Mi medicina

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Después de gritarme ella se fue, intente perseguirla, pero parecía haber desaparecido « ¡¿Cómo que no son mis padres?! ¡¿Y ella que va a saber?! ¡Yo vivo con ellos desde que tengo memoria!, siempre me han amado y cuidado muy bien» de repente el horrible dolor de cabeza sacudió mis pensamientos « ¿Y si no son mis padres?» pensé viendo el polvo de la pastilla que siempre tomaba en el suelo mientras mis manos temblaban.

— ¡Dante! —Me llamo mi padre llegando al parque— vamos a almorzar.

Apreté los puños y deje de temblar, la cabeza me daba vueltas, pero no sabía si era por no tomar la pastilla o por todo lo que ella había dicho de la nada, saque otra pastilla y la mire en mi mano por unos segundos, antes de volver a guardarla «Espero no morir por esto» pensé dirigiéndome hasta donde estaba mi padre sin tomar la medicina.

—Claro —Respondí sonriendo.

Ambos volvimos a casa como si nada, papá parecía igual de animado que siempre, diría que algo feliz de que yo esté en la casa «No entiendo porque decir que no son mis padres... ¿Qué consigue con eso?»

— ¿Ya tomaste la medicina? —Pregunto mi madre.

—Sí —Mentí— la tome mientras estaba en el parque.

—Tú padre siempre está preocupado por eso —Dijo riendo mi madre— desde que te fuiste siempre estaba pensando si tomabas tú medicina

— Cariño —Interrumpió mi padre avergonzado— dijiste que no hablarías de eso

En ese momento nos reímos los tres juntos, entonces se repitió su voz en mi cabeza << ¡Ellos ni siquiera son tus padres!>> mi risa se apagó y mis padres parecían confundidos, me paré de la mesa.

— Olvide que tengo trabajo —Dije algo nervioso— estaré en mi cuarto un rato.

— Está bien cariño —Dijo mi madre— no te exijas demasiado, sigues con heridas.

Le dedique una sonrisa, deje mi plato vacío en el lavabo y subí a mi viejo cuarto. Mi laptop estaba sobre el escritorio, de día parecía todo más pequeño de lo que lo recordaba, pase mi mano sobre mi cuello tocando mi collar <<...Tal vez debería seguir viendo los videos...>> entonces di un brinco cuando tocaron mi puerta.

— ¿Dante? —Hablo mi padre antes de abrir la puerta— quiero hacerte una prueba de sangre, solo para asegurarme de que este todo bien.

Entro con una jeringa en la mano y una liga, parecía preocupado, así que solo asentí y me senté en la silla que tenía, luego de que me tomara una muestra de sangre se quedó en silencio un rato.

— ¿A pasado algo raro? —Pregunto.

— ¿Raro? —Por un momento ella cruzo mi mente— ¿No? ¿A qué te refieres?

— No es nada —Se apresuró a decir— te dejo hacer tu trabajo.

Entonces salió apresuradamente de la habitación <<Todos han estado actuando extraño... >> suspire y mire mi laptop, la abrí y me puse los audífonos mientras conectaba la USB, abrí uno de los videos y me hundí en la silla sin muchos ánimos de seguir viendo aquella tortura << ¿Por qué estoy viendo esto para empezar? ¿Soló porque una extraña me lo pidió?>> entonces resentí el dolor de cabeza, como si me metieran una aguja al cerebro para licuarlo.

Mientras tome la medicina no habrá riesgo

Cerré la computadora de golpe y voltee inmediatamente a la puerta de mi cuarto al escuchar la voz de mi padre << ¿Cómo entro sin que lo escuchara?>> pensé preocupado, pero en seguida me di cuenta que no había nadie en mi cuarto y la puerta seguida cerrada << ¿Qué fue eso?>> el dolor volvió de golpe, retorciéndome en el suelo, apretaba los dientes intentando no gritar al mismo tiempo que sentía como si mi cabeza fuera quemada y licuada todo al mismo tiempo, apenas podía respirar, mi cuerpo no dejaba de temblar y mi vista se perdía.

¡Ayuda! ¿Dónde deje mis llaves? ¿Debería llevar este vestido? ¡No, no, no, no! ¡Déjame! ¡Sueltame! ¿Deberia pedir algo para comer? ¿Dónde deje esos papeles? Tengo que irme seesta haciendo tarde ¿Losabe? ¿quienselo dijo? ¿Notomo lamedicina?

Un montón de voces sonaban en mi cabeza al mismo tiempo, mareándome, estaba a punto de gritar al quedarme sin aire cuando ella salió de la nada metiendo una almohada en mi boca, se acercó a mi oído.

— Escúchame —Susurro— respira y solo escucha mi voz, concéntrate en mi voz, todo está bien solo necesitas relajarte, no pongas atención a nada más, necesito que te calmes para poder explicarte

Su voz era tranquila y resonaba en mis oídos, pero aún seguía escuchando mucho ruido a mí alrededor, como si cien personas estuvieran metidas en ese cuarto, ella puso su mano sobre mis ojos.

— Escúchame —Siguió susurrando en mi oído— no estás solo, este lugar es peligroso para mí, no puedo quedarme mucho tiempo, cálmate y escucha mi voz

Poco a poco mientras ella seguía hablando el dolor de cabeza disminuyo y las voces en mi cabeza iban desapareciendo. Cuando se dio cuenta de que estaba más tranquilo, me ayudo a recargarme en la cama y me quito la almohada de la boca.

— Quédate con los ojos cerrados —Dijo en voz baja.

Sentía el cuerpo adolorido y cansado al mismo tiempo, no podía moverme si quiera, pero no era nada comparado con el dolor que sentía antes, solo lo acepte y me quede recostado por un tiempo.

— ¿Cómo me encontraste? —Pregunte muy apenas— ¿Cómo entraste?

— Eso no importa ahora —Me respondió en voz baja— luego te lo contaré

Tú me llamaste...

— ¿Yo te llame? —Pregunte al escucharla

— Algo así, intenta no hacer eso, te dolerá la cabeza.

— ¿No hacer qué? —Respondí— ni siquiera puedo moverme

Así que aún no lo entiendes...

Sentí una punzada en la cabeza, pero me quede recostado.

— ¿Qué es lo que no estoy entendiendo? —Hable algo molesto— desde que no tomé la medicina solo me he sentido horrible.

—Creo que ya puedes abrir los ojos —Dijo de repente.

Muy apenas pude abrir los ojos, veía borroso y me sentía mareado, gire un poco mi cabeza para buscarla y ahí estaba el gato, sentado sobre mi cama, mirándome sin decir nada.

— Seguro te gustan los animales —Dije sin pensar.

Claro que sí

La escuche responder, pero el gato no había hecho ruido alguno, ni siquiera se había movido, fue como sí escuchara su voz dentro de mi propia mente...

La gata negraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora