Príncipe del engaño (#1 PM)

CAPITULO 11

CAPITULO EDITADO

Nicole

Dia siguiente...

Abro mis ojos por la luz del sol que me molesta, me levanto para tomar una ducha para bajar a desayunar cuando acabo de bañarme, salgo de la habitación con mi maleta y bajo las escaleras, dejo la maleta cerca de la entrada y me encamino para desayunar, suspiro antes de entrar ya que me encuentro con Mijaíl, nuestras se conectan al mirarnos, está devastado, baja su cabeza y sale de la cocina, suspiro y por última vez, miro hacia atrás igual que él.

¿Qué me pasa con él?

Conozco a ese hombre hace poco, no me puede gustar, es un delincuente, un mafioso. Se que estoy juzgándolo sin conocerlo lo suficiente, pero creo que es necesario salir de su vida cuanto antes. No quiero que mi vida este llena de peligro, siempre quise una vida tranquila y pacífica.

— Buenos días — saludo a los hombres que están en la cocina.

— Buenos días — me devuelven el saludo. Me voy hasta la heladera y saco mi chocolatada.

Miro la entrada de la cocina, por si, Mijaíl viene junto a mí, pero no es así. Me imagino como se sentirá también me siento así por abandonarlo cuando me necesita, pero debo procesar todo lo que está pasando también la confesión que ayer me hizo.

Minutos más tarde...

Termino de desayunar y salgo de la casa sin mirar. No me quise despedir de Mijaíl porque no me quiero sentir culpable por lo que está sucediendo. Tomo el taxi para ir al hotel de nuevo cuando estoy en mi destino y bajo del auto siento que alguien atrás de mí, me pone un paño en la boca, trato de forcejear, pero es imposible, mis ojos me pesan y caigo inconsciente.

Espero que esto no sea obra de Mijaíl porque es hombre muerto.

Horas más tarde...

Abro mis ojos y un dolor de cabeza se hace presente, trato de moverme, pero es imposible, no puedo hablar tampoco. Todo está oscuro, no puedo ver nada.

— Tenemos a la mujer del gran príncipe del engaño frente a nosotros — dice una voz siniestra que me hace poner los pelos de punta. Trato de hablar de nuevo, pero es imposible.

¿Quién es ese hombre? ¿La mujer de quién se supone que soy?

— Mijaíl Romanov se pondrá furioso cuando se entere que estás aquí — se burla el hombre que se deja mostrar. Siento miedo porque se aproxima hasta mí.

— No te haré nada por ahora cariño, solo quiero que Mijaíl venga junto a ti — dice y saca de nuevo un paño que pone en mi rostro que me deja inconsciente.

Espero que Mijaíl venga pronto antes de que este demente me haga algo.

Mijaíl

Ella se fue sin despedirse, me arrepiento de haberle dicho mi pasado y mi presente. Ella me rechazó por miedo y no pude hacer o impedir que se vaya de aquí. Ahora tengo confirmado de que tipos como yo, no tienen derecho a tener una mujer en su vida.

Por otro lado, mis hombres quisieron escoltarla a escondidas hasta el hotel, acepte que lo hagan ya que el poco tiempo que estuvo ella se ganó a todos en esta casa ahora todo está en silencio aquí.

— jefe — toca la puerta varias veces mi mano derecha y ruedo los ojos irritados, tomo mi décima botella de cerveza.

— Déjame en paz — rugo enojado.

— Hay un problema grave jefe y se trata sobre Nicole — habla angustiado.

— ¿Qué pasa? — pregunto mientras me levanto de mi silla.

— Ella fue secuestrada por los hombres de Caruso — informa y tiro la botella por la pared enojado, salgo de la oficina y miro a Pavel.

— Vamos a rescatar a mi futura mujer cuando lo haga ella se quedará aquí encerrada como Rapunzel, no dejaré que salga nunca — gruño.

— Pero señor... — interrumpe.

— ¿Que? — pregunto revisando mi arma.

— No podemos ir solos los dos, Caruso tiene muchos hombres y nosotros no podemos solos — explica y miro a mi mano derecha.

— Sos un marica, Pavel, pero tienes mucha razón — hablo saco mi teléfono de mi bolsillo y marco el número de mi imbécil hermano.

— Necesito tu ayuda, ven a la mansión urgente — es lo único que digo y cuelgo.

— ¿jefe a quien le llamó? - pregunta interesado mi mano derecha.

— Llame a Alejo — contesto y asiente sin decir nada, sé que el esta asombrado, pero Alejo es el único que me puede ayudar en un momento así.

Voy por mi mujer, no dejaré que me quiten a ella, no ahora.