Gilbert Blythe, uno de los chicos más guapos y dulces de todo Avonlea. Perfecto frente a los ojos de muchas señoritas de su edad, mayores e incluso menores.
____ O'Neal, una dama preciosa, deseada por muchos chicos, admirada y envidiada por otras.
B...
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-¿Patético? -levanté una ceja-. ¿Vengo a disculparme y me tomas por patética?
-Eres imposible de tratar, ____... -rodó los ojos.
-¿YO? ¿Imposible de tratar? -entrecerré los ojos- Tú eres quien se comporta como un celoso dramático.
-¿Celoso? ¿De quién? -me señaló- ¿Tú? -soltó una carcajada-. ¿Por qué debería de estarlo?
-Mm, no lo sé, ¿por Billy, capaz? -sonreí-. ¿Moody, Charly? O, ¿Cole?
-¿Cole? A penas habla -rió-. ¿Billy? Es un completo imbécil, y Moody y Charlie son unos inmaduros.
-Serán mudos, estúpidos e inmaduros, pero son mejores que tu
-Si son mejores que yo, vete con ellos.
-Pues, ¿sabes qué? Sí, me voy con ellos -me dí media vuelta dispuesta a irme.
Gilbert me tomó de la muñeca y me hizo quedar frente a él.
-No... -¿ahora también es bipolar?- yo, lo siento, no quiero discutir contigo, mucho menos pelear -dijo apenado.
-¿Gilbert Blythe pidiendo disculpas? -sonreí-. Está bien, las acepto. Pero si me vuelves a tratar de patética e imposible de tratar, te golpearé.
-Hecho -estiró su mano y la apreté-. Bueno... ¿quieres pasar a tomar el té?
-No estaría nada mal -sonreí.
[...]
Gilbert, John y yo pasamos toda la tarde hablando, riendo y compartiendo aventuras. En especial John, él sí tiene aventuras que contar. Entre charla y charla, John nos confesó que su amor de la infancia es Marilla Cuthbert, jamás lo habría imaginado.
-¿Gilbert, quién es tu amor? -levantó una ceja divertida.
-¿Amor? -me miró-. N-nadie, por ahora...
-Oh, hijo, todos tenemos un amor que no aceptamos, que no queremos que sea ese amor -lo miró John, y luego a mí-. ¿Y usted, señorita ____, quién es su amor?
-Estoy igual que Gilbert, aún no he encontrado a nadie, los chicos me parecen inmaduros e imbéciles -dije satisfecha ante mi respuesta.
En el fondo sentí que mentía, no entiendo, si nadie me atrae, ¿por qué esta sensación?.
-Iré al baño si me permiten -John y yo asentimos y Gilbert se fue.
-No todos los chicos son iguales -empezó John-. No me compararás a Billy Andrews con Gilbert, ¿no?
-N-no -suspiré-. Billy... creo que se recibirá de idiota cuando sea grande y Gilbert... -tomé una pausa.
-¿Gilbert es diferente? -levantó una ceja y sonrió.
