II

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Josie se enderezó en su banco y ambas permanecimos en silencio el resto de la clase

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Josie se enderezó en su banco y ambas permanecimos en silencio el resto de la clase.
Moody después de una media hora, literalmente, dejó de verme. Lo cual me alivió, ya que me ponía sumamente incómoda.

[...]

Gilbert no paraba de molestar a Anne, la chica tenía su vista fija al frente ignorándolo completamente, pero Blythe no dejaba de insistir.
Dejé de prestar atención al señor Phillips y comencé a ver los movimientos de Gilbert, si Anne no lo golpeaba lo haría yo misma. De un momento a otro, tomó un papel arrugado de arriba de su mesa y lo lanzó bajo el banco de Anne. La chica siguió sin hacerle caso, por lo que Blythe decidió tirarle una de sus tizas.
Al no ver reacción alguna, se levantó lentamente de su banco y tomó la manzana que había traído hoy.

-Oops... -dice junto a Anne parado, dejando su manzana en el banco de la chica-. Oye... -siguió insistiendo el joven-. ¡Zanahorias! -jaló una de sus trenzas y la niña se volteó.

-¡¡Que no -le da un pizarrazo- te voy a hablar!! -terminó diciendo realmente enfadada.

-Ya lo hiciste -le respondió Blythe mirando hacia todos lados avergonzado.

-¡SHIRLEY! ¡¡Ven al frente, ahora!! -gritó el sr. Phillips-. ¡Pero qué salvajismo! -comenzó a borrar una parte del pizarrón-. ¿¡Es lo que te enseñan en el orfanato!? Inaceptable.

El profesor comenzó a escribir donde había borrado anteriormente.

-Anne Shirley, tiene MUY mal carácter -miró a Anne-. Quédate ahí y no te muevas.

Anne parecía estar en shock, maldito Blythe siempre perjudica a los demás y se lava las manos.

-Los demás, ¡CIERREN LA BOCA! -mira nuevamente a Anne-. Que esto te sirva como lección de que no permitimos esos desplantes de mal humor, aquí, en la sociedad civilizada.

-Fue mi culpa, señor -Blythe por fin se dignó a responsabilizarse por sus actos-. Yo-yo la molesté.

-Cállate, Blythe. Esa no es una excusa.

El señor Phillips siguió con su clase como si nada, yo no podía dejar de ver a Anne, me parecía realmente injusto. Pero no podía hacer nada, el maestro se enojaría y me haría lo mismo.
De repente, Anne comenzó a caminar lentamente hacia delante, el señor Phillips le preguntó qué hacía, pero ella salió corriendo del salón.

-Se terminó la clase. -dijo el sr. Phillips de la nada, todos empezamos a murmurar y el repitió-: ¡¡Se terminó la clase!!.

Todos tomamos nuestras cosas y nos fuimos a casa.
Blythe como de costumbre, tomaba el mismo camino que yo, nuestras casas estaban separadas por metros.

-¿No piensas disculparte con Anne? -le espeté-.

-S-sí, pero... no sé cómo -me miró él, estaba realmente apenado.

Ámame, Blythe || Gilbert Blythe/Lucas JadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora