—¿Jungkook? —Dije mientras lo tomaba de las manos.
—¿Quien eres? —Me miraba confundido y como si nunca me hubiera visto.
—Soy Jimin, tu novio...
—Basta, alejate de mi, por tu culpa el no me deja en paz!!
—Kooki, vamos a salir de esta ¿si?
—No no, aléjate de mi. El va a hacerme daño de nuevo
¿Jack? ¿Acaso ese imbécil le hizo algo?
—Dime si se atrevió a tocarte Jungkook
—Olvídate de mi
Todo se escuchaba en eco y aquel paisaje de aquel lindo bosque comenzó a oscurecer mientras Jungkook cada vez se alejaba más de mi.
—No no, Jungkook!!
—Ya dejame en paz ¿No entiendes? El va a lastimarme.
Se desvaneció frente a mis propios ojos, para luego ver una imagen de el, en el piso, de su cuerpo golpeado y casi sin vida.
—JUNGKOOK!!!
Desperté de golpe, abriendo mis ojos y mirando a mi alrededor, había cables, conectados a un aparato y a mi, el cuarto era blanco y un gran silencio en el lugar. Intente levantarme pero el cuerpo me dolía demasiado impidiendome algún movimiento. Jungkook ¿Dónde está?
—J-jungkook... —Dije a duras penas mientras que con la mirada buscaba a alguien.
—Oh, veo que despertaste— Mi vista se dirigió a aquella voz, era un doctor que iba entrando a la habitación —Creí que tardarías más tiempo en despertar o que no la librarías, llegaste muy mal
Quise hablar, pero me dolía ya que debía respirar más y mis costillas dolían mucho, a lo que el doctor me interrumpió.
—Calmate, no debes hacer mucho esfuerzo o te lastimarás más. Tus amigos estan aquí, los dejaré pasar.
Salió por aquella puerta y a los pocos minutos Nam apareció, me miro demasiado preocupado y solo se acercó a mi.
—Mierda, Jimin que susto nos diste, estuviste a punto de dejarnos, idiota— Sonreí levemente.
—¿C-creiste...que p-podías— Respiré otro poco —D-deshacerte de mi... tan f-facil?
—Calma, no hables mucho, debes descansar todo estará bien.
—¿J-jungkook?— El soltó un suspiro.
—Los primeros días no podíamos localizarlo hasta que al fin fue a casa de Jin. Estaba muy mal, nos costó mucho hacer que comiera. Vino con nosotros, cuando el doctor nos informo que tus signos vitales habían mejorado. Estuviste inconsciente 1 semana amigo, pero no nos dejaban verte hasta ahora.
—Q-quiero verlo...
Soltó un leve suspiro, se dirigió a la puerta y hablo a Jin, quien no tardo en entrar y tras de el entro mi pequeño Kookie, con la cabeza agachada. Sonreí levemente.
Levantó la cabeza para mirarme y ví su cara de terror y comenzó a llorar. No no cariño no llores por favor, no lo hagas. Corrió conmigo y no supo si abrazarme así que solo se quedo parado frente a mi mientras se hacía un mar de lágrimas.
—M-mi Kookie...— Dije con dificultad.
—Es un hijo de puta...— Dijo entre sollozos —P-perdóname
Lo mire confundido, ¿Por qué debía perdonarlo? El no ha hecho nada malo.
—Todo esto está siendo mi culpa, Jimin, mira como te dejaron...casi te matan esos idiotas..
—Jimin, tal vez es mejor que tu y Jungkook ya no estén juntos
—¿Q-que dices?— Mire a Nam.
—Mira como estas Jimin. Todo ¿Por qué? ¿Para qué? De verdad crees que tienes futuro con Jungkook, ¿Ustedes dos de verdad piensan que tienen futuro?
—Nam...— Dijo Jin intentando calmarlo.
Jungkook y yo lo mirábamos asombrado, pero lograbamos entenderlo, podía perder dos amigos al mismo tiempo.
—Entonces desapareceremos
—¿Cómo dices?— Pregunto Jin.
—Jimin y yo nos iremos, no pienso dejarlo. No pienso dejar a la única persona que ha alegrado mi vida y me ha hecho sentir que no soy un objeto y soy importante. No pienso dejarlo
—K-kookie...— Sonreí levemente ante sus palabras.
—Nos iremos Jimin, donde solamente seamos tu y yo, ¿Si? Lo prometo— Dijo mientras me miraba con una sonrisa triste y unos ojos llorosos.
—¿A dónde piensan ir?— Pregunto Nam.
—Eso lo veremos...
[...]
Ha pasado un mes desde aquella vez en el hospital, no se nada de Jungkook. Mis heridas mejoraron pero había una que estaba de mal en peor y esa era la de mi corazón. No lograba encontrarlo por ninguna parte y cada día más sentía la desesperación por ir a buscarlo. He ido a su casa en las noches pero no hay nadie, es como si a su familia se la hubiera tragado la tierra, sin señal de vida alguna, eso me tenía bastante preocupado. ¿Y si el tipo le hizo algo? ¿Tal vez sus papás? Mierda Jungkook ¿¡Dónde estás!?
Tal vez NamJoon tenía razón. Jungkook y yo no estábamos destinados a estar juntos, pero es que no es cosa de el destino es cosa de que nosotros de verdad queramos. Lo voy a buscar hasta que ya no pueda más, aunque me muera en el intento y eso es lo que voy a hacer.
—Jimin
Reaccione y mi mirada dio con Jin quien me estaba hablando pero obvio no había puesto nada de atención a lo que decía, por mi cabeza solo pasaba mi pequeño Kookie y dónde estaría. Creo que mientras más pensaba en el, mis ojos se cristalizaban a límite de sentir una lágrima correr por mi mejilla.
—Jimin, por favor no te tortures más, pensar tanto en el te seguirá haciendo daño.
—¿Cómo puedes decir eso?
—¿Qué?— Lo mire con cierto enojo.
—Jimin, cálmate
—¿Qué me calme, yo? ¿Escuchaste lo que acaba de decir tu novio, NamJoon?
—No dijo nada malo
—Jimin, lo siento no fue mi intención...
—¿Qué deje de pensarlo? ¿Cómo voy a hacer eso? Si su recuerdo es lo único que mantengo vivo de el, si solo con recordarlo puedo seguir adelante— Con cada palabra me dolía más y más el corazón.
—Jimin
—¡No lo voy a olvidar! ¡Así quede loco! ¡No sabiendo que puede estar muerto!
NamJoon solo se levantó y me abrazó mientras yo correspondía y lloraba de desesperación. ¿Dónde esta? ¿Por favor, que alguien me diga dónde esta?
Podrán llamarme loco por ponerme así por una persona, pero no es cualquier persona. Es alguien a quien yo podía ayudar y no di más.
Ese día en el hospital fue el último que lo vi, de haber sabido le hubiera pedido que se quedara. No pude abrazarlo, besarlo, no pude hacer más que solo verlo y escuchar aquella promesa de irnos juntos. Una promesa que tal vez ya se haya ido a la mierda...
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El Amor de Mi Vida
Fanfiction"No importa lo que pase, tu siempre serás el amor de mi vida. No estaré con nadie más sino es contigo" ♥✨ Tal vez si Jimin no hubiese entrado en la vida de JungKook... El futuro de ambos fuese distinto, pero una vez más el corazón y el destino hacen...