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 FLASHBACK 

Harry espero a Emelia salir de clases. Espero sentado en un banco, con su mochila colgando de sus hombros y con una amplia sonrisa en su rostro. Desde que nació Emelia, Harry ha sido su niñera, el siempre estaba con ella, asegurándose de que ella se encontrara bien.

Era el primer año de Emelia en la escuela. Y sin embargo, para él, ya era el último año en la escuela, hasta que se vaya a la universidad. Pero el estaba nervioso, por el primer año de Emelia en la escuela. Durante el primer mes de clases, el constantemente le preguntaba si le gustaba, pronto se entero que la trataban con amabilidad y por eso, el estaba agradecido.

Ya que los padres de Emelia trabajaban durante y después del tiempo en la escuela, decidieron inscribirla en una que quedara cerca de la de Harry. Claire y Darren le preguntaron a Harry si podía recoger a Emelia cada día, desde que Katherine se negó, porque tenía "cosas" que hacer luego de la escuela. Harry sabía que Katherine no estaba ocupada luego de la escuela; ella solo no quería pasar tiempo con su hermana menor.

"¡Harry! ¡Harry!", Emelia exclamo, corriendo hacia Harry, con una gran sonrisa en su rostro., en una de sus pequeñas manos sostenía una tarjeta y en la otra estaba luchando para deslizar su mochila de sus hombros.

Harry abrió sus brazos y Emelia se acerco corriendo hacia él, colapsando en sus brazos mientras le daba un abrazo. El cabello oscuro de Emelia estaba atado en trenzas francesas que una vez en la mañana estuvieron ordenadas y perfectas, ahora estaban desordenadas. Harry adoraba la vista de ella.

"Bueno, hola a ti también, amor", Harry dijo riendo, mientras tomaba la mochila de Emelia del suelo y la llevaba a su auto negro en sus brazos.

"Hice una tarjeta", dijo señalando con sus delgados dedos, la tarjeta que se encontraba en ellos, con un gran corazón dibujado.

La llevo al asiento trasero, colocando el cinturón de seguridad. Para luego dirigirse a la puerta del conductor.

"¿En serio? ¿Qué es lo que tiene?" pregunto Harry observándola por el espejo retrovisor.

"Una carta para Santa Claus, le pedí que me trajera un conejo", Emelia respondió, sus ojos grises destellaban felicidad.

Harry sonrió ante sus palabras.  Había olvidado que ella creía en Santa Claus. "¿y crees que Santa Claus va a conseguir un conejo?"

"Si, porque se lo pedí. Además la señora Carraway me dijo que Santa me lo traerá porque me porto bien"

"¿Y mamá y papá están de acuerdo con esto?”, Harry pregunto girándose hacia ella, cuando el semáforo paro en rojo.

"Lo estarán cuando lean mi tarjeta", Emelia sonrió.

Harry bajo del vehículo, abriendo la puerta de Emelia y bajándola. Ambos caminaron hacia la puerta principal, el abrió la puerta y ella salió corriendo hacia la habitación de Harry, en busca de Oreos.

"¿Buscas esto, amor?", Harry mostro el paquete de Oreos que se encontraban en su mano.

"Eso no es justo, eso es mío", dijo Emelia tratando de llegar a las Oreos, pero Harry era demasiado alto y Emelia demasiado baja.

"¿No te enseñe a compartir?", Harry pregunto mirándola con desaprobación.

Ella asintió con la cabeza, "Lo hiciste, pero realmente quiero Oreos"

"Sentir el amor duele", dijo Harry fingiendo un dolor en el corazón, poniendo un brazo sobre su pecho.

Emelia se acerco a Harry y envolvió sus brazos alrededor de una de sus piernas, "Lo siento"

"Está bien, amor. Pero tienes que darme una Oreo y un beso en ambas mejillas", Harry dijo agachándose a su altura, entregándole el pequeño paquete de Oreos.

Emelia envolvió sus brazos alrededor del cuello de Harry y le planto un beso en ambas mejillas. Harry disfrutaba de sus pequeños besos de plumas en sus mejillas. Emelia casi nunca había besado a nadie -a excepción de Harry-

"Ahora no tengo que darte Oreos", Emelia dijo, abriendo el paquete de Oreos con dificultad, cuando lo hizo mordió una.

"¿Por qué no, amor?", Pregunto Harry, sentándola en su cama, encendiendo la televisión para colocar películas de Disney.

"Tu dijiste que te diera un beso y te di dos", dijo Emelia mostrando entre sus dedos un énfasis.

"Bueno, ahora que lo mencionas, ahora y debes darme otro beso en la mejilla"

"¿Por qué?"

"Me engañaste, amor"

"Está bien"

Emelia dio otro par de besos en las mejillas de Harry. Harry no se resistía en la forma adorable que se veía con sus trenzas francesas desordenadas y el relleno excesivo de su boca con Oreos. Luego de unos minutos él le dio un gran beso en la mejilla a Emelia. Ella hizo una mueca porque Harry la había besado en la mejilla con los labios húmedos y se limpio su mejilla con el hombro de la camiseta de Harry.

"¡Harry!"

Harry rio y se aseguro de secar su boca antes de plantar otro beso en su mejilla.

"Todavía quiero mi Oreo, cariño"

Harry supo que el era demasiado molesto, Emelia trataba de ver la película y mantenía el paquete de Oreos firmemente en sus pequeñas manos, Harry sonrió ante ello.

Observaron tres películas de Disney, Harry le dio demasiadas Oreos que hasta perdió la cuenta. Pero al final del día, el cubre cama de Harry estaba lleno de migas de Oreos y una niña que tenía su corazón en la mano, sin siquiera saberlo.

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