JOKE [NamJin]

12

NamJoon

–Hey... Nam, despierta...– Sentía que alguien me llamaba a lo lejos.– ¿Escuchaste eso? Vamos NamJoon, despierta...

–Mmh... Qué pasa Jin...

SeokJin me sacudía con fuerza para que despertara y le prestara atención, aún estaba oscuro afuera y según el reloj que se encontraba sobre la mesita de noche, eran las 2:15 AM.

–Oí unos ruidos...– Susurraba Jin asustado mientras tomaba uno de mis brazos con fuerza.– ¿Puedes ir a ver qué es?

Asentí pasando con fuerza las manos por mi cara, para poder despertar bien, me levanté de la cama y encendí la luz de la habitación así Jin no se asustaba más, para luego salir.

Todo se encontraba a oscuras y lentamente caminé hasta la cocina para ver si los ruidos provenían de allí, esperé unos segundos y nada.

Luego caminé hasta la puerta de entrada al departamento y acerqué mi oreja a la puerta tratando de escuchar del otro lado, pero tampoco hubieron ruidos, al parecer el pasillo se encontraba en completo silencio, hasta que derrepente sonó el gran ventanal que daba la salida hasta el balcón.

Es allí.

¿Y eso?

–¿Quién está ahí? –Pregunté esperando algún tipo de respuesta, pero nada más se oyó.

Llegando al ventanal tomé la cortina y se escuchó un ruidito de algo golpeando el vidrio, sin pensarlo dos veces corrí bruscamente la tela encontrando sólo oscuridad.

Decidí salir al balcón cuando derrepente sentí un dolor en mis pies descalzos.

–¿Qué es esto?.– Murmuré agachándome para recoger aquello que pisaba y pude distinguir en la oscuridad que se trataba de unas pequeñas piedras pintadas de rojo.

Como el departamento de Jin sólo estaba en un segundo piso era fácil que alguien lanzara cosas para molestar.

Pero ¿Por qué hacerlo?

Y a esta hora.

Me levanté y asomé ligeramente mi cuerpo fuera de las barandas para poder ver más allá y buscar al responsable de aquello, pero las calles se encontraban vacías, ni un alma se veía en ellas.

–¡NamJoon! – Gritaba Jin desde el cuarto haciéndome sobresaltar.

Rápidamente entré cerrando el ventanal y corrí para ver a Jin, pensando que algo le había sucedido.

–¿Qué sucede?– Pregunté alterado abriendo la puerta, viendo como Jin se encontraba sentado abrazando una almohada.

–Como no volvías, creí que te sucedió algo... Me había asustado.– Susurró mientras apretaba más la almohada.– Y... ¿Encontraste algo?

–Algún gracioso estaba lanzando piedras al ventanal, pero no pude ver quién era. –Apagué la luz y me metí nuevamente a la cama, abrazando con fuerza el cuerpo de Jin.

–Estás helado...– Metí mis manos bajo su polera de pijama esperando que pudiera calentarlas un poco mientras él se acercaba a besarme.– Gracias por ir revisar.

–De nada... Ahora duerme, debes descansar.

Dejé un beso sobre el cabello de Jin y al poco tiempo después nos quedamos dormidos.

[...]

¿Qué haces aquí solo? ¿No nos extrañas? Nosotros a ti sí... Eres un estúpido NamJoon, nosotros siempre estaremos contigo aunque no lo quieras...

–¡Callense!– Desperté de golpe cayendo de la cama mientras jalaba mi cabello, me encontraba sudado y con la cara ardiendo.

¿Qué pasó?

¿Qué había sido eso?

¿Una pesadilla?

Me levanté del suelo observando a mi alrededor, me encontraba sólo en la habitación, Jin habría ido a trabajar temprano y yo... Bueno, al parecer estaba despertando a las tres de la tarde.

Fui hasta el armario de Jin y tomé prestada una camisa blanca junto a unos pantalones negros, un gorro y algo más para abrigarme ya que afuera estaba nublado.

Hoy tenía la tarea de comprar un par de cosas que hacían falta, así que cogí el dinero que Jin dejó para las compras y salí del departamento con una pequeña lista en mis manos la cual intentaba leer en mi mente.

[...]

Una vez en el supermercado, tomé una pequeña canasta para colocar los productos que compraría y comencé a ir de un lado para otro por los pasillos buscando lo de aquella lista.

–Al... Almi... Almidón de ma... Mierda Jin, escribes muy extraño, se nota que eres doctor...– Susurraba para mí intentando descifrar lo que ponía en el papel.

El lugar no se encontraba muy lleno así que era raro toparme con gente en los pasillos, pero derrepente sentí como alguien me observaba a lo lejos llamando mi atención, sentía como su mirada pesaba sobre mi así que me volteé, pero no había absolutamente nadie.

Eso fue extraño.

Una vez compré las cosas salí rápidamente del lugar camino al departamento, sentía mi cuerpo extraño y algo me decía que venían detrás de mi, pero cada vez que intentaba mirar, la sensación desaparecía y nadie estaba detrás.

Ya no quería estar en la calle.