Sugar Sugar [Henray]

Capítulo 5. Cita. Segunda Parte

Al terminar de cerrar el trato, se sonrieron mutuamente, Cooper quería conocer más del chico, Jace quería conocer más del ojiazul, sería bueno aprovechar esta cita para hacerlo.

—Me tendrás que disculpar, pero este pastel luce delicioso y no se comerá solo —dijo Jace tomando una pequeña porción con su cuchara para llevársela a la boca—. Esta delicioso, es el mejor pastel que he probado, había venido aquí antes pero jamás lo comí, debes probarlo —Jace tomo otra cucharada de su pastel, en un acto reflejo la llevo en dirección a la boca de Cooper, al darse cuenta de su acción se sonrojo, pero no retiro su cuchara—. L-lo siento.

—Me gustaría probarlo —dijo acercándose hasta la cuchara del rubio, provocando un sonrojo aún más intenso—. Tienes razón, esta delicioso.

Jace no sabía que había pasado con él, eso solo lo hacía con Riele y Sean, se moría de la vergüenza, quizá era su karma por reírse de Cooper cuando se golpeó, al menos el mayor lo tomo bien.

Continuaron con la tarea de terminar el exquisito pastel que pidieron, Cooper fue el primero en acabar, se sentía ansioso por conocer más de Jace, pero esperaría a que terminara, lo continúo mirando, Jace se percató de eso y no lo pudo dejar pasar.

—¿Tengo algo en la cara? —pregunto el rubio llevando una de sus manos a ella con gesto de querer limpiarla.

—No, solo esperaba a que terminaras con eso, y poder hablar, perdón si fui incómodo —dijo un poco nervioso.

—¡Oh! Bueno, termine —alejo un poco su plato y sonrió mirando a Barnes—. ¿Sobre qué quieres hablar?

—Sobre ti, y yo te puedo contar sobre mí.

—Claro —dijo Jace con una sonrisa, realmente amaba charlar.

—Sé que vas a la universidad, ¿Qué es lo que estudias? —Se acercó un poco, estaba verdaderamente interesado en saberlo.

—Artes, desde niño siempre quise pintar grandes obras, así que me inclino hacia la pintura, el dibujo, todo eso me encanta —una pequeña sonrisa se instaló en sus labios—. Es una forma que encontré para poder expresar cosas que con palabras no puedo, solía tener muchos problemas para exteriorizar lo que sentía, me era muy difícil relacionarme con las personas por lo mismo, mis padres decidieron que era buena idea que fuera con psicólogo, y me ayudo demasiado, a mis papás les recomendó que eligiera una actividad, con la que conectara y me ayudara con mis problemas, estuve todo un día pensando y me decidí por la pintura.

—Veo que te hace muy feliz, me encantaría ver algo de tu trabajo.

—Sí, realmente lo soy, es lo que amo, y no lo cambiaría por nada, quizá otro día pueda mostraste algo de lo que hago.

—Por favor, sigue, quiero saber más sobre lo que te inspiro.

—Podría hablar todo el día —dijo el rubio sonriendo—. Remedios Varo es un gran referente que tengo y mi favorita, amo sus cuadros, el sentido tan de ensueño con el que jugaba, era tan mística, sus cuadros llenos de inspiración de la magia, la alquimia, jugaba con diferentes texturas, las que parecían darle vida a todos sus personajes, los astros tenían un papel importante dentro de su mundo creado por ella, su técnica, era increíble, por cada cuadro que pinto existe un dibujo a lápiz del mismo, era muy pulcra con lo que hacía, uno de mis cuadros favoritos es La despedida* por como lo interpreto, en la pintura se ve a dos personas que se van por caminos distintos, pero sus sombras continúan juntas, hasta parece que se besan, es como si su destino fuera siempre estar juntos, que si se van se volverán a encontrar en algún punto.

Cooper miraba como el chico sonreía y sus ojos brillaban mientras hablaba, estaba atrapado, se sentía atraído, su dulce voz lo envolvía, lo escuchaba atentamente.