𝒆𝒊𝒈𝒉𝒕

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' Vuelves a ver al chico que fue expulsado por tu culpa ,

La música de tus audífonos estaban lo suficiente fuerte para no escuchar ni un poco de lo que pasaba en la clase. Dibujabas garabatos en tu libreta, habías estado viendo un dorama últimamente y dibujabas escenas que habías visto ayer por la noche, antes de quedarte dormida, claro.

Cambiaste la canción en tu celular, pero en ese silencio de casi dos segundos escuchaste al profesor hablar.

- Toma asiento, Jungkook. - Escuchar aquel nombre te hizo quedar helada completamente.

Seamos sinceros, por miedo no levantaste la cabeza, y este creció mas al ver que la silla que estaba a tu lado estaba vacía. - Qué no se siente aquí que no se siente aquí. - Pensaste. Bloqueaste tu celular pero antes pausaste la canción, fingías no escuchar nada, pero el sonido de la silla siendo arrastrada por el piso retumbó en tu cabeza.

Para ponernos en contexto, tu relación con el ya nombrado, Jeon Jungkook, no era muy sana o amistosa que digamos, y para esto debemos recordar un año atrás como lo atraparon por tu culpa. Jungkook había tenido una infancia algo brusca que hizo que creciera de la par con las drogas y malas influencias.

En tu caso, no eras muy apasionada con las fiestas pero tu amiga estaba emocionada de ir así que aceptaste su invitación, pero aquella inocente fiesta se tornó en la noche en la que tu amiga se lió con las malas decisiones de Jeon Jungkook y terminó siendo una de las ayudantes para vender marihuana en la escuela.

En el intento de salvar a tu amiga de aquellas mañas que Jungkook tenía, pero que tu amiga no salga afectada, intentaste robar un poco de la mercancía de el, y pensabas entregarla a las autoridades de tu escuela. Nunca te metias en los asuntos de los demás, sabías que era irritante pero el futuro de tu amiga estaba en juego y eso era lo que no querías ni siquiera pensar.

- Jeon Jungkook estas muerto. - Al poder abrir su casillero y sacar la mercancía, corriste a la sala de rectoría de tu escuela.

Sin saber que Jungkook ya te esperaba ahí.

- ¿Que haces aquí? - Al abrir la puerta viste como estaba sentado sonriente.

- Vamos, nena, no te enojes, es solo que eres muy ingenua aún. - Bajó sus pies de la mesa. - Las paredes de esta escuela hablan, y más a mi favor. - Sonrió victorioso.

- Quiero salvar a Yeji de tus sucias garras, Jeon. - Escupiste molesta.

- ¿Por qué? - Frunció el ceño y te miró de una manera en la que sentías que miraba tu alma. - ¿Tu que sabes de esto? - Escondiste tu mirada un milisegundo pero fue la señal de Jungkook. - Ohh.... tu sabes algo, nena. Algo que nadie sabe. Parece que tenemos a alguien que finge ser quien es en realidad. - Intentaste engañar tu mirada para poder verlo, pero Jungkook desblidaba todo tipo de muro que quisieras poner frente a él. - Dime, pequeño angel falso. ¿Quién eres? - Se apoyo en el escritorio y te miro expectante.

- Callate, Jeon. Hagas lo que hagas, estas acabado. - Evadiste el tema totalmente y te sentaste en una silla. El salió de detrás del escritorio y pasó por tu espalda para susurrar cerca de tu oído.

- Estoy protegido, nena. - Habló ronco. - Así como tu lo estás seguramente. - Te levantaste rápido y te fuiste detrás del escritorio esta vez tu. Lo más lejos de el, y su sexy voz, era mejor. Además que su mente estaba trabajando al mil por hora y estaba acertando en todo.

𝐉𝐊 𝐬𝐡𝐨𝐨𝐭𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora