BERSERK:✾CAOS II✾

REVELACIONES

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Llevaron a guts con ellos, como prisionero, apesar de sus heridas este fue llevado a la tienda de franese.

Esta tras una pequeña discusión con el caballero, dejaron a guts atado a un posted, para comenzar la conversación, franese toma un latigo el cual al final de sus varios cables tiene espinas.

Comenzando con las burlas de guts y su interrogatorio, se termino ganando varios azotes, burlandose de la supuesta fé que franese tenía y su bajo descubrimiento después de ver a sumin volar, como un ángel, refugiandose en aquella fé vacia.

Franese lo mando a una pequeña jaula como si de un animal se tratase y con aquellas heridas, guts estaba muerto de frío.

-cielos... que tuviste que hacer, para ganarte esto.-dije frente a él.

-¿¡como!?-me dijo sorprendido.

-teletransportación.-dije.- tienes frío, ¿que paso?

-tu que crees...-le dijo guts.

-ummm sip, ya puck me lo conto.-le dije para que puck saliera detrás de mí.- estas desarmado, la noche comienza.

-es por eso...¡¡Que tengo las llaves!!-dice puck.

-¡genial!-le dije a puck.

-bien, sacame de aquí.-le dice guts para que luego puck se aleje de él.

-primero un "gracias"....-le dice puck.

-¿que? ¿Por esa cosa tan simple?-le dice guts.

-incluso los buenos amigos se demuestran cortesía.-le dice puck para volverse a alejar.

-.... gracias....-le dice guts.

Cubrí  mi boca para no alertar a los guardias con mi risa, guts solo me volteo a mirar.- 'por todo  oh gran puck'...-le dice puck.

-... gracias por todo, oh gran puck....-dice guts "me vengare"-....

Junto con guts nos dirigiamos al cuarto de franese, para recuperar la armadura de guts, cuando llegamos allí, en esa tienda franese se encontraba sin camiza mientras azotaba su espalda, frente a la estatua del "Dios" de su religión.

-santo Dios, por favor guíame...-dice franese arrodillada, para que guts se pusiera detrás de ella.

-¡¡¡T... TÚ!!!-le dice franese para caer desmayada por el golpe de guts.

Este comienza a ponerse la armadura con mi ayuda, cuando terminamos mis manos se encontraban en su pecho acomodando el cinturon que sostenía las navajas de guts, este pone su mano sobre la mía llamando mi atención.

-gracias... por acompañarme y curarme, todo este tiempo...-dijo avergonzado.

Sonreí.- no te preocupes... que vas a hacer con ella.

-¿encantadora, he?-dijo mirandola.

-¿que?-le dije.