La piel de porcelana es intocable

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PoV. Kenny

Me encontraba recostado en la cama como siempre masturbándome con revistas pornos hasta que escuchó denuevo los gritos de mis padres hacia Kevin, mi hermano mayor...

- ¡¿MIERDA, ES QUÉ YA NADIE PUEDE MASTURBARSE TRANQUILO EN ESTA PUTA CASA?! - Grita Kenny enojado

- ¡CALLATE MOCOSO! - Se escucha la voz de un hombre - ¡ES TÚ CULPA POR CONSENTIR A ESTOS DOS FLOJOS, PUTA DE MIERDA!

- ¿A QUIÉN LE LLAMAS "PUTA DE MIERDA"? -Se escuchaba la voz de una mujer - ¡VAGO SIN TRABAJO!

- JODANSE ENTRE USTEDES - Se escucha la voz de un joven y de paso un portazo

- Mierda, Primero lo de Trent...y ahora mi inmaduro hermano... - Voltea los ojos y salta de la cama para sentarse.

Siente como golpean su puerta.
Tras de ella se oía la voz de una niña bastante tímida que sin dudar Kenny la dejo pasar.

- Kenny...- Decía la niña de cabello castaño.

- Oh Karen - le sonríe a la niña - ¿Que pasa niña hermosa?

- Me preocupa Kevin...- decía insegura la pequeña - Tengo miedo que abusen de él...

- Si es estúpido - dice Kenny rascándose la cabeza - Las mujeres juegan con él, aún que eso está en el ADN Mccormick masculino el atraerse a las mujeres así...

- Hermano, papá y mamá están preocupados...- la niña sabía que sus padres discutían solo por preocupación de los pasos de su primogénito - Ahora ellos están llorando en la sala...

- Mira bonita, quédate hacerle el trago especial de mamá y de paso uno al viejo...- Consuela a su hermana - voy a buscar al puto de Kevin, al menos intentar, si no, me acuesto de nuevo con su novia... - le sonríe y la niña baja contenta.

Pude ver a mi hermana bajar rápido al primer piso y se fue a la cocina, mientras yo, me ponía los calcetines y zapatos.
Me puse mis guantes y la capucha, revise mi celular, y lo guardo en los bolsillos, ese fue un regalo que los chicos me hicieron el año pasado.

Baje hasta llegar al salón que estaba igual de siempre, solo que ahora mis padres estaban abrazados llorando, eran tan bipolares, pero a fin de cuentas eran buenos padres, en el fondo tenían arranques por el estrés que vivían.

- Oh Kenny...- decía una mujer de cabellera roja - Lo sentimos,...somos pésimos padres.

- Lo sé...pero lo importante es que al menos se preocupan por ese ojete - decía Kenny riéndose.

- Muchacho, lamento siempre compararte, tú siempre sacas la cara en esta mugrosa familia...- decía el hombre con gorra y cabello castaño claro- No vayas..., Él solo tiene que regresar - decía adivinando que Kenny lo iba a buscar.

- Somos mugrosa entre todos - dice Karen trayendo los tragos - Kenny ¿Vas a buscarlo?

- Saben...creo que mi viejo que un día casi lo mate dándole un aborto clandestino tiene razón - dice riéndose- saldré solo a tomar aire.

- Así se habla campión...- ve como cierra la puerta - Espera ...que dijo.

Todos comenzaron a reír, mientras Kenny los escuchaba, su familia era disfuncional pero feliz, odiaba a su hermano por pasar su edad del pavo súper hiper mega atrasado.

- Maldito ñiñato...- decía Kenny viendo los copos de nieve y escucha unas risas - Hmmm.

Mientras más escuchaba esa chillona risa más la reconocía, camine hacia el patio de los vecinos y me encuentro con Tweek de espaldas al lado de alguien bien alto.

Sweetie Boy - CreekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora