Buenos días, papá

Capítulo VII.

Hōki miró atentamente  como la carta era abierta por Kakashi, justo en ese momento. Tragó saliva de forma pesada. De forma instintiva, sin que Iruka lo notara, tomó una posición de huida, un pie adelante, otro atrás, listo para correr, porque estaba seguro que lo llamarían traidor o algo por el estilo.
Rodó los ojos, realmente era deprimente  solo pensar en huir y tuviera temor de las figuras que alguna vez le dijeron que lo protegerian.

Y lo peor, lleva un día recién, y posiblemente ya todo estaría más arruinado de lo que ya estaba. Kakashi leía con demasiada paciencia, abriendo los ojos, haciendo expresiones que le inquietabán más.

—Demonios. —susurró, leyendo atentamente las últimas líneas. — Necesitamos enviar algunos refuerzos, las cosas se complicaron en su camino.  Parece que un grupo ha estado haciendo demasiado daño.

Hōki se quedó congelado en su sitio.
Entre todas las respuestas que esperaba que mencionara esa carta, esa era la menos pensada. Iruka caminó hacia la mesa del hombre, poniéndose detrás del respaldo de la silla, inclinándose un poco, sin invadir el espacio de Kakashi, para leer por sus propios ojos lo que Sasuke había mandado a decir.

—No. —susurró Iruka algo pensativo. — Son Sasuke y Naruto. Los reconocen, armaron todo este lío para llamar la atención. Su atención. Hokage. —señaló al hombre, Kakashi se señaló a si mismo también.

—Deben querer que Konoha los reconozca como aliados importantes. Pero no estaban dentro de la categoría, se habían negado hacía cuatro años. ¿Por qué ahora? ¿Por qué causar pánico en la gente? En gente como los padres de él.

—Se llama Hōki. Y no lo apunte así, se ve feo Kakashi-San. —acusó, llevándose las manos a la cadera.

Hōki no tardó mucho en notar que todo el asunto se le estaba complicado más. Detrás de su mascará —la cuál le empezaba a picar—, estaba reflejada un mueca de angustia en sus labios. Los planes de poder convivir con Rengo y Hako ya no contaban. Al menos no en su totalidad. Sai, estaba a cargo de ambos niños que habían mostrado cualidades sorprendentes. Pero que no estaban encajando en ningún lado, por la ausencia de un compañero. Se les había dado la misión de adelantarse, para llegar a La aldea de la Nieve, dado que Sasuke y Naruto, seguramente seguirían sus rumbos ya lejanos, cuando ellos estuvieran llegando al lugar.
Mientras que Kakashi, como Hokage junto a su consejero se encaminarían para una reunión medianamente diplomática.
Konoha quedaría a cargo de Shikamaru, aunque le pareciera un problema.

Ambos hombres se prepararon para su viaje. Poniéndose capas y Kakashi una linda bufanda verde que llamo a la atención de Hōki.

Había momentos en su vida que se había sentido incómodo, pero ese era muy extraño. Demasiado.

—¿Y él que hace aquí?

—Kakashi-San. Le dije que no apuntará. Y obviamente debe venir, es su hogar. Con su familia. No por el pánico debe estar separado de quienes ama.

El niño sintió una punzada en su corazón. Antes de salir por las puertas de la aldea. Recibió una bandana, para que no tuvieran altercados mientras se movilizaban. Hōki sin pensarlo mucho se la puso. Había olvidado que en pánico de la pelea, la suya había quedado pérdida, mucho antes de ver a su padre.
La caminata empezó siendo silenciosa, con Iruka al medio, mientras Kakashi leía uno de sus libros, sin papeleo a mano, significa tiempo de leerle Icha Icha. Pero de un momento a otro, mientras el sol iba cada vez bajando, Hōki termino al medio, hablando animadamente con Iruka, y Kakashi terminó prestando más atención a la conversación que al libro.

—Entonces mí pa...—hizó un pequeño corte en su oración.— Mí mamá —corrigió algo nervioso.—  Dijo: “¡¿Quién rayo la pared del baño?!” Nunca había sentido tanto miedo en mí vida. Pero, yo no había sido. ¡Había sido el perro! Pak...Paky.

—Es lindo que siempre atesores momentos con tu familia. —dijo Iruka, sonriendo. El fugaz recuerdo de los pocos años que estuvo con sus padres, llevaron a su mente.

—¿Y qué hace tu papá? —preguntó Kakashi. Desviando su atención del libro.

—...Le gusta leer. Es genial.  Una vez me dijo que había peleado contra un dragón. Pero al final resultó que era un gato de nombre dragón. —rió de pronto. — Siempre me decía que los gatos tenían algo contra él. Supongo que en el fondo le gustaban más los perros, sin embargo a mamá le gustaban los gatos. Y por eso, siempre intentaba al menos comprenderlos.

Luego de que los adultos notarán el breve momento de tristeza en sus ojos, con algo más que no pudieron descifrar. Cambiaron el tema, Iruka creía que era por el nerviosismo de encontrase con su familia, de ver qué todo estaba bien. En cambio Kakashi tenía algunas preguntas, pero con el moreno cerca, parecía no poder hacerlas. De seguro le daría una mala imagen que quisiera hacer un interrogatorio a un menor. Cuando en realidad no existía nada en su contra.
Mientras la conversación fue cambiando, Kakashi fue viendo cada vez más y más ignorado. Nunca se había sentido tan menospreciado en su vida. Ni siquiera cuando hacía comentarios en voz alta de su novela, le miraban.

Hōki logró en un día, algo que el no pudo en todo este tiempo, mantener una buena, divertida y para nada “correcta” charla, con Iruka Umino. Guardó su libro sin ganas entre su chaqueta, pata poner sus manos en los bolsillos, caminando con la vista fija en el camino.

Hōki sonrió. Alguien necesitaría su ayuda, mientras la pudiera tener. En ese mismo proceso, el podría revelar todo sin que nadie entrará en pánico.

N/A: Este es un dibujo, de unos tantos que me dieron ganas de hacer. Y está bien malito, pero ahora me dieron ganas de pintar todos los que hice, así para mostrárselos a todos. Kakashi está chiquito y no sabe cómo expresarse u.u

Una cosa más :o acabo de notar que es muy posible que lo pasen medianamente bien (porque Hōki si está muy desperado), cuando se narre de está dimensión. Y medianamente mal cuando se hable de la otra, donde las cosas no están tan bien, pero hay momentos del pasado muy lindos (?).

03:03 am y yo actualizando 😔 pero quería hacerlo, por quienes lo pidieron. Gracias por leer💕