Querida Maria:
El día que me tope contigo estabas muy borracha.
Como siempre,
Habías tomado de más.
Estabas llorando y ni siquiera podías mantenerte en pie.
Caminé hasta donde estabas,
Alan llegó primero.
No dudaste en lanzarte a sus brazos
A lo que opté por irme.
Gran error.
