Crepúsculo en los ojos de Ámbar.

Primer encuentro.

En pocos minutos nos iríamos al instituto, no me agrada mucho que digamos la idea de ir al instituto pero se lo debía a Carlisle, él me adopto, así que se lo debía todo.

-¡Hey! Los esperaremos afuera, solo traten de no demorarse.

La ruidosa voz de Emmett me saco de mis pensamientos, obligándome a moverme y subir al Jeep. Mi llegada con la familia Cullen aun no era bien recibida, Rosalie se comportaba hostil y fría conmigo.

-Hey ¿Estas bien?-Me pregunto Jasper.

-Supongo que si, es solo que Rosalie se comporta muy fría.-Jasper me miro con expresión divertida.

-No dejes que eso te afecte, es Rosalie de quien hablamos.

-Gracias Jazz.-El rubio que hacia pasarse por gemelo de la persona más hostil asintió y siguió su camino con Alice.

(...)

A la hora del almuerzo, todos tomamos camino a la cafetería, como siempre Rosalie haciendo sus "entradas espectaculares" Aveces me sorprende que no se olvide de que Emmett existe, venían Alice y Jasper detrás de Rose y Emmett, detrás de Alice y Jazz venia yo y a lo ultimo Edward, me sentía incomoda en aquel lugar lleno de miradas curiosas y murmullos altos, para un vampiro, un murmullo es como hablar en voz muy alta.

-Hay que sentarnos en la mesa de allá.-Dijo Alice arrastrando con ella a Jasper, el pobre tenía un impresionante auto control, con su pasado, uno pensaría que la pasa muy mal, pero lo hace por Alice, para darle una vida mejor.

-Escuchen, Jessica Stanley, esta hablando de nosotros con esa chica nueva.

-Espero que lo este haciendo bien.-Dijo Emmett sonriendo, decidí unirme a la platica de estos dos.

-¿Ya nos tiene miedo?-Dije sin importarme las miradas de mis hermanos adoptivos.

-Supongo que Jessica Stanley, le estará diciendo a la chica que somos raros.-Dijo Emmett mirando a ningún lado en especifico.

Decidí darle una mirada furtiva a la chica, cabello castaño, ojos castaños, piel muy blanca y igual de débil y frágil que todas.

Edward la miraba de una forma extraña hasta que ambos hicieron contacto visual, ella le miraba con curiosidad y Edward, no sabía que pensaba, me removí incomoda en la silla de la cafetería, la comida humana es una porquería, no logro recordar como sabía, la ultima vez que probé comida humana fue hace ya varios siglos atrás, esta vida era algo escandalosa para mi, ahora que podíamos tener una vida normal, gracias a que en el pueblo de Forks tiene muy poca iluminación, me sentía bien al poder tener una vida humana y tranquila. Después de tantas cosas que he vivido, después de tanta gente a la que mate, ahora podía estar en paz con los humanos... por el momento el monstruo que vive en mi esta apagado.