No sé donde aparecí. De repente estoy en un extraño sitio con un montón de bichos extraños volando en un cielo rosado, un bosque con árboles de crecimiento inverso, una cascada en el techo que flota sobre espuma rosada. Y un sinfín de sinsentidos más.
El mundo era extraño y estaba lleno de misterios y criaturas que juraría haber visto en algunos de mis sueños. Por algo se llama "El mundo de los sueños" El rey de este sitio, es un tanto peculiar. Cambia mucho de color, y me trata... una mezcla entre bien y mal. Tiene pinta de que quiere ayudarme, pero lo hace de mala manera, como si estuviera obligado de alguna forma.
—Vamos chico, llegaremos a la realeza onírica cuando vayas más rápido. Lento.
Ya empieza a hacerme bullying.
—¡¡Perdona por no saber volar tan bien como tú!!
El fantasma raro sacó una mano de la nada y me dio una colleja, no sé por qué no me dolió pero me tiró al suelo. Desconocía si podía recibir daño en este mundo.
—¡¡Au!!
—Quejica. No te ha dolido —me miró con indiferencia.
—¿Por qué no me duele? —dije levantándome sin mucho esfuerzo.
—Porque quiero demostrarte que la imaginación existe. No tengo manos para pegarte.
Fruncí el ceño mientras el fantasma gruñón se alejaba volando.
—¿Qué quieres decir con eso? —esperé a que me respondiera pero no dijo nada—. Ah... genial ¡¡¡Muchas gracias por la ayuda!!! ¡Que sepas que no te necesito!
Continué andando por unos segundos cuando noté unas risas que provenían de lo alto de mi cabeza. Miré hacia arriba y vi unas arañas-oso riendo con sonrisa maligna mientras andaban rápidamente por un techo que no alcanzaba a ver. Tenían las patas muy peludas con unas mandíbulas enormes y garras en las ocho patas.
—¡Vale! ¡Te necesito! ¡¡¡Oh, poderoso Rey de Oniria!!! ¡¡¡Protégeme!!!! —me puse a rezarle plegarias a un fantasma que acababa de conocer. Suena patético, la verdad.
—Maldita sea, chico.
De repente la araña-oso se cayó sobre mí, yo la esquivé con mucho miedo y comencé a gritar mientras corría por mi vida.
—¡¡¡¡¡AYUDAAAAAAAAAAA!!!!! Tengo miedo ¡¡TENGO MIEDO!!
Mientras corría noté que una presencia psíquica me llevaba de vuelta a las arañas.
—¡No me comas! ¡¡No me comas!!
—Soy yo —abrí los ojos mientras me quité el brazo de la cabeza. Vi al fantasma mirándome enarcando una ceja—. Era una broma. Jajajajajajaja. Crío ingenuo.
—Joder, podrías haber...
Nuevamente el fantasma se tornó rojo y me elevó en el aire muy fuerte.
—¡¡Qué te he dicho sobre el vocabulario obsceno!!
—Vale, vale... Ya me calmo señor fantasma.
—No me confundas con un vulgar fantasma. Mi nombre es Baldo de la dinastía Noerte. Proveniente de un largo linaje de sangre emocional. Una de las más poderosas del reino de Oniria.
Asentí sin entender casi nada.
—Entendido. Señor Baldo.
Baldo cambió de color a un tono azul. Esto me hacía entender que cambiaba de color según la emoción que sentía. Lo que no entendía muy bien qué significaba cada color.
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Oniria: El Mundo de los Sueños.
FantasyEric nunca fue el mismo después del accidente que le arrebató a su mejor amigo seis años atrás. Desde entonces, su vida ha sido una sombra de lo que solía ser: vacía, plagada de recuerdos dolorosos, y con amigos que no terminan de sentirse reales. C...