Capitulo 5

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Un primer paso.

''No será nada fácil conseguirlo''

Dos años y medio habían pasado desde el día que Naruto se fue a su viaje de entrenamiento con Jiraiya, sinceramente por conocimientos Naruto no tendría que se entrenado ya que tenía mucha experiencia detrás de el y utilizo este tiempo para acomodar su cuerpo, adaptarse a el y ejercitarlo para que sea capaz de resistir toda la tensión física generada en un futuro por diferentes poderes, tanto el porcentaje concedido por su divinidad como el Chakra de Kurama junto al modo sabio… No todo el mundo podría soportar eso.

''Ya lo sé Kurama, llevo literalmente 1000 años intentando conseguirlo'' Suspiro ''Cuando Amaterasu me dijo que tendría que conseguir la paz pensaba que sería fácil, ganar una guerra y ya… su pudiera volver al pasado me pegaría yo mismo por ser tan ingenuo''

''Me parece irónico que tengas el mismo objetivo que el viejo, el padre de tu primera reencarnación quiere conseguir lo mismo que tu'' Una sonrisa zorruna se formó en la cara del Zorro.

''Bueno, siempre se me da la opción de elegir en quien reencarnarme… cuando vi que teníamos eso en común decidí reencarnarme en uno de sus hijos, era ingenuo, pero no estúpido… sé que necesitaba y sigo necesitando ayuda y el me ayudo bastante y a día de hoy lo sigue haciendo, convertirme en su hijo fue una de las mejores decisiones de mi vida'' Dijo Naruto con una gran sonrisa.

''¿Te sigue ayudando?'' Pregunto con asombro

''Mmhhjuh'' Respondió Naruto mientras se movía un poco para ponerse más cómodo ya que actualmente se encontraba sentado en forma de loto meditando mientras tenía una pequeña conversación con Kurama ''El viejo fue ascendido a deidad, una menor ya que no tiene un dominio en específico, pero igual o más fuerte que un Dios mayor''

''Me gustaría verlo de nuevo'' Se puedo escuchar una pequeña nostalgia en la voz de Kurama

''Eso sería fácil de hacer'' Respondió Naruto con una pequeña sonrisa en su cara recordando a un Kurama pequeño que no pudo evitar soltar algunas lágrimas cuando Hagoromo se despedía de todos los Bijuu.

Al Kurama escuchar las palabras del rubio parecía un poco confundido por todo lo que paso desde que escucho por primera vez a Naruto decir quién era realmente, aún era un poco reacio a creer por completo a Naruto pero tampoco había visto o detectado alguna mentira por parte del rubio, la nueva actitud mostrada por él era algo extraño a su parecer, se convirtió de un pequeño bromista hiperactivo un poco idiota por no percatarse de todo lo que le rodeaba a un nuevo Naruto aun un bromista pero que mostraba madurez cuando la situación lo requería, pero no era eso lo que lo confundió del todo… era las acciones del rubio, estaba haciendo ejercicios un poco extraños a su parecer… era como si los hubiera visto en algún lado antes y los resultados de dichos ejercicios era bastante buenos, tanto los físicos que actualmente su cuerpo había cambiado radicalmente, ya no tenía grasas de bebe y mostraba un cuerpo atlético que no dejaba rastro de grasa sobrante, bastante musculoso pero no demasiado, era un cuerpo perfecto para la pelea pero lo realmente extraño era los momentos de meditación como actualmente estaba, cada vez que lo hacía, el zorro de nueve colas sentía como si un poder extraño rodease a Naruto, no sabía cómo explicarlo era como si el viento mismo respondiese a la llamada del rubio.

Kurama viendo que su conversación actual con Naruto llegaba a su fin empezó a cerrar los ojos dentro del espacio mental y recordó todas las conversaciones que tuvo con Naruto, total era mejor hablar con el que simplemente dormir por el aburrimiento, pero algo le impedido dormir ya que escucho la suave voz de una mujer que estaba delante de Naruto, una mujer que nunca había visto en su vida y el hecho de no poder sentir su presencia al acercarse a Naruto le hizo tener curiosidad y se quedó despierto para escuchar la conversación.

El Dios OlvidadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora