Rusia.
Al escucharlo, entré como rayo en la habitación, cerrando la puerta a su vez.
Miré desconcertado a México, quien se encontraba enojado e irritado por la presencia de la enfermera, era muy evidente.
La chica se encontraba asustada, podía sentir cuán nerviosa estaba.
Al instante esta se acercó a mí, saludándome y dejándome solo con México.Oí los suspiros del chico, se encontraba más aliviado. Tomé asiento en la silla, donde era costumbre sentarme hace una semana, alcé mi ceja notandome confundido y decepcionado, le brinde una mirada desaprobatoria al menor.
Llevé mis dedos al puente de mi nariz, cerrando mis ojos, analizando la situación.—Hemos hablado sobre tus ataques de ira, ¿Ahora qué pasó?
Me reincorporé, miré al contrario manteniendo mi semblante sereno.
Él demostraba una sonrisa arrogante, despreocupado, tenía cerrado sus ojos.
Suspiré, tomando mis diagnósticos y revisando los papeles, al no tener respuesta, decidí encararlo.—México, luego me explicarás qué pasó con esa jovencita. Ahora, quítate la ropa, haré tu revisión diaria.
Acomodé mis lentes al mismo tiempo que me levantaba de mi lugar y me posicionaba más cerca del tricolor.
Obedeció y se sentó en la cama, dejando sus piernas al borde del objeto, quitó su prenda, dejando su torso y más al desnudo.
Llevé mis manos a su cabeza, sin antes haberme puesto mis guantes de látex por precaución. Quité el vendaje y gasa que tapaban su herida.
Su aura denotaba alegría y satisfacción, ignoré su sonrisa, reacciones concentrandome en mi labor.Limpié y cambié las telas de su herida superior, dando finalizado la primera parte. Ahora mis manos se movían hacia su vientre, pasando mis manos por su espalda y desabrochando el vendaje, con cuidado despegué de su piel este objeto, dejando a la vista los puntos de su herida, aún no sanaba por completo, cómo había hecho anteriormente, repetí en esta zona pero con más delicadeza, minutos después terminé de limpiar y desinfectar la parte, colocando un nuevo vendaje.
Me separé de su anatomía, quitando un guante de mi mano y dejándola en la mesita, tomé asiento de nuevo, sujeté mis apuntes y miré con seriedad al ajeno, crucé mis piernas, una sobre la otra, obteniendo más comodidad para la próxima plática.
—Quiero que respondas con sinceridad a mis preguntas, ¿Sí? Es de suma importancia que lo hagas, podré ayudarte.
Pov's.
El más joven se encogió de hombros, colocando su playera de nuevo en su cuerpo, se recostó sobre la cama, pasando sus manos sobre su cuello, cómo había hecho anteriormente y dejó escapar un suspiro.
—Seré tonto, ¿pero los psiquiatra te toquetean así?
Expresó con suma diversión, abriendo sus ojos lentamente enfocando su mirada en el médico.
—No te toqueteé y no, no todos lo hacen. Pero yo tomé cursos y estudié lo básico para ayudar, sanar a personas como tú comprenderas. Aprender algo fuera de tu zona de confort, es bueno ¿Sabes?
Si es a lo que te referías.Respondió tratando de no perder la paciencia, la arrogancia que demostraba el paciente era suficiente para explotar y mandarlo a la mierda todo.
Su mano se poso sobre sus cabellos, revolviendo un poco estos antes de hablar.—Cuéntame sobre ti, Méx. Sobre tu pasado, presente y tu futuro. Tus planes, todo.
El muchacho soltó una carcajada, sosteniendo sus manos sobre su estómago, cerrando levemente sus ojos humedecidos por la acción. A millas se notaba que era una risa sarcástica, sin emoción alguna.
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''''I will remain in your consciousness''''
أدب الهواة"Donde Rusia tiene de paciente a México, que sufre comorbilidad. Comorbilidad: El término "comorbilidad" se aplica cuando una persona sufre dos o más trastornos o enfermedades, que pueden presentarse al mismo tiempo o uno después del otro. México su...