El Amor de Mi Vida

Capítulo 8

—Papi, ¿Por qué papi Kook desapareció tanto tiempo?

—Bueno pues resulto que el que era su novio se lo había llevado.

—Papi, el es muy malo ¿Verdad?

—Así es cariño, afortunadamente, ya no nos molestará nunca más, se hizo justicia.

Dijo Jimin, mientras acomodaba un mechón de cabello de el pequeño Dae y retomaban su camino.

—Pero continua papá, cuando encontraste a papi Kooki

—¿No quieres que te cuente lo que sufrí sin el?

—Mmm...no, es muy triste eso y se siente feo. Yo quiero saber cuando lo volviste a ver. Esa emoción que sentiste

Dijo el menor mientras se emocionaba y Jimin sonreía.

—Bien, te contaré hasta donde volví a encontrarlo, solo porque a mi también se me hace triste. Mmm, cuándo encontré a tu papi, me dio la mejor noticia, la más hermosa y la que vendría a alegrar mi vida.

—Yoo!! —Dijo Dae mientras daba saltitos de emoción.

—Asi es, tu pequeño— Dijo el pelinegro mientras reía levemente.

Pov. Jimin

Otro mes más sin saber nada de el, sin saber si estaba bien o no, ya no creía poder seguir soportandolo, debía encontrarlo.

Tome mis cosas, decidido a dar la vuelta al mundo si era posible. Pero cuando abri la puerta de mi casa, sentí que estaba soñando. Mi corazón comenzó a latir rápido y mis ojos se llenaron de lágrimas.
Mi pequeño Kookie estaba parado frente a mi, con sus ojitos llorosos y sus mejillas rojas.

—Jungkook...

Dije casi sin aliento. Por favor que no sea otro puto sueño. Lo abrace, pero esta vez no desapareció, el seguía aquí, podía sentirlo y oler su dulce aroma. Supe que era real cuando pude sentir su calor y cuando me abrazo fuerte y por último me beso. Mierda casi olvidaba el dulce sabor de esos labios. Nos separamos.

—¿Dónde carajo estabas?

—Perdóname, intente comunicarme pero no podía.

Entramos a casa y nos sentamos en el sillón.

—¿Dónde estabas?— Acaricié su mejilla y lo mire con cariño y algo de tristeza.

—Mi mamá... Me mando con Jack, el quería que conviviera más con el, pero solo fue un infierno...

—¿Te hizo algo JungKook?— Pregunté con miedo de que me dijera que lo obligo a...

—No, intento varías veces pero nunca lo deje

Solté un suspiro de alivio y lo volví a abrazar, no quería soltarlo, no quería que volviera a irse.

—Pense que ya no volverías...

—¿Cómo no volver?— Me miro — Siempre voy a volver —Dijo con una sonrisa— A parte, prometí que nos iríamos juntos y vine a cumplirlo

—¿Hablas en serio?

Sonrió y agarro mi mano, acariciandola y lentamente llevándola a su vientre. Lo mire confundido.

—Quiero que los tres estemos seguros...

—Es claro que vamos a estar segu... ¿Qué? ¿Los tres?

Dije confundido. Se separo y beso casto mis labios mientras sonreía.

—Si... Los tres— Acarició mi mejilla

—¿E-estas...?

—Si— Soltó una risita

—Pero...¿cómo?

—Pues fue en nuestra noche especial, ¿También tengo que decirte detalles de cómo?

—Jungkookie~~~

Lo abrace y cargue,  y el comenzó a reír. Sentí que esto era una recompensa por tanto tiempo sin verlo. Me sentía tan feliz, un pequeño angelito, producto de nuestro gran amor

—Eres lo mejor que me ha pasado en la vida — Dije mientras lo bajaba y juntaba mi frente con la suya —Nadie nos va a encontrar lo aseguro.

—Claro, estaremos a salvo, nos iremos lejos a las afueras de Seoul si te parece bien —Se separó y me miro con esa hermosa sonrisa.

—Pero por favor... No vuelvas a irte ¿Si?

—Claro que no, jamás lo haré

Lo abracé, sintiendo al fin esa tranquilidad en mi corazón, cayendo lágrimas de alegría. Lo abrazaba con miedo de soltarlo y que se volviera a ir.

Bese sus labios, era un beso lento y cálido. Su cuerpo se fue apegando más y más al mío, comenzando a sentir el calor por mis mejillas. Mis manos fueron bajando de su cintura, por su trasero hasta llegar a sus muslos los cuales tome levantandolo, haciendo que enredara sus piernas en mi cintura y fuimos a mi habitación. Nos necesitábamos tanto.
Pero vamos a omitir esa parte, no les voy a contar lo que paso después, imagínense ustedes. 

[...]

Estábamos acostados, yo delineaba su linda cintura con mis dedos mientras el acariciaba mi mejilla y me miraba con una linda y tierna sonrisa.

—Todavia siento que es un sueño.

—Bueno, entonces nunca despiertes

—No sabes cuanto te extrañé... — Note como borro su sonrisa y sus facciones fueron de tristeza

—Lo siento, de verdad quería volver.

—No pasa nada, ya estas aquí — Tome su barbilla haciendo que me mirara y bese casto sus labios

—Te amo...— Note sus ojitos brillas, lo cual me dió mucha alegría.

—Yo... También te amo, Jimin

Sentí como mi corazón latía tan rápido que podría salir de mi pecho. Lo cuidaría de todo y contra todo, a mi lado jamás le va a pasar algo porque primero me muero yo. Ahora todo será diferente y estaremos por siempre juntos. Te lo prometo, mi amor.