CAPITULO 3

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CAPITULO EDITADO

Nicole

Dos semanas después

No puedo creerlo.

Me iré a Italia, carajo ¿en qué momento llegué hasta aquí? Claro porque el idiota de mi jefe me despidió, lo denunciaría por despido injustificado, pero sería en vano ya que la justicia en este país es una mierda.

Por otro lado, decidí ir a Italia para vivir ahí y buscar un trabajo digno. No tengo a nadie en este país y es una oportunidad que merezco. Espero encontrar un trabajo cuanto antes ya que tengo que pensar en mis padres, en mi hermano menor que está enfermo, necesitan de mí, los tres estamos lejos, pero era necesario para tener una mejor vida.

Estoy en camino hasta la salida del aeropuerto, me paro en seco al escuchar una gran dentro del aeropuerto, las personas están eufóricas y aterradas. Miro horrorizada la situación ya que las personas están siendo disparadas por todos lados. Trato de irme hasta el baño de mujeres. Joder, mi corazón late por mil

¿Qué hago? ¿Qué carajos hago?

Me escondo en uno de los cubículos del baño y me encierro.

Piensa.

Nicole, piensa.

Escucho que abren la puerta del baño, los disparos cesan por todos lados y trato de no gritar o decir algo, pero una bala da en mi costilla, me acuesto por el dolor insoportable, escucho que alguien viene hacia mí y trato de pararme y ponerme en alerta, pero es imposible.

Lo último que recuerdo antes de caer desmaya; al hombre del aeropuerto de hace algunos meses anteriores cargándome al estilo princesa y saliendo del baño también las palabras que me dijo.

Estarás bien – es lo último que escucho del hombre antes de caer en la oscuridad.

Mijaíl

Dos semanas después...

Abrir la empresa, mandar arreglar la casa de mi madre y los negocios que tengo aquí no es nada fácil. En fin, no he hablado con mi padre en estas últimas semanas. Escucho en mi despacho una llamada, veo de quien se trata.

— ¿Qué pasa Pavel? — pregunto con un tono serio.

— Señor tenemos un problema — dice nervioso.

Los problemas siempre me siguen últimamente.

— Habla — ordeno con seriedad.

— Atacamos el aeropuerto de Italia como ordenó, pero hay un problema — dice

— La palabra problema repetiste muchas veces en una oración, dime lo que está ocurriendo ahora — expreso con irritación.

— Su padre me informo que la secretaria que contrató y despidió. Ella esta en el aeropuerto — informa.

— ¿Y eso que tiene que ver conmigo? — pregunto, pero el silencio hace presente.

— ¿Y se acuerda de la chica quejona del aeropuerto? — pregunta

— Si — admito.

Esa mujer era una salvaje.

— Ella está en el aeropuerto — repite y abro los ojos asombrados, pero me hago del indiferente.

¿Qué ella hace en Italia ¿Me estará siguiendo?

— Déjala ahí, yo no tengo nada que ver con esa mujer ni con otra — es lo único digo antes de cortar la llamada.

Espero que Pavel me haga caso.

Horas más tarde...

— Último momento, el aeropuerto de Italia tuvo atentado, doce mil personas resultaron heridas y sobrevivieron, hubo cincuenta muertos entre ellos niños, ancianos y mujeres dicen que tiene que ver con una explosión de la sala oeste del aeropuerto — habla periodista y ruedo los ojos.

Que aburrido.

Llamo a Pavel, pero no me contesta

¿Qué está pasando?

Insisto en la llamada, pero no coge el teléfono hasta que el aparece cubierto de sangre y todo ido.

— ¿Qué te pasó, Pavel? V pregunto preocupado y me mira con odio.

— Salve la vida a esa chica — suelta y abro los ojos asombrados.

— Ella está en coma — continúa.

¿Por qué insiste tanto en esa chica?

— ¿Por qué insiste tanto en esa chica? — cuestiono con un tono serio a mi mano derecha quien me observa, se da la vuelta y no dice ninguna palabra, se encamina hasta la salida, se detiene y mira encima de sus hombros.

— Esa mujer es única. La conocí mientras que estuve haciendo sus negocios y déjeme decirle que ella es como una hermana menor para mí — contesta a mi pregunta y me quedo callado. 

Príncipe del engaño (#1 PM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora