Capitulo 8

500 54 5
                                    


Sasuke Uchiha miró expectante a su amigo de toda la vida.

Jamás en todos esos años que habían pasado juntos habia visto al rubio así.

Habia llegado de los baños con una extraña mirada en sus ojos los cuales ahora no se despegaban de cierta peliazul unas tres mesas apartada de donde ellos se encontraban.

El moreno cruzó los brazos frente a su pecho y habló con una apacible voz.

-No se trata de lo que pasó en tu sexto cumpleaños, Naruto. Sino lo que sucedió a partir de eso.

Fue entonces cuando el rubio se volvió hacia su amigo con una cara ansiosa y confundida.

-¿A qué te refieres, Sasuke? Explícate.

El Uchiha suspiró.

-Creí que el accidente no te habia afectando tanto, idiota.

-¿Espera, qué? ¿De qué accidente hablas? – Naruto lo miró interrogante. – El único que he tenido fue hace años – habló de pronto recordando. – y fue en una bicicleta.

Sasuke sonrió burlón afirmando la pregunta del rubio.

-Pero tenía como siete años. – se excusó infantilmente. – ¿Y qué tiene que ver Hinata en eso?

El pelinegro rodó los ojos.

-Veras idiota, esto fue lo que paso. – el azabache se volvió seriamente hacia su amigo. – En tu fiesta de seis años tu madre nos presentó a Hinata. – el chico lanzó una mirada a su dirección. – Al parecer su familia era conocida de la tuya o algo así. Jugamos con ella todo el día, y ella no se separaba de ti, y fue entonces que unos niños buscapleitos se metieron con ella. Por defenderla saliste golpeado y fuiste llorando con tu madre. – el azabache sonrió burlón y Naruto frunció el ceño. – Entre tu madre y Hinata te ayudaron a sanarte y entonces regresamos a jugar. Desde ese día Hinata solía jugar con nosotros muy seguido, iba a tu casa acompañada de su madre y en ocasiones me tocaba verla. – Naruto miraba a su amigo expectante tratando de recordar todo lo que él decía. – Pero después de un año algo paso.

El chico hizo una pausa. Naruto lo miró con un semblante serio.

-La madre de Hinata murió. Me acuerdo de haberte acompañado al funeral junto con Sakura y tu familia. Pero entonces, como siempre, hiciste algo realmente estúpido. No sé qué fue lo que te llevo a hacer eso, pero habías desaparecido de pronto de la casa y Hinata también. Después de un rato de buscarlos junto con tu familia, y antes de que el señor Hyuga se diera cuenta de que su hija habia desaparecido, Hinata habia llegado llorando con tu madre diciendo que habías tenido un accidente. Te habías caído de una bicicleta a unas cuantas cuadras de donde era el funeral, te golpeaste la cabeza y te desmallaste.

Naruto lo miró con una ceja alzada.

-Me acuerdo de ese accidente. – afirmó el rubio. – Bueno en realidad sólo me puedo acordar de haber despertado en mi casa con un gran dolor de cabeza.

-Al parecer – continúo Sasuke. - habías querido dar un paseo con Hinata en la bicicleta pero entonces te caíste. Después del funeral ya no volvimos a verla. Creo que su padre dejó de frecuentar eventos de sociedad e imagino que es por eso que dejaste de recordarla. Ya no la veías con la frecuencia de antes y ese accidente creo que también afectó a tu hueca cabeza. – se burló el pelinegro esperando el reclamo de su amigo que nunca llegó. En vez de eso el rubio se habia quedado pensativo.

El azabache volvió a hablar.

-Habia creído que cuando Hinata entró al instituto al mismo tiempo que nosotros ya te acordarías de ella, pero al ver como la ignorabas me di cuenta que no, o tan sólo no te importaba. Al parecer fue un poco de ambas.

Cruel Fairy Tale Donde viven las historias. Descúbrelo ahora