Capítulo 2

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Odio ver y sentir a Ava tan impotente y culpable por todo esto, además esa necesidad suya de ser perfecta en todo empeora la situación y hace que su autoestima esté por los suelos, no me gusta que se desvalorice, es una mujer excepcional.

Ava se levantó de su silla y seguía dándome la espalda, podía escucharla sollozando, caminé hacia ella y la abracé recargando mi barbilla sobre su hombro.

— Vamos a salir de esta siempre lo hacemos, pero necesito que te tranquilices y quiero que dejes de pensar que esto es tu culpa porque no es así —. Mis brazos seguían rodeando su cuerpo.
— ¿Entonces de quién es la culpa? La Directora del Buró soy yo, la responsable ¡Soy YO! —. Respondió agitada girándose hacía mí.
— Debes entender que este mundo no gira alrededor de la perfecta Ava Sharpe, hay muchas cosas que se nos salen de las manos y no por ello somos responsables —. Su actitud empezaba a exasperarme.
— Me queda claro que el mundo no gira a mi alrededor, pero todos esos agentes tenían un empleo para poder sostener a sus familias, ¿¡no ves eso!?, ¿cómo crees que me siento al saber que todas esas personas por mi incompetencia se quedaran sin nada? —. Dijo regresando a su silla a sentarse.
— La vida no es justa Ava, además nosotros también nos quedaremos sin la Waverider.
— Hace tiempo te dije que no siempre todo se trata de ti, no puedes ser ni un poco empática con la situación de otros.
— ¿¡Qué!? Sabes qué, no pienso quedarme a discutir contigo, si así lo quieres bien, es tu asunto, tú resuélvelo —. Me di la media vuelta y salí de su oficina azotando la puerta.

Caminé hacia una de las salas del Buró, descargué mi estrés pateando una maceta y solté un grito de frustración, terminé sentándome en un sofá con mis manos en la cara.
— Capitán... ¿está bien? —. Preguntó un asustadizo Gary.
— Déjame en paz Gary.
— ¿Pasó algo con la Directora Sharpe?
—¡Dé-jame en paz!
— Ya sé que no soy nadie para entrometerme pero...
— Cierto no eres nadie, ahora vete de aquí si no quieres que te dé la paliza de tu vida.
— Ummm tomaré el riesgo —. Dijo nervioso y se sentó a mi lado. — No hace falta ser adivino para saber que tú y la Directora discutieron... o tal vez lo sé porque en realidad estaba en la puerta escuchando todo —. Soltó una estúpida risilla.
— Tú, hijo de... —. Mi mano iba directo a su cuello pero logró echar su cuerpo hacia atrás y no lo alcancé.
— Solo escucha Capitán, no voy a justificar a la Directora de hecho estoy de tu lado, sé que tu intención es apoyarla, solo que tiene muy nublada su mente con el exceso de culpabilidad y se está rindiendo antes de pelear, sinceramente eso me decepciona un poco de ella.
— ¿A qué te refieres con que se está rindiendo antes de pelear?
— Mañana habrá una audiencia con el Comité del Congreso para determinar la situación del Buró, es verdad que la situación no está a nuestro favor, es por eso que la probabilidad de que el Buró sea cerrado es alta, pero si se logra una buena apelación creo que se puede salvar —. Dijo animado.
— Eso no me lo dijo, mencionó que era muy probable que el Buró cerrara pero no dijo que hay una oportunidad de salvarlo.
— Lo sé, no lo dijo —. Sigue sin causarme gracia que haya escuchado nuestra conversación.
— Agh si, si lo sabes. Bueno... en ese caso debemos trabajar en la reunión de mañana y así salvamos al Buró, los agentes no se quedan sin empleo y nosotros no nos quedamos sin la Waverider, ¡Gracias Gary! —. Me levanté del sofá y le di un par de palmadas en su hombro.
— Capitán espera, se me ocurre que puedes llevar una ofrenda de paz con la Directora.

Gary me hizo esperar un par de minutos en lo que fue a preparar un té herbal, del cual asegura que Ava adora tomar en momentos tan tensos, me dio la taza de té, me deseo suerte y me dirigí a la oficina de Ava, no sin antes advertirle a Gary que ni se le ocurra escuchar de nuevo nuestra conversación o esta vez lo mataré, sabe que no bromeo.

Abrí la puerta de su oficina y la vi concentrada escribiendo algo, en cuanto sintió mi presencia pude notar su mirada hostil hacía mí.
— ¿No sabes tocar la puerta? —. ¡Ah! esta mujer por qué tiene que ser tan difícil.
— Mmm nop, en la liga de asesinos no nos enseñan eso. — Quise bromear para relajar la tensión.
— Sí, no lo dudo —. Ra's al Ghul dame paciencia.
— Ava, amor... no estoy aquí para discutir, te he traído un té —. Coloqué la taza cerca de su mano.
— ¿Gary lo preparó? —. Preguntó aún con mirada hostil.
— Sí, dijo que es uno de tus favoritos.
— Gracias —. Inhaló profundamente el aroma del té y así mismo lo exhaló cerrando sus ojos antes de beberlo.
— Ava yo... —. Comencé a decir mientras me sentaba en una silla cerca de su escritorio, pero ella me interrumpió.
— Lamento mi comportamiento, no debí reaccionar así —. Dijo con voz relajada mientras observaba su taza.
— Curioso, es exactamente lo que yo iba a decir —. Vaya, ese té sí es muy bueno, recordaré pedirle a Gary la receta.
— Lo sé y sinceramente la única que se debe disculpar aquí soy yo —. Su mirada seguía perdida en la taza.

Te salvaré como me has salvado a mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora