Corazón solitario.
Gally cayó de rodillas y se quedó allí respirando fuertemente. La chica salió de su trance y guardó su daga. Se puso a su lado y tomó su cara entre sus manos, susurrando su nombre. Todos los chicos estaban petrificados, como si creyeran que él era una alucinación. Pero Sophie estaba tan feliz que podría sonreír, de no ser por el maldito miedo y preocupación por su estado. Tenía varias heridas pequeñas, algunas ya cicatrizadas y otras aún abiertas. Toda la ropa rasgada y sucia. Además de que parecía haberse vuelto loco, su mirada cambiaba de una furiosa a una de pena. Cuando sus ojos conectaban los de él se suavizaban, pero corría la mirada al segundo, cambiándola a una más oscura.
-¡Ellos los van a matar!- gritó asustando a la chica y escupiendo saliva para todos lados.- ¡Los Penitentes los asesinarán: uno cada noche hasta que todo esto termine!
Sophie frunció el ceño y sintió punzadas de dolor en el pecho. Gally intentaba levantarse y a duras penas, con ayuda de ella lo hizo, pero luego la apartó. Caminó hacia adelante. Ahí Sophie se dio cuenta de su cojera. No podía imaginarse por todo lo que había pasado en esos días. El se dirigió quedando muy cerca de los chicos y señaló a Thomas, con la mano más arruinada.
- Tú.- dijo con una mueca de desprecio, exagerada y desquiciada.- ¡Tú tienes la culpa de todo!
Dicho eso lanzó un puño hacia la oreja de Thomas, quien chilló como nunca, pero se incorporó rápido. Sophie volvió a acercarse a Gally y lo dio vuelta para que la mirase. El no dejaba de evadir su mirada.
-No existe una solución.-dijo, con la voz ahora más baja y distante.- No vas a poder sacarme de aquí, ni a mí, ni a nadie.
Se dio vuelta dirigiendo la mirada al resto.
- El Laberinto miertero los matará a todos ustedes, larchos... Los Penitentes los aniquilarán... uno cada noche hasta que todo termine... Yo... Es mejor así... -titubeó, y sus ojos descendieron hacia el suelo.- Ellos sólo matarán uno por noche... sus estúpidas Variables...
Ella agarró lo que quedaba de su camisa y lo hizo dar vuelta quedando a centímetros.
- Gally, mírame. Tienes que hacer silencio, vas a hacer que nos maten idiota.- le susurró ella.
- Uno por noche, uno por noche.- comenzó a decir con nerviosismo.- uno por noche...
-Gally, cierra tu maldito hocico. Hay un Penitente junto a la ventana.- dijo Newt haciendo que lo mire.- Siéntate y no hables. Quizás se vaya.
- Tú no entiendes, Newt. Eres muy estúpido, siempre lo has sido. No existe una salida. ¡No hay forma de ganar! ¡Ellos te van a matar a ti y a todos, uno por uno!
Después de emitir las últimas palabras con un aullido, se arrojó contra la ventana y comenzó a tironear de las tablas como un animal salvaje intentando escapar de una jaula. Antes de que alguien pudiera reaccionar, ya había arrancado una madera.
- ¡Gally! ¿Que carajos haces?- gritó la chica interponiéndose entre él y la ventana, intentando apartarlo.
- ¡No!- gritó Newt, corriendo hacia delante.
- Amor basta por favor,- comenzó Sophie con los ojos vidriosos.- vas a hacer que nos maten a todos. Siéntate y cállate.
- Uno por noche,- volvió a repetir.- es lo mejor.
Con ella en el medio logró sacar la segunda tabla, con la cual le dio en la cabeza a Newt, que quedó tendido en la cama. Había un poco de sangre. Seguro lo habría golpeado con un clavo. Sophie se distrajo y fue a verlo. Mierda, pensó mientras se mordía el labio inferior y aguantaba las ganas de llorar. Thomas se acercó, listo para pelear.
-¡Gally!- exclamó.- ¿Qué estás haciendo?
