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Dos años después...
— ¿Quién lo diría? Sana y yo con un hijo de tres años, Mina unnie y Chaeyoung casadas quienes también tienen un bebé y otro en camino, Nayeonnie con una relación estable de dos años junto a Jeongyeon y ahora están ustedes, demacradas con ojeras criando a dos niños desastrosos y con la presión baja— . Suspiró Tzuyu felizmente mientras observaba a su pequeño y a sus dos sobrinos jugando con ella, siendo supervisados por su amada esposa Sana.
— ¿Te estás burlando? agradezco que hayan crecido rápido porque si no ya estuviera muerta siendo golpeado por niños tontos.
— Momo, no les digas así a Ryujin y a Felix, son unos ángeles— . Sonrió mostrando sus dientes pero algo duro golpeó contra su pecho, un carrito de juguete.— del demonio...— . Jadeo tirándose al sofá junto a su novia que ahora llevaba descaradamente su mano a donde su dolor.
— Recuerdo cuando Momo te había gritado "culo lindo" a mitad de su ceremonia— . Sana rió ante el comentario de Tzuyu.
— ¿Podemos no hablar de ello? Fue tan vergonzoso— .
Tres años antes...
— Te ves divina, Dahyun— . Exclamó Mina viendo a la menor en vestido y brazos en su cadera.
— G— gracias unnie...— . Miró nerviosa a la mayor y sonrió fingiendo nada de preocupación.
— Dilo antes de que me enoje contigo— .
— Bien... e— este color unnie es muy azulado...— .
— ¿Pero qué dices tu cabello se ve bonito combina con tu piel y sonrisa, Dahyun si yo fuera tú estaría feliz con cualquier cosa o cambio en mí— . Cepilló el cabello de la menor y le apachurro las mejillas.
— ¿Ya están chicas?— . Entró Chaeyoung pues Nayeon le había pedido de favor que les fuera apurar porque el pastel aún no llegaba.
— Ya, sólo faltan unos retoques analizó a la menor cuidadosamente y chasqueo los dedos al recordar que faltaba en aquel pequeño cuerpo.
Pequeñas gotas de perfume y delineador leve para su rostro.
— Tan linda, ahora ve con Tzuyu te está esperando— .
— ¡Gracias Mina unnie con permiso Chaeyoung— ssi!— . Se inclinó para salir del cuarto.
— Mina hay un problema en cuanto al pastel...— . Murmuró por nerviosismo.
— ¿Lo mismo que en nuestro casamiento, Chaeyoung?— . Frunció el ceño mirando amenazante a su novia— ¿Cuántas veces te he dicho que los niños no deben comerlo después de la ceremonia?— . Exclamó.
— Ya eso no es unnie, sino que no han llegado con él y faltan sólo dos horas para que comience todo— .
