❝Don't go, I'm alone❞ Rickorty

⸙; four. like a marriage

Morty se acomoda su gorra frente al espejo del baño y arregla el cuello de su camisa. El gerente hará una revisión del uniforme de cada uno de los empleados y quiere verse impecable. Se sonríe con orgullo y cree que recibirá un halago por la prolijidad que se cerciora una última vez tener.
Sale de ahí, listo para desaparecer parte de la noche.

Baja a la sala y ve que Summer está ahí viendo una película. Se despide de ella y cuando apoya la mano en el picaporte de la puerta, ésta se abre del otro lado y se hace a un lado por el susto. La puerta le golpeó la cara, así que se soba, con dolor, el rostro entero, en especial la nariz. Es Rick quien ha entrado tan de repente.

—¡Morty! —grita buscándolo—. ¡Oh aquí estás! ¡Ven, debemos irnos! —Lo agarra del brazo y lo arrastra lejos de la puerta, que ya ha sido cerrada. Saca la pistola de portales para disparar y abrir uno. Se ve desesperado.

—¿Q-qué? ¡Rick, para! —Quiere soltarse del mayor, no tiene tiempo para ir en una aventura con él.

Summer se levanta del sillón, alterada por lo que está pasando.

—¿¡Rick, qué pasa!? —Los dos la escuchan pero sólo uno voltea a verla; su hermano.

Él también quiere saber, hasta se ha llevado el polvo del suelo para negarse a seguirlo. La gorra se le ha desacomodado.

—Agh... —suspira—. Le-le debo dinero a unos imbéciles y tenemos que ir a conseguir algunos schmeckles ahora mismo para pagarles. Vamos Morty. —Lo tira del brazo pero él se rehúsa tras lo que acaba de entender.

—¿Esta es otra de las situaciones en las que olvidaste tus propias deudas? —No es la primera vez, pero odia que siga pasando. ¡Y justo hoy!

—¡No! —exclama, moviendo su cuerpo con molestia.

—¡Nunca eres puntual con tus deudas! ¡Eres u-un irresponsable! —Lo señala con enojo y hasta se quita la gorra para que vea muy bien la cara que tiene. No está feliz.

—¡Calla! Vendrás conmigo, vendrán a matarme si no les devuelvo el dinero para mañana. —Gruñe.

El portal sigue abierto y quién sabe a dónde lleva, sólo Rick conoce su destino: Se pasó toda la noche pensando su juego, su cruel y repugnante treta para hacer que su nieto volviera a estar bajo su merced una vez más.
Intentó lucir vulnerable con esa estúpida excusa, pero no le estaba saliendo como quería.

—¡Es el mismo puto cuento, Rick! ¡Puedes ir tú solo! Yo tengo que irme a trabajar, ¡suéltame! —Su tono de rabia hace que afloje el agarre, se libera.
El mayor sabe que apretó mucho y sabe que Morty está aguantando el dolor que le causó sin querer. No es el momento para apreciar ese detalle.

Trata de reunir fuerzas para seguir hablando, aunque todo ya se le ha ido al carajo...

—Sabes muy bien que tus ondas cerebrales me ayudan a--

—Supongo que sabrás cómo defenderte de esa gente. Eres el hombre más inteligente del universo, ¿no? Usa algo que tengas bajo la manga, nunca te cansas de eso. Yo me voy a la mierda. —Arruga la gorra en una mano y se da la vuelta, pero Rick le grita:

—¡Pequeña basura! —Morty vuelve a dirigir su atención a él.

El portal se cierra detrás, todos lo notan.

Se muerde el labio inferior antes de reclamarle. Tampoco tiene el valor para acortar distancia entre ellos, teme por su abuelo y por sí mismo.

—¡Te dije que anotaras tus putas deudas para que no lo dejaras hasta último momento como siempre haces! —Ese dedo tiembla cuando lo señala, no quiere, pero debe. Iba tan buen de humor y ahora llegará tarde al trabajo porque no es capaz de escapar del griterío.

Los dos están sufriendo en silencio.

—¡Estaba ebrio! —La ha cagado, y ahora Morty debe estar detestándolo.

Se culpa, quiere gritar y hacerse invisible. No quiere que su actuación se desmorone en frente de él.
No, no quiere. Su objetivo era retomar un clásico rato con su nieto. Tener a Morty de vuelta, aunque sea con una absurda mentira que termine en una agradable realidad.

—¡Siempre estás ebrio! —Se agarra la cabeza, frustrado.

—Cielos... parecen un matrimonio discutiendo... —Los dos olvidaron que ella estaba ahí, estuvo viéndolos con impresión y eso es todo lo que tiene para aportar.

—¡Cállate Summer! —exclaman los dos, a punto de llorar por el coraje.

—¡Cállense ustedes y hablen como civilizados!

—A la puta mierda... —Esconde su rostro, se conoce y no va a aguantar el llanto.

—Ve-vete... veré qué hago con esto —dice Rick, sin querer alzar la cara. También está ocultándose.

No responde y se retira dando un portazo. Rick y Summer se quedan callados, él sin querer hablar y ella tratando de soltar un tema para dialogar lo que pasó. Hasta que un grito de frustración se escucha desde el jardín.

Suspira, escapando al garaje.

¿Por qué no puede dejar de auto destruirse?