Príncipe del engaño (#1 PM)

CAPITULO 5

CAPITULO EDITADO

Mijaíl

Las personas cambian ¿no?

A veces pienso que yo no soy una persona cuando trato de cambiar siempre tiene que ver un inconveniente como por ejemplo ahora: no sé nada de mujeres, solo se la parte de su cuerpo. No sé cómo conquistar, lo único que se hacer es seducir, pero esta mujer no es como las otras como lo había dicho Pavel, según él, ella es completamente diferente, pero la verdad es que no sé a qué se refería cuando dijo eso.

Estoy en la oficina buscando en Google como tratar a una chica que no quiera nada conmigo a la vez me pregunto a mí ¿Por que cambie de parecer, porque quiero cuidar a esa chica ni siquiera la conozco?

Soy el príncipe del engaño, pero ahora me siento engañado por mis sentimientos. Nunca hice una buena "obra" y ahora quiero hacerlo. Suspiro frustrado.

Escucho que alguien abre la puerta, levanto mi vista y ruedo los ojos al encontrarme con mi hermano.

— ¿Qué haces hermanito? — pregunta y ruedo los ojos de nuevo. Que irritante es.

Mejor dicho, que él hace aquí. No entiendo porque viene junto a mí.

— Estoy trabajando déjame en paz — miento descaradamente. Alejo rodea mi escritorio y se pone a mi lado comienza a leer lo que estoy buscando en Google y ríe a carcajadas.

— No puedo creer ¿Es enserio? — ríe de nuevo y cierro mi laptop, gruño enojado.

¿Cómo se atreve a reírse de mí?

— ¿Porque te interesa eso? — pregunta con interés.

No puedo decirle totalmente la verdad.

— Porque hay una chica que está internada y siento que tengo que ayudarla — miento, pero no del todo.

— ¿Por qué motivo? — pregunta interesado.

— Quiero hacer algún bien capaz me quite — explico y ríe de nuevo.

— Somos mafiosos, Mijaíl. Los mafiosos nacimos para hacer el mal — explica.

Eso lo tengo en claro.

Encojo los hombros como me importara.

— Eres el príncipe de la mafia italiana, príncipe del engaño ¿quieres hacer algo bien? Por favor, hermanito. Si esto es por mamá, déjame decirte que tú reputación se irá al caño si haces algo bueno y no serás el rey de la mafia italiana — opina y me quedo pensando.

— ¿Por qué estás aquí? – pregunto irritado por su opinión.

La verdad es que no quiero ser el rey de nada.

— Porque tú me buscaste ¿Recuerdas? Porque quiero hacer negocios contigo y con mi otro hermano, pero necesito de tu ayuda para buscarlo — dice con simpleza.

— Yo no quiero hacer negocios contigo, Alejo. Te busque solo por mi madre me lo había pedido anteriormente — comento con sinceridad, trata de hablar, pero lo detengo.

— Y con respecto al otro idiota déjame decirte que ya no lo he buscado — menciono serio y acomodándome en mi silla. Bufa.

— Piénsalo bien — dice y se encamina hasta la salida de la oficina.

No tengo nada que pensar.

— Pavel — grito y enseguida viene junto a mí.

— Señor ¿Se le ofrece algo? — pregunta

Queda prohibida las entradas de mi hermano y mi padre en la propiedad, no quiero que entren aquí — ordeno serio.

— Si la chica despierta, no me importa sólo tráela aquí como dijimos antes. Mi padre quiso que venga a Italia, por algún motivo será. — hablo con un tono frío, Pavel trata de decir algo, pero le fulmino con la mirada y suspira.

— No quiero que nadie abra la habitación de mi madre. No quiero que nadie entre en el lugar y una cosa más, cuando obtengas respuestas de los planes de mi padre, la chica se irá a su país. También quiero que me informes cómo están los negocios actualmente — ordeno y asiente con la cabeza varias veces.

— Con permiso, señor — es lo único que dice y sale de la oficina.

Creo que mi hermano tiene razón tengo que ser fuerte, no tengo que ser débil ante nadie. Soy el príncipe del engaño, príncipe de la mafia italiana y es hora de que actúe como tal.