𝐉𝐊 𝐬𝐡𝐨𝐨𝐭𝐬

𝒏𝒊𝒏𝒆

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' Tu nuevo "amigo" ,
Inspirado en Señorita

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Todo había comenzado en Miami, hacia calor por las lluvias del verano y sus cuerpos estaba goteando en sudor. Estuvieron bailando por horas en la arena con la luna alumbrando y un par de shots de tequila encima, sentías como si sus manos encajaban perfectamente tu cintura, estaban hechas a la perfección, ustedes estaban hechos a la perfección.

Y cada que el abría su boca y te llamaba de esa forma que tanto amabas, hacia que lo odiaras un poco, porque cada vez te era más difícil fingir que no lo necesitabas, pero cada movimiento que hacía y el roce de sus pieles era perfecto, te dejaba con deseos de estar siempre junto a el y eso era exactamente lo que no podías hacer, sabías que deberías irte y huir, pero todo hacía que terminaras regresando por el.

Despertaste en el hotel, hay cosas que simplemente no cambian, como cada que vienes de vacaciones a Miami, el esta en tu cama desnudo durmiendo. Giraste tu cuerpo y lo tocaste, su espalda para ser exactos, haciendo que soltara un gemido mientras despertaba, te miró al abrir sus bellos ojos que parecían contener la mayor galaxia en ellos y te tomó para acercarte a él. No era una mentira que se necesitaban, solo eras la única que no quería admitirlo.

Sus mundos eran diferentes, tu eras la hija de el mayor inversionista de tu país, tenías todo a tu disposición, eras toda una hija de papi, pero te gustaba experimentar y divertirte, pero con Jungkook fue demasiado lejos, te enamoraste perdidamente de él, la manera en la que sus labios te desnudan y te enredas en su lengua, todo en el te hacia pedir más, incluso después de hacerlo, cuando te besaba suavemente la espalda mientras te dejabas caer en un profundo sueño, era un lugar mágico sus brazos, libre, con paz y calidez. Ese era Jungkook para ti.

- Siempre es hermoso que regreses a mi. - Estabas en su pecho mientras el acariciaba tu espalda desnuda.

- Quisiera jamás irme de aquí. - Jungkook también viajaba para verse, el solía estar en Busan, pero después de conocerse en el verano volvieron y llegaron a encontrarse incluso si no fuera verano. - Debería estar huyendo, sabes, pero me mantienes viniendo por ti, todo este tiempo he estado viniendo por ti. - De pusiste derecha y lo miraste, de verdad que estaban enamorados pero Jungkook no pertenecía a tu futuro, sus mundos no encajan, un pintor vagabundo con una inversionista en proceso, no era para nada compatible. - Y espero que signifique algo para ti, di mi nombre y vendré por ti. - Su mano se posicionó en tu mejilla y sentiste tan suave su toque que te recargaste en ella aun mas.

- Siempre serás me mayor delirio, Jungkook. Mi amor mas imposible. - Dejaste de sentir su toque y lo miraste confundida.

- ¿Por qué tenemos que ser imposibles? - Te topaste con su mirada adolorida, incluso sus palabras sonaron tan tristes.

- Jungkook, ya hablamos de eso. - Suspiraste. - Somos totalmente diferentes. Tu estás en Busan, yo en Washington, no estamos destinados. - El soltó una risa sarcástica, pudiste ver su faceta de desinterés que usaba frente a los demás, pero sabías que le dolía lo que estabas diciendo, igual o más que a ti.

- Se que no te puedo dar los lujos que estas acostumbrada, se que solo soy un pintor que viene y va por el mundo, no puedo darte un departamento lujoso, una auto deportivo y mucho menos una vida estable, por que no soy así. Pero puedo llevarte a los mejores lugares del mundo, puedo sacarte de tu mundo y llevarte conmigo a otro tipo de vida. - Tu corazón quería estar donde el estuviera, eso era cierto, pero tu razón decía otra cosa. - Solo tienes que dejarme. -

- Perdón, Jungkook. - Al momento de abrir de tu boca, el timbre de tu suit sonó asustandote, ¿Quien diablos era? No habías pedido comida a la habitación y habías venido sola, siempre habias venido sola.

Te levantaste y caminaste a la puerta, después de haberte colocado tu pijama de satín morado. Asomaste tu ojo por la mirilla y viste a tus tres amigas de Washington esperando afuera, ¿Como mierdas te encontraron?

- Hola!! - Al abrir te abrazaron inmediatamente.

- Ho-Hola, chicas. - Seguías perturbada.

- ¿Que no estás feliz? Vinimos a verte, sabemos que siempre vienes sola a Miami y no sentimos mal por tener tantos planes y que tuvieras que venir sola nuevamente, así que decidimos seguirte después de que te fuiste. - Tus ojos y boca estaban abiertos de la sorpresa.

- Ohh, que... lindo de su parte. - Estabas asqueada.

- Bueno, pensamos que debíamos ir a la playa primero pero.... - Hannia, tu amiga, empezó a hablar pero fue interrumpida por Yisung que comenzó a hablar descaradamente.

- Oh la la!, pero que cuero te encontraste, nena! - Miraste en la dirección de Yisung y viste como estaba a un lado de Jungkook que estaba parado ya vestido.

- Ay, amiga, pero no sabíamos que tenías novio acá. - Sana, una amiga cubana que tenías habló con un acento más marcado de lo usual.

- No es mi novio. - Hablaste agobiada, y molesta por cómo Yisung y Sana se comían a Jungkook con la mirada.

- ¿A no? Entonces yo lo quiero. - Sana se acercó a Jungkook lista para conversar. - ¿Cual es tu nombre? -

- Jungkook. - Hizo una leve reverencia. - Jeon Jungkook. - Sana y Yisung se derritieron al escuchar la voz de Jungkook.

El soltó una risa, pero no era sarcástica, parecía gustarle la atención que estaba recibiendo, y te hervía la sangre ver aquel gesto.

- Me siento halagado, damas, pero necesito irme, fue un gusto. - Jungkook por fin se deshizo del enredo de tus amigas y caminó a tu lado.

- Diablos, amiga, eres afortunada por tener un chico como Jungkook. - Yisung no tenía filtro al hablar, en definitiva. Giraste los ojos fastidiada.

- Que no es mi chico, niñas, es solo.... mi amigo. - Lo miraste en segundo.

- Si, amigos, pero tus amigos no saben a que sabes. - Casi te ahoga con tu saliva al escucharlo. - Con permiso. - Lo seguiste.

- ¿A dónde vas? - Hablaste al salir al pasillo.

- Sabes que nunca se a donde iré. - No te miraba.

- ¿Estas molesto? - Te sentías horrible al no tener la valentía de estar con el.

- Nena - Tomo tu mejilla sintiéndote. - Jamás podría molestarme contigo. - Sonreiste triste.

- Desearía que no fuera tan malditamente difícil dejarte ir, pero cada vez que me tocas es tan... - te quedaste sin palabras cuando se acercó a ti tomando tu cintura. - Y si, es cierto que yo también debería estar huyendo, pero tu eres el por que del que siga viniendo, Jungkook. Estoy enamorada de ti. - Un leve beso fue todo lo que Jungkook te dejó.

- Te lo he dicho una y otra vez, di mi nombre y vendré por ti. Solo por ti. - Te soltó y se alejó de ti.

- Debería irme, pero sigo viniendo solo por ti. -

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