CAPITULO 2

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CAPITULO EDITADO

Mijaíl

Una semana después...

He estado una semana en Italia, los negocios que cerré han salido de maravilla, he hecho algunos ataques y robos de bancos. Mi mano derecha ha venido hace unos días para ayudarme ya que decidí parar los negocios por un tiempo.

Por otro lado, me he dado cuenta de que mi madre ha estado enferma y me preocupa, ordeno a Pavel que traiga un médico, escucho mi teléfono sonar y suspiro al mirar el nombre de mi padre en la pantalla, miro a mi madre que está dormida, dudo en contestar a mi papá, pero le atiendo.

— ¿Qué pasa papá? — pregunto sin saludarle.

— Tienes que venir a la empresa, Mijaíl — habla mi padre y suspiro.

¿me tenía que llamar solo para eso?

— No puedo hacerlo, mamá está mal de salud — informo mirando a mi madre postrada en la cama.

— ¿Qué le pasa? — pregunta papá ¿preocupado?

— El doctor vendrá enseguida, quiero decirte padre que no volveré a la empresa, me quedaré aquí en Italia por un tiempo capaz haga otro negocio por aquí y me instale — comento con decisión, el trata de protestar, pero no lo dejo.

— No voy a volver por un largo tiempo y he decidido, solo quiero que me entiendas, tengo que cuidar de mi madre y tu ni nadie me lo impedirá — cuelgo para que él no me reproche u obligue a regresar. Nunca quise trabajar en la empresa y la verdad es que me cansé de todo. ya no quiero que mi padre me diga lo que tengo que hacer.

Una hora más tarde...

Estoy en la sala principal esperando al doctor y recibiendo algunas llamas de trabajo y de mi padre quien me ha llamado varias veces.

Presto atención de nuevo a mi teléfono, frunzo el ceño porque Pavel no está viniendo con el doctor, agarro mi teléfono para llamarlo hasta que escucho pasos que se aproximan, ellos entran a la casa, hago una seña para que me acompañen hasta la habitación de mi madre, me

, bajo mi mirada y tomo la mano de mi madre, está fría como el hielo.

— Señor, el doctor está aquí — habla Pavel y asiento.

— Tienen que salir para que haga mi trabajo — dice el doctor y asentimos los dos.

— La señora es fuerte, señor. Ella estará bien, ya lo verá — trata de animarme.

— Eso espero, Pavel. Eso espero — digo desesperado.

Horas más tarde...

Estamos fuera de la habitación, escuchamos que abre la puerta de la habitación. Observamos al doctor que sale con una mirada triste.

— La señora ha tenido un infarto, ella tenía problemas de salud muy severos. Hice todo lo posible para que ella pueda vivir. Siento su pérdida — dice apenado el doctor.

Caigo de rodillas comienzo a llorar todo lo que puedo.

No puedo creerlo, no puedo hacerlo.

Ella nunca me dijo, nunca fue capaz de decirme la enfermedad que tenía. Llamo a mi hermano Alejo, lo menos que me importa ahora es que sepa que le he encontrado.

— ¿Hola? — pregunta con un tono dormido.

— Solo quiero decirte que nuestra madre ha fallecido, te llamo porque ella quería vernos unidos — cuelgo. Llamo a mi padre comienzo a llorar como un niño pequeño.

— Mijaíl ¿qué sucede? — pregunta con un tono preocupado.

— Mi madre acaba de fallecer — suelto y escucho un sollozo a través de la otra línea. Cuelgo la llamada sin esperar que diga algo más.

Dos semanas después...

En el velorio y entierro todas las personas me daban sus pésames.

Mi padre vino y mi hermano Alejo también, ambos se quedaron conmigo hasta el final, ese mismo día los tres estuvimos juntos.

Hoy es el día en que viene el abogado de mi madre para leer su testamento. No dejo de pensar en mi madre, no dejo de pensar en que ella no estará más a mi lado dándome consejos, no estará viéndome con una sonrisa en el rostro, no estará ahí para recibirme con una sonrisa en el rostro.

Señor, el abogado está aquí — informa Pavel y asiento, tomo de una vez la bebida y me dirijo hasta la sala donde están todos; Alejo, mi padre y yo.

— Comenzaré a leer — dice el abogado directamente y los dos asentimos.

— Bueno primeramente quiero decir que los amo a todos ustedes, sé que no hemos sido la mejor familia, pero quería que lo fuéramos, en fin, lo que quiero decir es que quiero a mis hijos de vuelta, quiero a mi esposo o ex esposo de vuelta, pero será imposible — el abogado se queda callado por unos segundos hasta que hago una seña para que termine de leerlo.

— Mis niños León, Alejo y Mijaíl, quiero que crezcan, aprendan lo que es la vida, no quiero que sus emociones se apaguen. Le daré todos mis bienes y mi casa al pequeño Mijaíl, Alejo y León se divirán una cantidad de dinero que tenía guardado para ustedes. En cuanto al maldito de Marcus, déjame decirte solo una cosa maldito infeliz infiel, te odio con todo mi corazón, les haces daño a mis hijos y te mataré, encontrare una forma de hacerlo. — termina de leer todo el testamento de mi madre y miro a los dos hombres que están al lado mío con asombro.

— Señor, tiene que firmar este papel para que la casa y los bienes de su madre sean todo suyo — informa el abogado. Firmo el documento cuando el abogado se retira, mi padre me mira serio y se sube arriba.

En la noche, mi hermano se retiró de la casa, no digo ninguna palabra y no se despidió, solo se fue. Estamos cenando con mi padre, ninguno de los dos quiere romper el silencio,

— Debes volver a la empresa — dice mi padre, pero lo ignoro.

— No lo haré, papá. Esta es mi casa ahora y no dejaré que tú me ordenes, no dejare que mi vida se vaya a la mierda por tu culpa, este es mi territorio — digo tranquilo y con una voz fría.

— Hijo... — interrumpo.

— Es mi decisión. Haré mi propia empresa aquí pero no volveré allá — hablo decido y suspira.

— ¿Que hago con la secretaría que contrate hace una semana? – pregunta frustrado.

— No sé, pero es tu asunto, no el mío. Nunca dije que yo iba a estar o trabajar en la empresa — hablo, me levanto de la mesa y subo a mi habitación, pero antes observo el cuarto de mi madre, decido cerrarla con llave para que nadie entre cuando llego a mi habitación, me encierro y me dejo caer en la cama, enseguida cierro los ojos por el cansancio.

Príncipe del engaño (#1 PM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora