Capitulo 13:

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Hemos estado unas cuantas semanas aquí y en ese tiempo me hice muy buena amiga de Maggie, ella es una gran mujer, perdio a su esposo y no paró de buscarlo hasta encontrarlo, perdio a su hermana, Daryl nos conto lo que le ocurrió,  se la llevaron el una auto. Perdio a toda su familia, solo le queda su hermana desaparecida y su esposo, es una mujer muy fuerte, creo que ya hasta la concidero de mi propia familia.

Lo mismo ocurrió con Abraham, es un hombre duro e intimidiante a simple vista pero una vez que lo conoces, es una gran persona, de un buen corazón,  o es almenos asi como el se demostró conmigo.

Sinceramente en todo ese tiempo encerrados aqui, creo que me hice muy cercana a todos los del grupo, son todos excelentes personas que han sufrido mucho, igual que todos.

Estos malditos nos tienen deshidratados y hambrientos, y mis ganas de asesinarlos se hace cada día más grande.

En este momento nos encontramos todos haciendo nuestras propias “armas”, para cuando se acerque alguno de los malditos.

-ahí viene uno… - anuncia Daryl que está viendo por un rabillo de la puerta

-ok, todos prepárense – nos ordena Rick, y de inmediato todos nos pusimos alrededor de la puerta del vagón, listos para atacar a quien sea que vaya a entrar.

Y cuando creímos que entraría alguien, abren una especie de puerta en el techo y dejan caer una especie de lata. La observamos por unos segundos hasta que Abraham grita

-MUÉVANSE!!! – y todos saltamos a las orillas del vagón, dejándonos caer al piso y la cosa esa explota, llenando el lugar de un gas, y es cuando abren la puerta y entran unos hombres, no pude distinguir cuántos de ellos eran pero venían con unas máscaras y tomaron a Bob, a Glenn, a Daryl y a Rick. Por qué se los llevan!?!!?. Me estaba comenzando a acercar al resto del grupo cuando siento unos brazos que me toman por detrás, giro la cabeza y es uno de los malditos con la cara tapada. Mierda.

Me arrastran por el vagón, digo que me arrastran porque voy tirando patadas y ellos me arrastran tomando mis brazos. Me dejan caer junto a Glenn, el cual está amarrado por las muñecas y al que también acaban de darle un golpe en la cabeza, al igual que el resto de los chicos.

El hombre se estaba acercando a mi nuevamente pero cuando se iba a digan a golpearme, rápidamente saqué el cuchillo de mi bota y se lo enterré en su estómago. Él cayó de rodillas al piso y fue cuando le enterré el cuchillo en la cabeza.

Los hombres que llevaban a Glenn, lo sueltan y se acercan a mí, pero yo también me acerco, y a uno de ellos le di una patada en sus partes nobles, y en ese tiempo en el que él se quejaba de dolor, fue cuando ataque al otro hombre y pasé mi cuchillo por su cuello, haciéndolo caer con la sangre escurriendo, me acerco al otro hombre y rápidamente le entierro el cuchillo en su cabeza.

De una manera u otra iba a tomar venganza de cada uno de estos malditos.

Lo que hice hace un rato, y todo lo que sentí, creo que me han hecho más fría, más cruel, ya que ahora no siento temor alguno en el momento de deslizar un cuchillo por el cuerpo de una persona, o en el momento de jalar el gatillo de un arma cuando apunto a cabeza de alguien.

Esto no es algo que o debería estar haciendo, es horrible que a mi edad yo haga todas estas cosas, estoy consciente de ello, pero es inevitable si existen personas como estas, o incluso si existen muertos que caminan, con un hambre insaciable e intentan comerte en el momento en el que te ven. No, es imposible.

Voy hacia Glenn y lo desato y lo ayudo a levantarse.

-Debemos ir por los demás – digo mientras comenzaba a correr

No es una típica historia de amor (Carl Grimes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora