Perdiendo la cabeza.

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Mi mente estaba echa un revoltijo por lo sucedido, pero estaba por superar aquello.

-¿Todo bien Ámbar?- Pregunto Jasper apareciendo detrás de mi.

-Jasper, no te vi venir.

-¿Debí decir BU?- Sonrió mientras Jasper se sienta a mi lado.

-Nunca me has contado como fue su boda.- Digo mirando el bosque, la oscuridad se cierne sobre nosotros.

-Tú nunca me has contado como murieron tus padres o tu pasado.-Buen punto Jazz, esta vez ganas.

-Bien no me digas.-Respondo mirándolo.

Se levanto, alboroto mi cabello para después meterse a la casa Cullen, algunos vampiros tienen dones, de nuestro clan los que tienen dones son Alice, Edward, Jasper y yo. Edward sabe leer la mente, Alice ve el futuro, Jasper puede sentir las emociones y influir en ellas, y yo... mi don es "poder influenciar los pensamientos de los humanos y vampiros" Pero no lo podía desarrollar bien.

-¿En que pensaras?- Carlisle apareció a mi lado.

-Cuando conociste a Esme ¿Sabías que era la indicada?- Carlisle me miro y sus ojos brillaron.

Tardo como un minuto en responder.

-¿Sabes? La primera vez que conocí a Esme ella tenía 16 años, se rompió una pierna.-Carlisle sonrió, sonreí igual.

-Diez años después, volvía a verla pero esta vez ya no había ese color rosa en sus mejillas, ella no merecía morir, así que la convertí, tiempo después se volvió mi esposa así que si, ella era, es y sera la indicada para mi.

Abrace a Carlisle, mientras en mi volvía un recuerdo de hace años, cuando caí de mi bicicleta, me había raspado la rodilla, mi padre se sentó junto a mi y me abrazo como ahora lo hace Carlisle.

-Ámbar si no me cuentas que piensas tendré que pedirle a Edward que me diga.

-Pensaba que hace años de mi pasado, estaba en esta misma postura pero la diferencia es que tenía 6 años y mi padre aun estaba vivo.-Carlisle guardo silencio unos momentos.

-Lo siento mucho cariño, pero ahora me tienes a mí. yo nunca te voy a dejar Ámbar ahora eres mi hija, y como tú padre me encargare de verte feliz.

Carlisle poso un beso en mi frente, se levanto para entrar en la casa.

-¿No entras hija?

-No, quiero pensar otro rato.

Mientras Carlisle se adentraba a la casa con mis palabras lo detuve.

-Gracias Carlisle, no tendré como pagarte todo, tu confianza, tu esperanza y tu cariño.

Pude ver como se formaba una sonrisa por parte de Carlisle, era la primera vez que salia de mi corazón decirle eso. Después de momentos de reflexión, me adentre a la casa Cullen, acercándome a el piano y pasando mi mano por las teclas, me senté en el taburete y comencé a tocar.

-Ámbar ¿Puedes dejar el piano por la santa paz, ya tenemos suficiente con Edward ahora tú?

Mire a la persona de quien salían estas palabras. Sorpresa, sorpresa, era mi querida hermanita Rosalie.

-Rosalie, Ámbar puede tocar todo lo que quiera, ella tiene los mismos derechos que tú en esta casa.-Rosalie se quedo callada, es increíble como alguien como Rose sea tan gruñona, creo que por sus 90 años se volvió muy frágil.

-Si Rosalie se enterase de que piensas que para sus 90 años es una vieja gruñona seguro te cuelga.

-Oh, vamos Edward, mi teoría tiene sentido, ella es tan gruñona, imaginala con bastón, arrugada y con un vestido de abuela y muchas canas.

-Eso se ve gracioso pero para ella seria lo mejor del mundo, pues seguiría siendo humana.

Ya era de mañana, ya nos teníamos que ir al instituto.

-Nos vemos en unas horas Esme.

-Nos vemos, cuídense chicos, los quiero.-Dijo Esme.

Ya estando en la escuela, no podía dejar de pensar en Edward ¿Se iría de nuevo?

-Ámbar, me alaga que pienses en mi, pero cuando lo hagas, trata de no ser tan obvia.

Me sentía avergonzada, el solo sonrió de lado, termino la clase del señor Wasley, Edward y yo nos dirigimos a la cafetería, solo que el tomo un camino distinto, me senté junto a mis hermanos pero Edward se sentó solo en una mesa.

-Dinos Alice ¿Por que Edward se sentara solo?-Alice me miro, ella sabía perfectamente que lo sabía, y debía decirme.

-Bella, se sentara con Edward a charlar, yo calculo que en unos dos minutos.

Mis ojos comenzaron su búsqueda por la humana, mis ojos la localizaron al instante, Bella buscaba algo con impaciencia, miro en nuestra dirección mientras la chica Jessica Stanley no dejaba de parlotear, Jessica le menciono a Bella sobre que Edward estaba solo en la mesa y la chica Swan siguió con la mirada la de Jessica encontrándose con los ojos de Edward, este le señalo el lugar vació junto a él y ella no tardo nada en aceptar sentarse con él.

-Hoy sera la prueba de sangre Ámbar, ya le he advertido a Edward.-Dice Alice sacándome de mis pensamientos.

-Okay, lo tendré pendiente.- Así que hoy me saltaría una clase, la vida se burlaba de mi a carcajadas.



Crepúsculo en los ojos de Ámbar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora