PRÓLOGO

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Fue el último día de otoño cuando todas hojas se cubrieron de sangre.

Y su amigo Staxx murió.

No fue culpa de nadie, un accidente desafortunado en una de las nuevas minas que estaban trabajando.

Solo un accidente dijeron.

El funeral fue un martes en el cementerio del pueblo con una tumba vacía construida con su propio esfuerzo.

Granito y cuarzo.

Escuchó de algún lado que el cuarzo era un conductor de energía. Por lo que le pareció apropiado para la personalidad magnética y osada de su gran amigo.

Por supuesto, él también se encargó de decir sus últimas palabras por Willy y él, recuerda con culpa ver a Alex llorar sobre el hombro de Luzu todo el tiempo que estuvieron allí.

Tenía sentido, todos ellos crecieron juntos en karmaland prácticamente y la quemadura detrás de sus ojos le recordó lo mucho que sentía su repentina ausencia.

Quería vomitar la roca en su estómago todo el camino a casa. Se sintió así desde el final del otoño.

Pero sabía que para Willy fue peor.

Guillermo no asistió al funeral de su mejor amigo después de todo.

Lo conocía.

Conocía a Willy como conocía la respuesta a la pregunta en la palma de su mano.

¿Por qué?

Llámenlo tonto enamorado pero él había nacido para enamorar a Willy.

Fue parte de su encanto no es que esté alardeando ¿Eh? Era el destino sentenciado por los dioses, pregúntad a cualquiera.

La marca en su mano derecha fue la prueba de que hay una persona creada especialmente para ti en este mundo.

Tu otra mitad.

Tu alma gemela.

Alguien esperando a que lo hagas sentir completo.

Era extraño tener una, la mayoría no vivía lo suficiente para conocerla.

Que desafortunados.

De niño escuchó todas las historias cursis y valerosas sobre las almas gemelas y su mítica naturaleza que enlazaba las almas de dos personas destinadas por la eternidad.

Por supuesto que Willy era su alma gemela, ni siquiera tuvo que preguntar.

Solo sintió una conexión que lo atrajo como un imán hacia ese niño y dijo las palabras mágicas.

La cara que había hecho Willy fue tan bonita. Encajaron como dos piezas de un rompecabezas perfecto.

Ugh

Estaba tan enamorado que estaba pensando proponerle matrimonio otra vez, realmente no tenía remedio.

Aún eran muy jóvenes según Willy pero la tercera era la vencida ¿No?

Seguro Willy ya lo sabía. Así como él sabía que los Girasoles absorben la radioactividad.

Prácticamente podían saber lo que estaba pensando el otro antes de que pudieran decirlo en voz alta. No podía describir el sentimiento pero hacía que las mariposas estallaran en su estómago cada vez que ocurrió.

A pesar de que Guillermo no fuera la persona más comunicativa, cada rincón de su cuerpo, cada tímido gesto que hicieron sus bellos ojos rasgados, consciente o inconscientemente eran como un fantástico libro abierto para él.

Lo amaba.

Sin embargo.

Guillermo… tampoco era el mejor para sentir emociones.

Podía abrumarse con facilidad por lo que hizo cosas como esta cuando no pudo lidiar con ellas.

Fue reservado.

Casi parecía insensible.

Sobre Staxx.

Vale. Pensó que solo necesitaba su espacio.

Hombre. Lo entendía.

Pero los días siguientes al invierno fueron un bloque de hielo inutilizable que se extendió.

Ni siquiera su vínculo podía atravesarlo.

Lo empezó a enfermar.

Sabía que Guille la estaba pasando mal.

Pero él también la estaba pasando mal aquí.

¿Un hombro para llorar era mucho pedir?

¿Un poco de apoyo?

¿WILLY?

Ellos pelearon una noche.

Fue su primera pelea, cuando entró a su habitación compartida y arrancó las sábanas de su cuerpo.

Quizás no debió ser tan brusco.

Nunca había tratado a Guillermo con otra cosa que no fuera delicadeza.

Pero esa noche no fue el príncipe morado que proclamó ser cuando se conocieron en los campos de flores.

Estaba enojado.

Frustrado.

Llevaba días sin dormir y no podía soportar más el veneno helado que se inyectó en su vínculo.

Eran compañeros de vida.

No se suponía que esto ocurriera entre almas gemelas perfectas.

Quería que Willy le hablara otra vez.

Quería besarlo otra vez y que todo regresara a ser como antes.

Quería...

Willy era torpe para dar primeros pasos.

Era demasiado tímido.

Demasiado testarudo.

Llevaban tantos años juntos y aún amaba eso de él.

¡Entonces…!

Willy lo golpeó en la cara, tirandolos de la cama para colocarse sobre él con una mueca asesina que no reconoció en absoluto.

Eso lo sorprendió.

Conocía a Willy como conocía la respuesta a la pregunta en la palma de su mano…

Cada… tímido gesto…

Su cabello blanco desprovisto de la boina que lo caracterizaba caía revuelto sobre su frente y mejillas bañadas por la luz plateada que entró a la recamara de su castillo mientras pequeños ojos esmeralda rodeados de ojeras lo miraron peligrosamente debajo de sus pestañas siempre tan espesas.

¿Quién… era esta persona?

Labios delgados se fruncieron dolidamente antes de preguntar.

.
.
.

Tuve esta idea para un fanfic y no podía sacarmela de la cabeza después de haberme topado con este vídeo.

Me molesta un poco el hecho que casi no hayan historias Wigetta de Karmaland.

Así que... Aquí estamos. 💜💚💛

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