El chico lanzó un escupitajo, jadeando como un perro agitado.
- Thomas, ¡cierra tu boca de garlopo! Sé quién eres, pero ya no me importa. Yo sólo puedo hacer lo correcto.
Gally se acercó a Sophie y le dio un beso, al que ella no correspondió. Estaba furiosa, con la situación que había creado y también se sorprendió demasiado ante esto.
- Todo lo hago por ti. Por que te amo.- le tocó el cuello, donde tenía su collar.- Es tiempo.
-¡No!- gritó ella agarrándolo del brazo.
Él se soltó y sacó la última madera. El vidrio explotó hacia adentro como si lo hubiera estado esperando desde siglos, esparciendo sus pedazos por toda la habitación. Sophie fue la más afectada, ya que estaba demasiado cerca de Gally. Se tapó los ojos y la cabeza con sus brazos, pero algunos vidrios encontraron donde clavarse de todas formas. Retrocedió rápidamente. Cuando pudo sacar los brazos de sus ojos, visualizó que el Penitente estaba terminando de entrar por la ventana rota. La boca de Sophie se abrió y su mano buscó su daga. No moriría sin pelear.
Newt seguía tendido en la cama. La preocupación de Sophie aumentó al recordar aquello, y afirmó su daga en su mano. Vio cómo la criatura observaba a su amigo y sus pies corrieron hacia él. Cuando estaba por agarrarlo, Gally habló nuevamente. El Penitente retrajo su brazo que iba a alcanzar a Newt.
- ¡Nunca entendieron nada!- comenzó a gritar, sobrepasando los ruidos de la bestia.
Sophie agarró el cuerpo de Newt y se lo alcanzó a Thomas, quien la ayudó a dejarlo en el suelo.
- ¡Nadie comprendió lo que yo vi, lo que la Transformación produjo en mí! ¡Thomas, no vuelvas al mundo real! ¡No te conviene recordar! ¡Adiós Sophie!
Los ojos de Sophie volvieron a llenarse de lágrimas a punto de salir. Gally le echó una última mirada, llena de terror y angustia, pero una pequeña sonrisa se formó en sus labios. No era una siniestra como las anteriores, sino una sincera. Luego se arrojó sobre el cuerpo del Penitente. Aquellas lágrimas que hasta ahora pudo retener recorrieron las mejillas de la chica. El cuerpo del chico se hundió varios centímetros en la piel viscosa emitiendo un sonido asqueroso de succión. Apenas obtuvo lo que quería, salió de la ventana y descendió del edificio.
Sophie se limpió las lágrimas y se acercó al marco de la pared donde Thomas estaba. El Penitente se movía por el Área haciendo aparecer y desaparecer el cuerpo de Gally. Ella se mordió el labio inferior y apretó sus puños. La bestia ingresó por la Puerta Oeste hacia el Laberinto, seguido de otros compañeros, haciendo ruidos raros.
- Sophie, mira.- le dijo el chico al momento que golpeaba su hombro.
El chico quedó asombrado. Sophie saltó del edificio, por aquella ventana rota, sin prestar atención a los gritos de Thomas. Había visto como alguien entraba al Laberinto siguiendo a las bestias. La caída fue una mierda, había baba de Penitente en el suelo, lo cual le produjo una arcada y se dobló un brazo. Nada de eso importó y siguió al chico. Cuando estaba a metros de él se dio cuenta que era Minho.
- ¿Te has vuelto loco?, ¿qué carajos haces?- le gritó la chica, sin dejar de correr.
- Vamos a averiguar a dónde van.- dijo agarrándola del brazo haciendo que aumentara su velocidad, para quedar al lado suyo.
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1| If walls could talk | Gally | The Maze Runner
Fiksi Penggemar- Bienvenido nuevito, soy Sophie.- dijo la niña mientras le ofrecía su mano, gesto que no fue correspondido.- Oye, nadie pretende hacerte daño, todos llegamos igual que tu, sin memoria y asustados, solo cálmate, dame ese cuchillo, dime tu nombre si...