<M A F I A> GTAV ROLEPLAY

"Otra familia"

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-Picoleto muelto abono pa' mi huelto-

-¿podrías dejar de decir eso, chino? ¡Que ya sabemos que quieres fiesta, pero aún no es momento! Joder...-

-Me vale un pico yo quielo sangle, jodel-

El hombre de máscara negra y sombrero encima suspiró mientras trataba de mantener su vista a la carretera. Era difícil, la Van se desestabilizaba por momentos a causa del camino de tierra pero no quedaba de otra lamentablemente, además de que su amigo y las peleas detrás suyo le estresaban. Tomó el termo que tenía el portavasos del vehículo y tomó un gran sorbo de café antes de girarse hacía atrás para ver a su compañero.

-¿que obsesión tienes con los policias? ¿Acaso no te bastó con matar ya a casi toda la malla? No molestes- añadió con tono suave, tratando de sonar tranquilo. El mafioso detrás de él dió un bostezo en respuesta.

-todo muy abulido, picoleto molil y yo sel feliz- dijo el otro con gracia, sacando un arma de una gran mochila al lado de su asiento y apuntandola hacia al frente.-pium pium, picoleto muelto, chino feliz y con paga, olé.-

- ¿A ustedes les pagan?- asomó la cabeza otra persona detrás de otro asiento al fondo. El chico de rastas rubias y piel oscura frunció el ceño.
-Pero sí yo llevo aqui meses y no he recibido ni un jodido pago ¡¿por qué coño?!-

-¡Calla Lamar! Tú aún estás en pruebas, por eso no te pagan. Punto, joder-

-Pero Nadando coño, ¡meses! ¿Entiendes?-

-¡Que te calles, gilipollas!- gritó Ramen dandole un golpe en la cabeza a lamar. El rubio en respuesta golpeó el hombro del chino y él se la devolvió con un empujón.

A causa de las peleas entre aquel dúo, la van se desastibilizó de nuevo, haciendo que Nadando la detuviera por completo de una vez, al lado justo de la carretera principal de el pueblo. Era de noche y el sitio carecía de faroles y luces. Lamar que antes peleaba con el chino ahora se abrazaba con él, debido a los ruidos de los animales a su alrededor como los coyotes y los lobos en el silencio de aquel lugar semiárido en medio de la oscuridad.

-¡Aparta! Malicón-

Nadando tomó de nuevo aquel termo y lo lanzó contra ambos, éste cayó en la cabeza del asiático.-Joder con ambos, pareceís niños ¡coño! Que tenemos una misión importante hoy y ustedes haciendo el jodido gilipollas... Silencio hasta que lleguemos al jodido lugar ¿entendido? Hay pruebas con el nuevo y no quiero que salgan mal las cosas, cojones-

-¡Entendido nadando!- gritó Lamar, llevando su mano a forma de saludo en su frente.

-gilipollas- se escuchó luego de el grito del otro.

Nadando torció una sonrisa nerviosa y cerró los ojos con diversión mientras una vena saltaba en su sien, giró de nuevo al frente y encendió el motor de la van para continuar el camino a su destino. Al amanecer ya estaban ahí, se trataba de un terreno baldío en las afueras de la ciudad de El Pueblo, un terreno de tamaño considerable al de una fabrica, rodeado de alambres con pinchos y cercas electrificadas, la entrada era una lamina de tres metros de altura que sólo se podía abrir arrastrandola hacia un lado.

Lamar bajó para abrirla y dejar el paso a la furgoneta, vigilando a sus espaldas que nadie les siguiera.

Adentro, ya los estaban esperando.
El gringo, Macaco y Emilio descansaban en el suelo con poco pasto, fumando y tomando bajo la plena y pronta salida del sol. Junto a ellos, el nuevo integrante de la familia de la mafia, Gustabo, escuchaba música dentro de la furgoneta donde había llegado, quejandose por encima de la mascara color negro que tenía. Vaya calor que daba.
La canción "4k" sonaba de fondo ante sus pensamientos, mantenía la mirada perdida hacia sus compañeros.