Scarlett estaba sentada justo a mi lado, me contaba acerca de algo que le había pasado esta mañana, pero no le estaba prestando atención a sus palabras, estaba más concentrada viendo la manera en que se expresaba, hacía alguna muecas divertidas y movia sus manos haciendo algunos ademanes que le salían con tanta naturalidad.
Su cabello se meneaba cuando hacía algun movimiento y los labios igual, se movían con suavidad al hablar.
—Me gusta tu cabello. - me sonrió mientras yo acariciaba su suave y sedosa melena rubia.
—Gracias, a mí me encantan tus ojos. - le devolví la sonrisa, sin embargo, ella no miraba mis ojos, su vista estaba fija en mis labios.
—Hols, chicas. - saludo Robert y detrás de él, entraron Jeremy, Mark y como no, mi ex esposo, Christopher Evans.
El ambiente se volvió un poco tenso pero rápidamente cambio con los chistes de Downey.
Charlamos un rato sobre temas tribales, pero yo ya me quería ir, las miradas de Chris me incomodaban un poco.
—Chicos, siempre es un placer hablar con ustedes, pero ya es tiempo de irme. - me levanté y le sonreí.
—Vamos _____, no te vayas, si es por Chris no te preocupes, lo corremos y ya. - reí por las ocurrencias de Robert y negué.
—Lo que pasa es que había quedado conmigo para ir de compras. - comentó Scarlett y asentí.
—Sí, necesito nueva ropa en mi armario ahora que estoy soltera otra vez. - todos miraron unos segundos a Evans y la rubia a mi lado solo rió discretamente.
Se preguntarán, ¿Qué está pasando?
Bueno, estuve casada durante tres años con Christopher, pensé que todo en nuestro matrimonio iba bien, hasta que claro, descubrí que me engañaba con Lily James, vaya mierda, ¿No?
Hace seis meses nos habíamos divorciado y ahora teníamos que vernos constantemente por las grabaciones de una nueva película de los Vengadores, so...
—Esta bien, vayan con cuidado. - hablo Jeremy y ambas asentimos, nos despedimos de todos y salimos del ser, por hoy habían acabado las grabaciones, asi que podíamos marcharnos.
—Gracias. - le agradecí a Scarlett una vez que estuvimos en la calle.
—No hay de que, se te notaba incómoda y quise ayudarte. - se encogió de hombros.
—¿Vamos a mi casa a ver películas? - pregunte a lo que ella asintió.
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—Por supuesto, vamos. - sonrió.
Scarlett mordio mi labio inferior para después empujarme por los hombros, provocando que mi espalda choque con el colchón, ¿Cómo habíamos acabado así?
La rubia se sentó sobre mis piernas y me sonrió lujuriosa, llevo dos de sus dedos a su boca y los lamió, dejándolos lubricados por su saliva para así llevarlos a mi feminidad, donde se entretuvo unos minutos masajeando en círculos.
El placer que sentía en estos momentos era maravilloso, pero nada comprado a lo que se aproximaba.
—No te reprimas. - susurro al notar que me mordia mi labio para no gemir.
—Ah, mierda. - jadee cuando coloco una mis piernas sobre su hombro y se acomodó en una posición donde nuestros sexos se rozaban.
—Todo sería diferente si me hubieras elegido a mi desde el principio. - dijo ella, quien estaba acostada sobre mi pecho mientras yo hacía suaves caricias en su espalda.
