𝐉𝐊 𝐬𝐡𝐨𝐨𝐭𝐬

𝓼𝓲𝔁𝓽𝓮𝓮𝓷

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Junior

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Luces de neón, risas, alcohol y mucha, mucha gente. El club estaba a reventar y tus ganas de bailar no podían esperar, ya escuchabas tus canciones favoritas desde que la fila para entrar y tu desesperación iba subiendo.

- Llevamos aquí mas de diez minutos, ¿Cuándo piensas dejarnos pasar, imbécil? - Gritaste desde tu lugar al corpulento cadenero que cuidaba de la entrada, tu amiga te pidió que te tranquilizaras pero para su sorpresa fuiste apoyada por algunos chicos y chicas que compartían tu desesperación. - Es que es ridículo, Hara, llevamos casi media hora aquí, se como funcionan los clubs y su "sistema de seguridad", es una mierda de clasismo y discriminación. - Nunca habías sido una persona muy callada a decir verdad, si algo te causaba incomodidad lo decías sin mas, solía traerte algunos problemas, pero a veces eso era mas divertido. Pero algo era cierto, siempre conseguías lo que querías.

- Tu tranquila, veras que nos dejarán entrar cuando menos lo esperes y será de las mejores noches, ya lo habíamos dicho, esta noche van a llover invitaciones, dinero y la champagne será nuestro único trago. - Hara, tu amiga, era toda una casa fortuna, tu solías unirte a sus planes como esta noche, siempre era divertido salir esperando lo mínimo y tener lo mejor.

- Claro que si, Hara, espero que la mesa de siempre este libre, ya sabes, la que esta cerca del balcón... - Te interrumpiste a ti misma al ver como unos chicos pasaban de largo la fila de espera y llegaban directamente a la entrada, el cadenero les dio una reverencia y abrió el gancho rojo para darles entrada haciendo que se te hierba la sangre. - Oye! ¿Hablas enserio con tu cinismo? Esta bien que sientas la gran mierda pero no olvides que la mierda sigue apestando! - Gritaste haciendo que el grupo de chicos volteara y seguidamente todos los que esperaban al igual que tu hicieron lo mismo. Aquellos chicos no dijeron nada, siguieron de largo después de que hicieras contacto visual con uno de ellos, grandes ojos, una de sus cejas estaba perforada y su brazo repleto de tatuajes era notorio, bastante atractivo pero al final del día, hombre.

Después de que armaras gran escándalo en la fila, dejaron que la fila avanzara haciéndolos pasar y por fin, tu noche había empezado. El calor se sentía apenas entrabas, no lograbas ver demasiado por las luces parpadeantes, si no supieras de memoria aquel club, habrías tropezado por todas partes. Tu amiga y tu se tomaron de las manos para mantenerse juntas y llegar a una mesa, lamentablemente su mesa favorita estaba ocupada, pero encontraron otra bastante buena, cerca del área VIP, eso significaba que era mas fácil captar la atención de los chicos que solían venir para gastar toda la herencia de su familia divirtiéndose.

Pidieron una ronda de shots de tequilas para empezar rápido, ya habían perdido bastante tiempo esperando entrar, había que aprovechar todo lo que se pudiera mientras la noche era joven. - Y recuerda, no es lo que la misoginia te hace, si no lo que la misoginia puede hacer por ti. - Hara y tu dijeron su gran frase para empezar la noche y sus cabezas se levantaron al mismo tiempo que el fuerte licor pasaba por sus gargantas.

Al poco tiempo ya estabas en la pista de baile dándolo todo con tu amiga, bailabas al ritmo de las canciones del mundo, sentías pequeñas gotas de sudor bajar por tu espalda y tu cuello estaba empapado por lo que tuviste que recoger tu cabello en un rollete bajo dejando caer algunos cabellos por los lados. Tenías a tu amiga del cuello bailando sensualmente, ambas estaban muy concentradas en su baile que no se dieron cuenta que una pequeña pelea comenzaba a dar inicio en la misma pista de baile.