Al punto de quiebre llévalo al límite

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*En el salón de Artes*

Se veía un montón de asiáticas y chicas al rededor, traían muchas cosas de temática oscura y de preferencia negra, en ello se veía solo dos figuras masculinas, uno de ellos posando con un hermoso vestido Lolita, y el otro apretandole el corset.

- Dime... ¿es necesario hacer esto? - Decía cierto azabache de mechón rojo

- ¡Claro! - Con entusiasmo el pelinegro de características asiáticas - Está es la mejor manera~ - siente como el gótico le apreta el corset - ¡Oh god!

- Me pregunto si esto te exita...- mientras pone su pie en las caderas del asiático y sigue apretando el corset

- Si te digo...no continuarás ¿Verdad? - ruborizado y con mirada perdida

- Emm...- haciendo la cinta al corset - ¿ya puedo irme a buscar el resto de las serpentinas? - dice algo ruborizado e indicando la salida

- ¡Oh! Claro, ¡Pete! Si ves a Trent podrías decirle que venga a probarse la ropa de chico malo - Decía el asiático mostrando una gabardina preciosa en cinturones y con cuello parado - Quiero que me ahorque con esto... - mientras salía vapor de sus fozas nasales.

- Entendido...- Pete le regala una sonrisa de lado al asiático.

Para Pete, Kevin era un chico fuera de lo normal, tal ves por eso le caía bien.
Dentro del grupo de góticos, Pete era el más arriesgado a defender sus creencias, y enfadarse por aquellos "posser" que imitaban tan aberrantemente su estilo.

No obstante, era bastante educado con aquellos que mantenía cierta cercanía, o qué, planeaba acercarse, entre ello, estaba su grupo de curso con los cuales compartía la mayoría de las clases y que cambiaban con ciertos profesores.

Conoció aquel chico asiático al darse cuenta que lo dibujó de forma sujestiva con un "compañero" con el cuál solía escaparse de formativa y esconderse en las gradas.

Jamás pensó conocer alguien así, pero, aunque su encuentro fué bastante perturbador al grado de encerrarlo en el portamaleta, él seguía sonriendo dulcemente, incluso los otros góticos se desconcertaban de aquella forma fantaseosa que vivía el asiático.

Nunca se lo pudo sacar, pero, de cierto modo al gótico le gustaba aquello, siempre le ha gustado lo extraño, sí, es un conformista, pero un conformista que le gusta molestar y estar con él.

Todo aquello le saco una sonrisa, justo al cruzar la puerta para salir al pasillo, cierta presencia se hace presente y choca con el gótico, haciendo que este pierda el equilibrio y la figura caiga encima de él.

- Fuck...- Decía con cierto enojo el gótico

- ¡Auch! - Decía entre sollozos un castaño que nunca había visto.

- Te dije...deja de divagar Mark - menciona cierto rubio de hermosa cabellera y de un solo jalón levantó al más bajo - ¿Estás bien? - decía con carisma fragante al extender la mano al gótico.

- Si...- con duda le acepta la mano algo ruborizado, de verdad el rubio era como un actor.

- ¡Gary! Ugh...- decía frustrado el castaño - lamento empujarte...no fué mi intención chocar contigo - su voz demostraba como si la culpa fuera en verdad del gótico que se cruzó.

- No hay problema - fingiendo no tomarle peso a la situación - No son de aquí, a quien o quienes buscan...

- Eso es muy grose...- Mark es callado por Gary

- Busco a cierto chico llamado Stan Marsh - Sonríe ladeadamente - Es un amigo mío, nos invitó a ver el partido.

- ¿Eh? - Mark confundido pero luego disimuló, pero no pasó sobrepercibido por Pete

Sweetie Boy - CreekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora