𝐉𝐊 𝐬𝐡𝐨𝐨𝐭𝐬

𝒇𝒊𝒇𝒕𝒆𝒆𝒏

' 2da parte del demonio de la venganza ,

ADVERTENCIA: CAPÍTULO LARGO

>>>>>>>><<<<<<<<

- Por el amor de Dios, ¿Puedes callarte? - Hablaste desesperada desde tu escritorio. 

- Dios expulsó a mi amo por envidia y poder, no puedo acceder a tu petición debido a que esta en el nombre de alguien quien yo no obro, además, ¿Por qué todos piden cosas en su nombre? Quiero decir, si, es perfecto y milagroso pero... - Volviste a gritar. 

- Jungkook, cállate. - El chico que estaba detrás de ti quedó con la boca abierta y sin mas la cerró.

Seguiste estudiando, pasando las notas de el libro a tu libreta, intentando memorizar algo de lo que leías. De pronto sentiste una respiración en tu oreja que comenzaba a irritarte, pero todo empeoró cuando escuchaste el sonido de alguien masticar a tu lado. Giraste y viste a Jungkook flotar en medio de tu habitación con una bolsa de palomitas en las manos, lo miraste enojada y el solo te respondía con una cara confundida. 

- ¿Qué? - Aún flotando se encogió de hombros mientras metía otro puñado de palomitas a su boca. 

- Harta, me tienes harta! - Gritaste y pasaste justo por en medio de el haciendo que gruñera. 

- Odio que hagas eso! Ya te dije que no soy un fantasma o una idiotez que ves en las películas. - Bajó y te miró entrar a tu baño. - ¿Sabes como se siente eso? Horrible! Es como... - Pensó un poco. - La verdad no se como sea en los mortales, jamás he tocado o sentido a alguien mas, así que no se como se siente un golpe. - Su voz fue bajando de volumen. 

Saliste del baño con el cepillo de dientes en tu boca y lo miraste con el ceño fruncido. 

- Me tocaste la primera vez que nos vimos. - El se encogió de hombros.

- Puedo manifestarme como alguien físico para los mortales, aun que ellos sientan mi tacto, yo no puedo. - Su voz sonaba triste y escuchaste los resortes de la cama así que imaginaste que se había acostado.

- Eso es triste... - Ya habían pasado casi ocho meses juntos, así que a pesar de que Jungkook te sacara de tus casillas, le habías tomado cario, pero definitivamente no estabas enamorada de el, su comportamiento de niño de nueve años te hacía desesperar, cuando te quitaba la cobija en las noches y te hacía pasar frio, o cuando se encerraba en el baño y no podías entrar por que estaba recargado en la puerta y era ms horrible cuando aparecía a tu lado y se iba dejando la puerta cerrada aún. O cuando hacía que las cosas se quedaron pegadas a su sitio y no podías moverlas, era un tormento vivir con el, pero con el tiempo todo fue mas cotidiano y ya no te molestaba cuando atrasaba tu alarma y te despertabas tres horas antes de tu hora. 

- Lo sé pero ya me acostumbre, de todas formas, ¿Quién quisiera sentir físicamente? El dolor emocional es peor. - Saliste con otros pantalones y un crop top diferente y miraste como Jungkook se elevaba lentamente mientras estaba recostado con las manos en la nuca, cuando se sentía presionado o diferente a su estado arrogante y burlón comenzaba a flotar de la nada, parecía que cuando se relajaba demasiado dejaba de pensar en otras cosas y comenzaba a flotar por la habitación. 

- Jungkook. -

- ¿Si? - 

- Estas en el techo. - Volvió a este mundo y se dio cuenta de su posición así que se sentó aun en el aire y bajó lentamente hasta la cama nuevamente.