Mis padres

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La cabeza me daba vueltas y no sabia que responder, mi madre ya se encontraba sentada en un sillón y mi padre seguía de pie esperando mi respuesta «¿el ave? ¿estaba soñando?».

—No quería preocuparlos —Dije confundido— por eso no les dije.

Mi padre suspiro «¿Estaba dormido?» mi madre me tomo de la mano y me miró con lágrimas en los ojos.

—Eso solo hará que nos preocupemos más — Dijo con tristeza.

—Lo siento mamá... —Respondí.

Entonces entró la enfermera y el doctor Garza, me miraron nerviosos y luego se dirigieron a mi padre, desde ese momento hablaron directamente con él «A veces olvidaba el gran medico que es mi padre», era extraño como incluso evitaron mirarme.

—¿Está bien mi padre? —Pregunté— parece muy serio.

Mi madre pareció sorprenderse por un momento y luego de aclarar su mente me abrazo diciendo que solo estaba preocupado por mi, mi padre a penas hablaba y seguía saliendo a discutir con el doctor Garza. Mi madre no se apartaba de mi lado «Se supone que pronto me darían de alta y podría irme, no tiene sentido que mi padre discuta con el doctor»

—¿Te sientes bien Dante? —Hablo preocupada mi madre

—Si, solo estoy algo confundido mamá —respondí— ¿como se enteraron que estaba aquí?

Mi madre guardo silencio por un rato, parecía estar pensando que decir.

—Nos llamaron de tu trabajo —Dijo de repente— Nos dijeron que esperaban te recuperes pronto y eso me preocupo, llame a tu departamento y como no respondías volví a llamar a tu jefe, pensé en llamar a tu celular pero no me habrías dicho nada, tu jefe me contó que estabas en un hospital.

Entonces mi papá entro en la habitación y mi madre se callo abruptamente, mi padre le dirigió una curiosa mirada y luego se volvió a verme.

—Yo averigüe que estabas aquí con unas cuantas llamadas —Continuo mi padre.

Ya parecía estar mas tranquilo «Supongo que realmente solo estaba preocupado, a veces olvido que tan influyente es»

—Siento haberlos preocupado —Dije mirando a mi padre.

Mi padre se acerco y me sonrió como siempre cuando me metía en problemas, hace tiempo que no veía esa sonrisa.

—Esta bien —Dijo tranquilo— Ya arregle las cosas y podemos irnos a casa, ¿te quedaras unas semanas con nosotros verdad?

Por unos segundos todo se quedo en silencio, luego los tres nos reímos ante la extraña pregunta, orden, que había dado mi padre.

—Claro, solo recogeré algunas cosas del departamento

Ya empezaba a oscurecer cuando me dieron de alta del hospital, mi madre me había conseguido un cambio de ropa, subimos al carro y fuimos a mi apartamento, a penas habían pasado un par de días, pero se sentía como si no hubiera estado en casa por mucho tiempo, mis padres se quedaron en el auto.

Al entrar tome una mochila y me lleve ropa, mi computadora y algunas libretas, antes de salir vi por última vez la sala, estaba desordenada y a penas me di cuenta que no había recogido aquella sudadera con la que recogí a la gatita, me acerque al sillón y la levante, en ese momento algo golpeo mi zapato y cayó al suelo, al mismo tiempo mi papá toco la puerta.

—¿Esta todo bien? —preguntó

—Si —Respondí de inmediato— Ya voy.

Escuche como se marchaba y me agache para revisar bajo el sillón «¿Una memoria?» sin pensar mucho la metí a mi mochila y me apresure a salir de la casa, pensando si llevaba la memoria en el suéter ese día.

Llevaba tiempo sin volver a casa de mis padres, cada vez que volvía sentía la casa mas grande, casi de manera inconsciente camine hasta el que era mi cuarto, todo seguía dónde lo había dejado, se sentía extraño, casi como viajar en el tiempo, mamá estaba muy contenta de que me quedé con ellos por unos días.

Saque las cosas de mi mochila y acomode un poco el cuarto, cene con mis padres y volví rápidamente a mi habitación, quería revisar esa memoria, «¿Serán los papeles de la escuela?», cuando accedí a la memoria había una carpeta con un nombre extraño, eran puros números, no parecía una fecha, ni me sonaban de algún lado, abrí la carpeta y dentro había un montón de videos, catalogados como pruebas, llevado por mi curiosidad decidí reproducir uno de los primeros videos, no sin antes conectar mis audífonos a la pc, justo iba a reproducirlo cuando tocan la puerta y casi me caigo de la silla.

—Cariño, ya vamos a dormir —Dijo mi madre sin entrar— descansa.

—Buenas noches mamá —Respondí— te quiero, descansa.

Entonces volví a concentrarme en la pc, era el primer registro de un experimento, parecía grabado en un laboratorio, aparecían doctores, estaban hablando en términos que no conocía y decidí adelantarlo un poco, llegó a una parte en la que se veía una niña pequeña en una habitación blanca, no había nada solo una niña, ni siquiera mencionaban su nombre, parecía que experimentaban con ella, ya que solo la llamaban "Sujeto A", ni siquiera podía distinguir bien si era niña o niño por que usaba una bata y le cortaban el cabello, fue una de las pocas cosas que entendí del inicio, parecía ser muy pequeña, justo en ese momento volvieron a tocar, sorprendido cerré de golpe mi pc y cubrí la USB con unos papeles.

—Dante —Hablo mi padre— ¿Sigues despierto?¿Puedo pasar?

—Claro papá —Respondí abriendo la puerta— ¿Que sucede?

Mi padre entro al cuarto viendo todo y luego se sentó en la orilla de mi cama, yo me quede de pie cerca del escritorio donde tenía mi pc.

—Vine a revisar tu herida antes de irme a dormir —Dijo mi padre.

—Claro —Respondí de inmediato— gracias papá.

Me senté junto a él en la cama y me reviso el golpe en la cabeza, ya no me dolía tanto ni me sentía mareado, aun así me cambio las vendas y me hizo tomar un medicamento para el dolor.

—¿Tienes trabajo? —Pregunto antes de irse.

—Revisaba unas cosas de la escuela, no es nada —Respondí.

—No te quedes mucho despierto —Dijo antes de salir— buenas noches.

—Buenas noches papá, descansa.

La gata negraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora