, esperen, Eugene aun no sale.

-vamos Eugene, debes aprender a defenderte! – digo animándolo, pero procurando que los caminantes que se me acercaran no me tocaran. – amigo, no siempre estaremos nosotros, y la única persona que puede estar pendiente di ti todo el tiempo, eres tú mismo. Debes aprender. Toma un cuchillo y ven. – le tiendo uno.

Él, dudoso, asiente, me recibe el cuchillo y se pone a mi lado.

-vamos, se te está acercando uno. Inténtalo, estaré aquí. – le asiento para darle seguridad y el me responde de la misma manera, pero más dudoso.

Él toma fuerte su cuchillo, manda un grito y se lanza sobre el caminante.

Me acerco a él, ya que enterró el cuchillo, pero parece que no con demasiada fuerza porque el caminante seguía intentando comérselo.

Entierro el cuchillo en su cabeza y lo ayudo a levantarse.

-nada mal. Mejorarás. Tal vez se te den mejor las armas de fuego. – le doy una sonrisa para apoyarlo.

Me giro y voy matando a los caminantes que se me cruzan.

-TARA! – grito al ver que un caminante estuvo a punto de morderla, pero Eugene se adelantó y lo mató.

No es una típica historia de amor (Carl Grimes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora