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—¿Puedes callarte de una vez? Eres insoportable.

—Sabes que me quieres. Seguro te sorprendi con mí súper entrada hoy.

—Fue vergonzoso. No pensé que hablabas en serio cuando dijiste que vendrías hasta aquí.

—¡Fueron unas vacaciones duras pero logré transferirme! Aunque no estamos en el mismo curso pienso que es bueno que estemos juntos.

Jugó con sus dedos y sonrió levemente. Sus ojos estaban tranquilos, después de tanto drama él y su mejor amigo podían estar juntos y le protegería siempre. No sabía porque, pero sabía que debía hacerlo. Se le rompió el corazón cuando se enteró de que se iría. Por supuesto, como el mejor idiota que es, no le dejaría en paz tan fácilmente. Le dolía, pero Khun era el primer amigo que tenía, y le hacía mucha ilusión poder estar con él.

—Da igual. De todos modos... Gracias. No pensé que lo harías enserio.

—¡Yo nunca miento! -hizo una pose dramática para hacerle reir- ¡Me duele mucho que no creas en mí! ¡Me decepcionas, Agnis!

El ojiazul rió y le pegó suavemente. Le dijo que se tenía que ir a clases y se retiró de una forma calmada, mientras Rak le observaba con una sonrisa desde atrás.

Sus pensamientos eran un desorden. Sentía muchas cosas y estaba muy emocionado. Quería quedarse con el peliceleste. Hacerle reír, que reconozca que es súper fuerte y poder ser su amigo. Pero no importaba, no tenía que preocuparse. Ya lo había conseguido. Después de todo el drama por fin podía estar con su primer y mejor amigo, sin preocupaciones.

Estaba muy feliz. Demasiado.

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—¿Crees que con esto baste? No quiero necesitar nada.

—Esta bien amor, con eso basta y sobra.

El chico castaño cerró la maleta y se inclinó hacía la rubia mientras hacía cara de pato, pidiendo un beso que no tardó en recibir.

“No saben cómo los de él"

Se golpeó mentalmente, no podía pensar eso, menos ahora. Era un pensamiento innecesario, irrelevante. No podía perder el tiempo en eso.

—¡Ya está todo listo para el vuelo!

—Estoy emocionado, hace mucho que no estaba en casa.

Rachel le miró interrogante con un poco de aire amenazador. Pensaba que quería volver a su preciada ciudad natal para hablar con el chico de pelo celeste, el innombrable en la relación. Suspiró. No podría ser eso. Baam nunca la dejaría sola. En las vacaciones le había demostrado varias veces serle totalmente leal y fiel. No sería capaz de engañarla con una mosca tan molesta como Agnis. Ella era una leona, la reina de la cadena alimenticia. No podía darse el lujo de perder a uno de sus más fieles subordinados.

—Rachel, ¿Estás bien? El auto está listo. Falta unas horas para que el avión despegue, debemos darnos prisa.

La rubia despertó de su ensoñación y le miró rápidamente para fingir una sonrisa, un talento nato. Asintió y se levantó tomando su maleta mientras caminaba junto a Bam, tomados de la mano.

—¿Sabes algo, Baam? -dijo mientras ambos entraban al auto- Tengo una sorpresa para ti. No sé si lo recuerdas pero es nuestro aniversario.

El castaño se sonrojó hasta las orejas. Claro que lo sabía. Lo sabía perfectamente. No por nada había preparado una sorpresa tan romántica. Pero lo que le sorprendió es que ella lo recordara. No es que fuera una mala novia, para nada. Solo es que tiene muy mala memoria y el que ella recordara su aniversario era una sorpresa muy agradable.

Sonrió de costado. —Claro que lo sabía.

—Yo... Quería darte un regalo... Para cuando lleguemos a Seúl.

—¿Enserio? No debías. —rió suavemente, estaba muy halagado. A pesar de que era su novia, seguía considerándola como una salvadora o un ángel— Lo recibiré con gusto.

Ambos se dieron un pico y después de unos minutos se acordaron de que la madre estaba en el asiento delantero escuchando todo. Se sonrojaron y voltearon a otro lado, separándose repentinamente, altamente avergonzados.

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Cuando llegaron al aeropuerto sacaron los tickets y esperaron a que los llamaran. Y mientras tanto pasearon por las tiendas comprando dulces y algunos regalos.

De un momento a otro Baam le vendo los ojos a Rachel y la llevó a un restaurante. En la mesa habían rosas rojas, varios tipos de cubiertos, vajilla blanca junto a copas de vino (aunque no tomarían alcohol, porque son menores de edad) y velas rojas.

Cuando le quitó la venda, Rachel quedó anonadada. Era un ambiente sumamente romántico y se encontraba genuinamente sorprendida, con un brillo en los ojos.

Cuando miró a Baam su sonrisa se borró por un momento, pero volvió a sonreír, encantada.

Hablaron sobre varios temas, entre ellos como había conseguido tener una cena pagada en aeropuerto, dónde todos saben que un caramelo cuesta una fortuna. Le dijo que su madre le había ayudado algo avergonzado. La otra se rió de él y pasaron un montón de tiempo allí hasta que les llamaron para abordar.

El vuelo fue bastante corto. Y no tardaron en llegar a Seúl.

Bam sonrió satisfecho. Todo parecía estar bien, correcto.

Pero por alguna razón se sentía sumamente vacío. Vió la casa que se encontraba a su lado, deshabitada. Khun se había alejado de su vida en un abrir y cerrar de ojos.

Pensó que era lo correcto, para estar con Raquel.

No podía permitirse molestar a la rubia quedándose con Agnis, claramente le molestaba.

Pero se sentía tan mal. Recordaba su beso y una cosquilla le invadía el cuerpo. No podía evitar sonreír. Y lo odiaba.

Odiaba amar tanto a Khun y no a quién se supone que debe amar.

¡Buenos días, estrellitas!Sé que me tardé como un mes (o más) en actualizar pero es que estoy tan enterrada en trabajos que voy a llorar

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¡Buenos días, estrellitas!
Sé que me tardé como un mes (o más) en actualizar pero es que estoy tan enterrada en trabajos que voy a llorar. Los quiero mucho aunque seguro no quede ninguno probablemente jsjsj

Me volví a quedar sola así que quizás actualize más seguido.

Los amo.

Witch, Out.

Escúchame [Baam x Khun] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora